El Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (CAV-AEP) publica a principios de enero su propuesta de calendario para el nuevo año en curso, unas recomendaciones basadas en las mejores pruebas científicas. Y así lo destacamos en nuestro blog respecto a las recomendaciones vacunales para el año 2020.
Pero también el CAV-AEP emite anualmente sus recomendaciones sobre la vacunación antigripal en niños y adolescentes, basándose en la revisión de la bibliografía existente y el análisis de la experiencia de las temporadas anteriores y, en particular, lo relativo a la efectividad y seguridad de las vacunas disponibles. Además este año, con la pandemia de COVID-19, se hacen más importantes estas recomendaciones, para evitar la coinfección por ambos virus.
La campaña de vacunación comenzará este año en la primera quincena de octubre, probablemente antes para personas mayores institucionalizadas y profesionales sanitarios y sociosanitarios y después para el resto de grupos de riesgo, según ha anunciado el Ministerio de Sanidad.
Los objetivos planteados son:
- Mayores de 64 años y profesionales de los centros sanitarios y sociosanitarios: coberturas vacunales >75 %.
- Personas con factores de riesgo y embarazadas: coberturas vacunales >60 %.
Respecto a los profesionales sanitarios cabe recordar, un año más, que la vacunación antigripal es un acto de responsabilidad y coherencia. Porque si el objetivo planteado es conseguir coberturas vacunales > 75%, estamos a años luz. Porque tal como comentamos el año pasado, entre el personal sanitario (considerado como grupo de riesgo) se recogen unas tasas globales del vacunación del 33,9%, con grandes oscilaciones entre Comunidades Autónomas: entre el 20,7% de Ceuta, el 21% de Aragón y el 22,3% de Melilla por debajo y el 36,6% de Cantabria, el 46% de Galicia y el 58,7% de la Comunidad Valenciana. Y esto ni habla de responsabilidad ni habla de coherencia. Además, las tasas de vacunación son diferentes entre estamentos sanitarios (mayores en médicos y enfermeras, inferiores en auxiliares) y entre especialidades (siendo Pediatría una especialidad con razonable grado de compromiso frente a la vacunación antigripal... y ante todas las vacunas).
Entre los grupos de riesgo contemplados en el documento del Ministerio de Sanidad solo se incluyen dos cambios relevantes respecto a la pasada temporada:
- Se incluye a las mujeres en el periodo puerperal (en los 6 meses tras el parto) si no fueron vacunadas durante el embarazo.
- También se ha eliminado la exclusión de la hipertensión arterial aislada del grupo de enfermedades cardiovasculares crónicas, quedando estos pacientes, entonces, incluidos como grupos de riesgo a vacunar.
Cabe destacar que este año tampoco estará disponible en España la vacuna intranasal atenuada, por lo que solo se podrán utilizar vacunas inyectables inactivadas, aunque puede haber problemas de suministro a las farmacias comunitarias por la mayor reserva de dosis que han realizado el Ministerio y las CC. AA. para incrementar la cobertura de los grupos de riesgo, dada la pandemia COVID-19. Las Comunidades Autónomas emplearán en sus campañas financiadas los preparados trivalentes y tetravalentes (estas últimas en grupos de riesgo diferentes según las comunidades).
El resumen de las recomendaciones del CAV-AEP para la vacunación antigripal en la infancia y la adolescencia en esta campaña 2020-21 se exponen en el documento adjunto al final del texto.
Porque en estos momentos en que casi dos centenares de vacunas realizan una carrera por conseguir la vacuna frente al SARS-CoV-2 y la esperamos como agua de mayo, cabe no olvidar algunos puntos clave:
- Que en el desarrollo de una vacuna precisa de muchos meses (y años) para cubrir cada una de las fases de su desarrollo y llegar sin prisas (aunque sin pausa) a esa fase 3 entre un número suficiente de enfermos para demostrar su eficacia y su seguridad (ojo, la seguridad es primordial). Por lo tanto, las prisas nunca han sido buenas, y para un tema tan delicado y clave como la vacuna frente a la enfermedad COVID-19 más, pues ya se han cometido demasiados errores, para que este pudiera llegar a ser uno más.
- Que desde hace muchas décadas la vacuna antigripal sigue rigurosamente los pasos de investigación científica y que los Sistemas de Vigilancia de la Gripe (nacionales e internacionales) y el Centro Nacional de Gripe intentan buscar las cepas adecuadas cada año (con mayor o menor éxito, pero siempre con la mejor calidad). Y que pese a ello y pese a las campañas multitudinarias para que la población se vacune, nunca se consigue llegar a las coberturas objetivos… y este fracaso es especialmente doloroso entre los profesionales sanitarios.
- Que este otoño puede ser un buen momento para la coherencia en la vacunación. Y mientras esperamos con prudencia la vacuna frente al SARS-CoV-2, no olvidemos de aplicar la vacuna antigripal (al menos según la recomendaciones, aunque hace ya 8 años que revisaba la posibilidad de una vacunación universal en la infancia… y de hecho ya se expresa en este documento como “niños cuyos padres desean la protección vacunal”) y el resto de vacunas del calendario vacunal.
Por tanto, esta campaña de vacunación antigripal 2020-21 será un buen tiempo para la coherencia… en la infancia, adolescencia y a todas las edades. Estaremos atentos a los hechos (porque los hechos son amores y no buenas razones).
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