Se presenta un resumen del apartado de la utilidad de las pruebas diagnósticas en COVID-19 pediátrico, que forma parte del documento COVID-19 en Pediatría: valoración crítica de la evidencia, comentado recientemente y comentado en este blog.
El documento se ha actualizado con fecha 30 de noviembre de 2021, revisando las revisiones sistemáticas (RS) y metaanálisis (MA) publicados desde la primera versión del documento hasta dicha fecha y siguiendo los principios de la medicina basada en pruebas, donde se han seguido unos pasos muy estructurados: dar respuesta a una serie de preguntas clínicas estructuradas y establecer una jerarquización de la importancia clínica de las medidas de efecto valoradas, determinar el riesgo de sesgo de los estudios seleccionados utilizando las herramientas QUADAS y Newcastle-Ottawa, elaborar tablas de evidencia que están disponibles en el documento completo, y realizar recomendaciones jerarquizadas en función de la calidad de la evidencia, los valores y preferencias, el balance entre beneficios, riesgos y costes, la equidad y la factibilidad.
Es importante la lectura completa del artículo publicado en Revista de Pediatría de Atención Primaria, pero conviene resumir los principales resultados:
- La reacción en cadena de la polimerasa con transcripción inversa (RT-PCR) se considera el patrón oro, siendo todas las marcas comerciales eficaces.
- Las muestras salivares presentan una validez similar a las nasofaríngeas, pudiendo ser una opción en contextos ambulatorios de baja prevalencia.
- Las pruebas antigénicas presentan menor sensibilidad y especificidad, aunque podrían ser consideradas en pacientes con síntomas de menos de cinco días de duración.
- Las pruebas serológicas son altamente específicas, ofreciendo mejores resultados tras 14 días del inicio y podrían ser de utilidad en casos de síndrome inflamatorio multisistémico (SIM-Peds).
- En casos moderados y graves de COVID-19 se recomienda realizar analítica con LDH, proteína C reactiva, ferritina y procalcitonina, por el riesgo de coinfección. En estos pacientes, la ecografía a pie de cama podría ser una alternativa en caso de clínicos entrenados.
En el texto se fundamenta en cada pregunta PICO y en cada respuesta la calidad de la evidencia (alta, moderada, baja y muy baja) y el grado de recomendación (fuerte o débil, a favor o en contra).
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