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miércoles, 3 de agosto de 2022

Conocimiento científico abierto: visible, responsable, plural y multilingüe


Como todos los años a mediados de julio, tengo la fortuna de acudir, como miembro del Consejo Asesor de MEDES (MEDicina en ESpañol), a las Jornada MEDES que se organizan cada año en el marco de los Cursos Complutense de Verano de El Escorial, una jornada alrededor de la ciencia, la docencia y la investigación médica, donde se prima el uso y la divulgación del español como medio de comunicación científico. Unas jornadas únicas que este año 2022 ha llegado a su XVI edición, bajo el título que hoy marca el título de este post: "Conocimiento científico abierto: visible, responsable, plural y multilingüe". 

Su contenido íntegro está volcado en el vídeo adjunto que compartimos debajo, pero cuya esencia viene recogida en el mismo programa y que vale la pena resumir para su mejor conocimiento y divulgación de un tema tan relevante en el camino de la ciencia en el siglo XXI. Dar las gracias a Fundación Lilly por este impulso continuo a las jornadas, y este año a sus organizadores, Elea Giménez (Directora del Centro de Ciencias Humanas y Sociales del CSIC), Pilar Rico (Jefa de la Unidad de Acceso Abierto, Repositorios y Revistas. FECYT) y José Antonio Sacristán (Director de la Fundación Lilly). 

La ciencia abierta (open science) es el nuevo paradigma en el que se inspiran actualmente las políticas que afectan a los procesos de financiación, producción, comunicación y evaluación del conocimiento científico. Supone un importante cambio en las actividades de investigación, divulgación de resultados y medición del rendimiento investigador, que afecta no solo a las ciencias médicas y de la vida, sino también a las ciencias experimentales, a las ciencias sociales y a las humanidades. 

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), publicó en noviembre de 2021 sus Recomendaciones sobre la ciencia abierta, donde esta se plantea como un constructo inclusivo que combina diversos movimientos y prácticas con el fin de que el conocimiento científico esté abiertamente disponible y sea accesible y reutilizable por toda la ciudadanía. Por su parte, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) trabaja desde 2004 tratando de que la ciencia abierta sea una realidad por medio de recomendaciones e incentivos conducentes a eliminar los obstáculos de la libre circulación de datos y conocimiento y acelerar la investigación científica. En el ámbito de la Unión Europea, el desarrollo del Espacio Europeo de Investigación (ERA, por sus siglas en inglés) está fuertemente anclado al concepto de ciencia abierta que facilite una Europa sin fronteras para el conocimiento

Las prácticas de ciencia abierta implican la apertura de todo el proceso científico, tanto y tan pronto como sea posible, y la ampliación del espectro de los resultados de investigación más allá de las publicaciones científicas, incluyendo datos, protocolos, código, metodologías, software, etc. La ciencia abierta abarca distintos conceptos como el de acceso abierto a bibliografía científica y a datos de investigación, y añade otras de gran alcance y enorme repercusión para la comunidad científica, tales como los recursos educativos en abierto, las nuevas formas de medir el rendimiento investigador y la ciencia ciudadana que aumentan la transparencia y fomentan la participación, la cooperación, la rendición de cuentas, la capacidad de reutilización del trabajo investigador y la reproducibilidad de resultados. 

Y estos contenidos se volcaron en tres sesiones, cada una con un moderador y tres ponentes y varias preguntas a responder durante su desarrollo: 

Sesión 1. "Descubribilidad" o el arte de hacer visible el contenido científico multilingüe. 

Descubrir contenido científico en la red es un enorme desafío que se acrecienta si se busca que sea multilingüe y de calidad contrastada, así como los conjuntos de datos abiertos procedentes de la investigación. Producir un buen contenido ya no es suficiente si no se sitúa adecuadamente en la red y si no se cuidan las facetas que hoy se consideran clave para recuperar información en el entorno digital. La tecnología, los estándares o los identificadores digitales permiten desarrollar potentes herramientas de búsqueda como metabuscadores o recolectores que están devolviendo la vigencia a los tesauros, vocabularios controlados u ontologías. También hacen posible el análisis de los textos mismos o la conexión entre obras, autores, evaluadores o fuentes de financiación, desplegando nuevas posibilidades de recuperación y nuevas aplicaciones. 

Sesión 2. Datos abiertos en la investigación biomédica. 

A diferencia de las publicaciones científicas, los datos de investigación son un resultado de la actividad investigadora que aún no cuenta con un circuito de difusión, un sistema de evaluación y un método de citación y reutilización estandarizados. Para ello, en el año 2014 se acuñó el acrónimo FAIR (Findable, Accesible, Interoperable, Reusable) que resume las características que han de tener los conjuntos de datos de investigación para facilitar y mejorar la capacidad de las máquinas para encontrarlos y utilizarlos de forma automática o cualquier objeto digital, además de apoyar su reutilización por parte del ser humano. En esta sesión abordaremos cómo se almacena y preservan a largo plazo los datos de investigación biosanitaria, y cómo éstos se están constituyendo en productos de investigación comunicables, reusables y citables. 

Sesión 3. La ciencia ciudadana como oportunidad para la investigación biomédica. 

Incluir la participación de la sociedad en actividades de investigación científica y lograr que los ciudadanos contribuyan activamente a la ciencia con su esfuerzo intelectual y/o herramientas y recursos es uno de los elementos más importantes de la ciencia abierta. A través de la ciencia ciudadana, la sociedad se involucra de forma voluntaria, abierta y activa en labores tales como diseñar objetos de estudio, generar datos experimentales, realizar labores de monitorización, contribuir con equipos propios, o involucrarse en acciones de divulgación científica. De este modo aportan un incalculable valor a la investigación, que es especialmente notable en el ámbito biosanitario, tal y como muestran iniciativas de enorme relevancia como la innovación e involucramiento de asociaciones de pacientes en el proceso investigador, así como colaboraciones con las ONG y grupos de derechos civiles. En esta tercera sesión abordaremos las oportunidades que la ciencia ciudadana abre a la investigación biosanitaria, los riesgos que trae aparejados y los retos a los que se enfrenta la comunidad científica para incorporar la visión de los ciudadanos en su quehacer investigador.

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