miércoles, 5 de septiembre de 2018

Atrapados en la red: de la Web 1.0 a la Web 2.0, Web 3.0… y a la 4.0


Está claro que internet se ha convertido en una herramienta necesaria en nuestra actividad profesional y también personal. La World Wide Web —conocida como www, W3, la web o la red— ha irrumpido en nuestra vida, y en medicina es una de las responsables del avance en la formación y en la información, pero también ha contribuido al fenómeno de la «infoxicación», esto es, de la intoxicación por exceso de información. 

En un primer momento, internet se utilizaba como recurso para encontrar y almacenar información y nosotros éramos usuarios pasivos; la evolución y revolución que ha experimentado han hecho de él un lugar donde la información se genera, se comparte y se modifica, y al que los usuarios agregamos valor añadido, lo que nos transforma en usuarios activos, y ya formamos parte del conocimiento que se genera. A los antiguos servicios de internet se les ha dado en llamar Web 1.0; al movimiento generado posteriormente se le conoce como Web 2.0 o Web social. Pero los avances son tan rápidos que ya estamos hablando de la Web 3.0 e, incluso, de la 4.0

• ¿Qué era la Web 1.0? 
Es la forma más básica que existe de web, inicialmente con navegadores solo de texto bastante rápidos. Después surgió el lenguaje HTML (HyperText Markup Language), que hizo las páginas web más agradables a la vista, y con él los primeros navegadores visuales, tales como Internet Explorer, Netscape, etc. La Web 1.0 era solo una red de lectura: el usuario no podía interactuar con el contenido de la página —comentarios, respuestas, citas, etc.— y estaba totalmente limitado a lo que el webmaster subía a esta. 

• ¿Qué es la Web 2.0? 
El movimiento llamado Web 2.0 o Web social supone una nueva plataforma de comunicación cuyos principios fundamentales son la participación y colaboración por parte de los usuarios en la creación y uso de la información. Su filosofía se basa en la democratización de la información, es decir, en la universalidad y el acceso libre a la misma, y en la concepción de internet como punto de encuentro para el trabajo colectivo. 
Para hacer esto posible ha surgido toda una nueva generación de herramientas, como los blogs, las wikis o las redes sociales, que permiten compartir e intercambiar información de forma ágil. Gracias a estas aplicaciones los usuarios pueden participar en la creación de contenidos, reutilizarlos, actualizarlos o enriquecerlos con sus opiniones y valoraciones. Y, además, pueden conversar, compartir o establecer relaciones sociales, lo que no deja de añadir un gran valor al servicio. Se constituye así una arquitectura de participación, pues las contribuciones de los usuarios son las que construyen el propio conocimiento colectivo. Antes los usuarios simplemente eran espectadores; ahora ellos mismos son el motor y su interacción es la que propicia la creación de la información, en cambio constante, y que mejora cuanta más gente participe. Y así la “red” da el salto a la “nube”
En el campo de la medicina, la Web 2.0 abre un nuevo mundo de posibilidades y surge una nueva forma de comunicación entre los profesionales sanitarios, entre estos y sus pacientes y familias, y entre los propios pacientes entre sí —sirvan como ejemplo las webs de las asociaciones de pacientes—. No hay que olvidar que la Web 2.0 también supone un beneficio para todos los protagonistas implicados en los cuidados de la salud, siempre que se utilice bien y con coherencia. Sin duda tiene muchas luces en este campo, esto es, fortalezas y oportunidades, pero también algunas sombras en forma de debilidades y amenazas. Potenciar las primeras y limitar las segundas es obligación de todos. 

• ¿Qué será/es la Web 3.0? 
En pleno auge de la denominada Web 2.0, comienza ya a hablarse de la Web 3.0, que muchos denominan la Web semántica —aunque hoy en día no hay consenso acerca del término— y que se considera una evolución lógica de la web actual que permitirá que nuestro lenguaje natural pueda ser entendido por los llamados «agentes de software inteligentes». Estos programas serán capaces de integrar, compartir y encontrar la información más fácilmente que en la actualidad y lo harán de acuerdo a nuestras necesidades, a partir de la interpretación e interconexión de un mayor número de datos. Como es lógico, para lograr estos resultados es preciso crear contenidos accesibles por múltiples aplicaciones non-browser (sin navegador), el empuje de las tecnologías de inteligencia artificial, la web semántica, la Web Geoespacial o la Web 3D. 
En medicina, la Web 3.0 permitirá la creación de perfiles de interés personales que filtrarán la información y reducirán considerablemente el tiempo de búsqueda. Para que esto pueda tener lugar es necesario que todos los documentos estén bien etiquetados con metadatos basados en lenguajes estandarizados, como, por ejemplo, el Unified Medical Lenguage System, metatesauro que actualmente está desarrollando la National Library of Medicine de los Estados Unidos, productora de Medline. 

• ¿Qué será la Web 4.0? 
La Web 4.0 o Web Ubícua es el próximo gran avance y se centrará en ofrecer un comportamiento más inteligente, más predictivo, de modo que podamos con sólo realizar una afirmación poner en marca un conjunto de acciones que tendrán como resultando aquello que pedimos o decimos. O sea, ofrecer soluciones a partir de toda la información que damos y existe en la Web, y para lograrlo, se fundamentará en cuatro pilares: la comprensión del lenguaje natural y tecnologías Speech to text (de voz a texto y viceversa), nuevos sistemas de comunicación máquina a máquina (M2M), uso de la información de contexto y nuevo modelo de interacción con el usuario. 

En resumen: 1) El pasado es la Web 1.0, la forma clásica, donde las páginas web son estáticas, sentido unidireccional, estructura piramidal (“principio de autoridad”) y basada en la información; 2) el presente es la Web 2.0, la Web Social, donde las páginas son dinámicas, sentido bidireccional, estructura horizontal (“democratización” del debate) y basada en la comunicación; 3) el futuro es la Web 3.0, Web Semántica o 3D, el camino hacia la inteligencia artificial, y la Web 4.0, Web Ubícua, cuya interacción está pendiente de definir. 

Por tanto, nos guste o no, estamos atrapados en la "red". Y para intentar desenredarnos, en breve publicaremos el libro "Recursos para convivir con la e-Pediatría en el siglo XXI. Estrategias de comunicación para destacar en un mundo hiperconectado". Y para dar un ejemplo de las posibilidades de la e-Salud en las próximas entradas de este blog hablaremos del estado actual de nuestra Web del Servicio de Pediatría del Hospital General Universitario de Alicante como herramienta de formación, información y gestión. 

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