El término Baby led weaning (BLW) es un término acuñado inicialmente en Reino Unido, que en español se ha traducido (sin demasiado éxito en el uso) por “destete o alimentación complementaria dirigida por el bebé”, pues mayormente se utiliza el anglicismo (uno más). El BLV propone la realización de la alimentación complementaria mediante el uso de alimentos enteros con un tamaño y una forma que permita al bebé cogerlos y llevárselos a la boca como alternativa a alimentos triturados y purés administrados con cuchara por los padres.
No es nada novedoso, pues lleva más de una década entre nosotros. Pero sí es cierto que todo el mundo habla de ello, y como "de fútbol y de medicina, todo el mundo opina", pues nos encontramos con titulares como este de Tele 5 (que curiosamente destacó Planner Media para la Asociación Española de Pediatría y que nos envió a todos los pediatras en el mes de diciembre): "Adiós al potito y al puré: el método BLW revoluciona la alimentación infantil" y donde se contrastan opiniones sueltas de Lidia Folgar, Dietista-Nutricionista y autora del libro ‘Aprender a comer solo’, Conchi García, Dietista-Nutricionista y experta en el método de BLW, y el Dr. José Manuel Moreno Villares, coordinador del Comité de Nutrición de la AEP, quien intenta poner algo de lógica al artículo, pero realmente no sé si lo logra.
De todos es conocido el amor por los titulares amarillistas que animen a captar lectores, a lo cual no sé si podremos hacer mucho o no como profesionales sanitarios, pues no somos periodistas (y cada uno tiene bastante con hacer bien su trabajo). Pero este tipo de noticias si deberían filtrarse mejor por parte de la AEP, aunque aparezca un compañero de nuestra sociedad. Pues ante las novedades en temas de sanidad (y este lo es, pues versa sobre alimentación infantil), debe predominar las noticias fundamentadas en pruebas, en la reflexión, en la mesura y en la prudencia. Por no confundir, más que nada...
Así que para evitar este excesivo triunfalismo (no fundamentado) de artículos así, recomiendo alguna literatura científica elaborada para ponderar esta moda, con más preguntas que certezas. No vaya a ser que los padres que alimentan a sus hijos con papillas, purés y cuchara puedan pensar que están haciendo algo mal.
Y por no extenderme demasiado, quiero recomendar tres artículos recientes. Dos de ellos son dos revisiones sistemáticas de la literatura científica: el primero publicado en el año 2017 por equipo italiano de D´Auria E y cols titulado "Baby-led weaning: what a systematic review of the literature adds on" y el segundo publicado en el año 2018 por el equipo británico de Brown A y cols titulado "Baby-Led Weaning: The Evidence to Date". Ambos estudios coinciden en su reflexión final, que no es otra que todavía hay problemas importantes no resueltos sobre el BLW que requieren respuestas de futura investigación y que deben considerarse cuando los padres que desean acercarse a este método solicitan consejos a los profesionales de la salud.
O sea, que para para algunos está tan claro, no lo es para la ciencia... siempre atenta ponderar aquellas modas en nutrición que prometen cambiar la faz de la tierra.
Pero si interesante sería revisar esos dos artículos, más lo es este trabajo que fue presentado en el famoso Curso de Actualización de la AEPap en el año 2016, firmado por una pediatra especialista hospitalaria en Gastroenterología y Nutrición y una pediatra de AtenciónPrimaria del Grupo de Gastroenterología y Nutrición de la AEPap (nuestra añorada compañera, la Dra. Ana Martínez Rubio). El título ya habla de la importancia de su lectura completa, "El paso de la teta a la mesa sin guión escrito. Baby led weaning: ¿ventajas?, ¿riesgos?".
En este artículo se hace un posicionamiento a favor y un posicionamiento en contra, con preguntas por resolver, que se desarrollan en el texto:
- ¿Qué es el BLW?
- ¿En qué se fundamenta el BLW?
- ¿Qué ventajas tiene el BLW?
- ¿Estamos los profesionales preparados para aconsejar y orientar adecuadamente este tipo de destete?
- ¿Qué deberíamos vigilar?, ¿Hay algún riesgo?
- ¿Se adapta el BLW a todos los niños y familias?
- La alimentación de las familias españolas, ¿es saludable para el destete dirigido por el bebé?
- ¿Pueden los niños autoalimentarse con éxito a partir de seis meses de edad y es seguro para ellos comer tan temprano alimentos de la familia no modificados?
Y concluyen con estos consejos. Dadas las aparentes bondades del modelo BLW parece necesario proporcionar información clara a las familias sobre aspectos muy concretos como:
- Ofrecer a diario alimentos que aporten energía suficiente.
- Ofrecer a diario alimentos que aporten hierro.
- Continuar con lactancia materna a demanda.
- Vigilar de cerca al bebé.
- Diferenciar una arcada de un atragantamiento.
- Dar una lista clara de los alimentos que suponen riesgo de atragantamiento.
- Manejo rápido y eficaz en caso de atragantamiento.
- Necesidad de adecuarlo a los bebés con situaciones especiales.
Así que señores de Tele5, mucho me temo que el BLW no van a decir adiós a los purés y los potitos. Porque a la hora de poner titulares amarillistas, si siguen empeñados en ello, yo podría poner uno basado en la experiencia con mi querida nieta: "Lo único que ha demostrado fehacientemente el BLW es que se ponen más lavadoras en casa...". Pero como no es la medicina que queremos, comencemos por leer estos tres artículos actuales y seamos sensatos con las modas (y los modos).
Hace un año fue un tema que tratamos en Alicante en el Día Nacional de la Pediatría 2017, y os dejamos esta sencilla presentación para conocer mejor el BLW.
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