Hace un tiempo participamos en este estudio original con encuesta a médicos clínicos activos con el objetivo de revelar las fuentes de dificultades y de satisfacción que ellos consideran tiene su trabajo, así como los valores que sustentan su práctica y las estrategias que utilizan para seguir siendo productivos y disfrutar de su actividad asistencial.
En este enlace podéis revisar el contenido publicado en el Boletín DocTutor de Educación Médica, que considero relevante para revisar una realidad conocida y reconocida como es el “síndrome del médico/enfermero quemado” (SMQ).
Se seleccionó una muestra de conveniencia de 76 médicos de diferentes especialidades, aunque con un predominio de la atención primaria (médicos de familia y pediatras). Los médicos seleccionados cumplían los criterios de encontrarse en activo en el momento actual o hasta hace poco tiempo, habiendo sido la actividad clínica la principal para estos médicos y la que les ocupó la mayor parte de su vida profesional. Se confeccionó una encuesta de 11 preguntas de tipo cerrado (8 preguntas), con diferentes opciones de respuesta y de tipo abierto (3 preguntas). Las encuestas fueron enviadas a través de la plataforma Google Formularios a todos los seleccionados.
Las causas de insatisfacción o de disgusto con su trabajo fueron muy variadas, pero se destacan las principales fuentes de problemas:
1º) Sobrecarga asistencial: masificación en las consultas; compañeros no sustituidos.
2º) Relación con la empresa sanitaria: maltrato de la empresa; presión de la admistración con nulo/escaso reconocimiento; nula/escasa autonomía; prepotencia de los gestores; objetivos imposibles o mal diseñados; escaso interés por la calidad de la asistencia de la administración.
3º) Tareas burocráticas (excesivas): carga burocrática; múltiples tareas a realizar a la vez; programa informático; gestión de bajas laborales; dificultad para hacer buenas historias clínicas.
4º) Relación con el equipo: pobre coordinación colaboración con enfermería; imposibilidad de elegir el equipo; compañeros quemados con compañeros hospitalarios.
5º) Escasez de recursos: espacio físico; recursos humanos; tiempo (mayoritario).
6º) Relación con algunos pacientes: pacientes con cultura de la inmediatez y sin educación (sanitaria); pacientes con patologías banales; pacientes sin cita.
7º) Remuneración escasa: baja remuneración; forma de pago.
Cómo andará el percal para que el bajo sueldo (lamentable sueldo en España respecto a la mayoría de los países de la Unión Europea) sea la séptima fuente de problema. Ojo al dato...
Los médicos ofrecieron respuestas específicas sobre los recursos o estrategias que ellos ponían en práctica para tratar de afrontar los problemas anteriores que habían destacado... y que vale revisar en el documento original. Las estrategias ofrecidas para afrontar esas dificultades representan un conjunto de medidas concretas realmente interesante y práctico. Estas abarcan cada una de las principales áreas conflictivas, y destacan (también por número) la riqueza de las estrategias de autocuidados y la variedad de tareas de tipo «existencial» que estos médicos utilizan.
Y sí, realmente es interesante recurrir a lo «existencial»: que algo divino tenga que acudir para salvar lo terrenal de nuestra sanidad. Señores gestores y políticos: tenemos una de las mejores sanidades del mundo... y vale la pena escuchar (y resolver) lo que plantean los profesionales sanitarios. Pues no se pide trabajar menos (ni tan siquiera mayores sueldos), se pide trabajar en mejores condiciones, más eficientes y seguras para los usuarios externos (pacientes) e internos (profesionales sanitarios).
Y claro que este estudio tiene limitaciones (los autores los conocen y especifican, y por ello quieren mejorar el tamaño muestral y el estudio, para mejorar su representatividad), pero tiene un extraño parecido con nuestro día a día... Yo ahí lo dejo (bueno, los resultados del artículo).
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