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miércoles, 8 de septiembre de 2021

Neo-Dividencias. El alta precoz postnatal a debate


En el último número de Evidencias en Pediatría dos artículos (un archivo valorado críticamente –-AVC -y un comentario asociado) reabren un debate que no ha sido inhabitual en foros científicos: el alta precoz del recién nacido, concepto que tiene una definición algo heterogénea y que ha cambiado con el tiempo, variando desde menos de 24 horas, a la más extendida, de alta antes de las primeras 48 horas tras un parto vaginal sin complicaciones o 96 horas tras una cesárea. 

Sobre este tema se emplean recomendaciones de expertos basadas en las escasas publicaciones que avalan estas prácticas. Por ello el AVC titulado “Alta precoz posnatal: necesita más estudios” fundamentado en el artículo de Pediatrics “Early postnatal discharge for infants: a meta-analysis” adquiere especial relevancia, pues describe que el alta precoz aumenta entre 1,3 y 2,5 veces el riesgo de reingresar durante los 28 primeros días de vida. Y el comentario asociado bajo el título de “Alta precoz posnatal; ¿dónde estamos hoy?” matiza aspectos de especial interés para centrar este tema que oscila entre la experiencia y la evidencia. 

Tal como se nos comenta, en España dos trabajos en la última década realizan recomendaciones al respecto: en 2014 la Guía de práctica clínica de atención en el embarazo y puerperio, editada por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad; y en 2017 las Recomendaciones sobre el alta hospitalaria del recién nacido a término sano, de la Sociedad Española de Neonatología a través de su Comisión de Estándares.   

Estamos de acuerdo con ambos artículos en su análisis y reflexión, de forma que esta política de alta precoz no solo debiera primar la eficiencia (reducción de costes por menor estancia hospitalaria), sino el conjunto de indicadores de la gestión de calidad total y que incluye la calidad científico-técnica (eficacia, efectividad y seguridad), la calidad relacional-percibida (información, aceptabilidad y satisfacción) y la calidad organizativo-económica (eficiencia, equidad y accesibilidad). 

Por tanto, aunque prime el concepto de alta precoz, ante estos resultados, parecería razonable recomendar que, en espera de resultados más confiables, los días de estancia no sean establecidos por las administraciones sanitarias, sino por las características clínicas de las madres y de sus recién nacidos. Por tanto, en el alta precoz postantal debemos combinar lo mejor de la Medicina Basada en la Evidencia (MBE) y de la Evidencia Basada en la Medicina (EBM).

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