La hipoglucemia asintomática es frecuente en las primeras 24-48 horas de vida en recién nacidos, principalmente en recién nacidos de riesgo (ej. prematuridad, pequeño para la edad gestacional, retraso del crecimiento intrauterino, grande para la edad gestacional, hijo de madre diabética) y debe ser tratada para evitar síntomas agudos y alteraciones en el desarrollo neurológico. El tratamiento en los recién nacidos ≥ 35 semanas de gestación se basa en la suplementación con leche de fórmula o de madre (donada o propia) o en la administración de glucosa intravenosa, en casos de persistencia a pesar del tratamiento (lo cual condiciona un número nada desdeñable de ingresos en las Unidades Neonatales). Ni que decir tiene que en la prematuridad la hipoglucemia tiene una consideración algo diferente.
Desde hace años apareció un tratamiento alternativo que lleva unos años en discusión: la administración de glucosa oral en forma de geles de dextrosa junto con lactancia materna, que tendría como ventaja sobre las anteriores que evitaría la separación madre-hijo y la interferencia en la instauración de la lactancia materna.
Tal como se analiza en el artículo adjunto publicado en Evidencias en Pediatría se estratificó la población en tres categorías de riesgo de hipoglucemia asintomática. La variable principal de resultado fue el fracaso terapéutico, que se
definió como la necesidad de líquidos intravenosos para estabilizar glucemias
<45 mg/dl después de 30 minutos del segundo intento de gel de dextrosa en el
GT o después de un segundo intento de alimentación láctea en el GC.
El fracaso
del tratamiento en el GT fue de 17 (11,5%) frente a 58 (40,2%) en el GC, RR
0,28 (IC 95 0,17 a 0,46, p <0,001), homogéneo para la tres categorías de
riesgo analizadas. Por tanto, el uso de gel de dextrosa junto con LM presenta una
RAR del 29% y un NNT de 4 (IC 95: 3 a 6)
frente al uso de LM exclusiva.
El tamaño del efecto es importante, ya que, con
esta medida, evitaríamos uno de cada 4 ingresos. Se evitaría, asimismo, la
separación madre-hijo y la necesidad de canalización de vía intravenosa, por lo
que probablemente sea una medida bien aceptada por los pacientes.
Por tanto, cabe destacar que el gel de dextrosa parece un
tratamiento seguro y eficaz para disminuir el riesgo de ingreso por
hipoglucemia asintomática en las primeras 48 horas de vida. En estudios
similares se observa que es una medida que parece además coste-efectiva y con
buena aceptación por parte de las familias, por lo que puede valorarse como
primer escalón terapéutico en las guías de manejo de hipoglucemia neonatal y
apoya su uso ya implementado en un buen número de Maternidades y Unidades
Neonatales.
Agradecemos el trabajo incansable e incondicional del equipo de Evidencias en Pediatría en su labor de análisis y digestión de la literatura científica y su síntesis para la práctica clínica.
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