En la reciente Reunión de Gestión Pediátrica a la que asistimos una treintena de jefes de servicio de Pediatría, casi todos los asistentes pertenecíamos a la generación conocida como Baby boomers o a la Generación X. Y nos preguntábamos cómo hacer para gestionar a nuestros compañeros de las siguiente generaciones que han ido apareciendo y que han terminado ya casi con nuestro alfabeto (y se comienza con el griego).
Sirva inicialmente una definición de las distintas generaciones en las que podemos convivir en nuestro trabajo y que varía con su edad de nacimiento (si bien los periodos de años pueden variar según las fuentes consultadas):
- Baby boomers son los nacidos entre 1945 y 1964, nombre que se debe a que nacimos durante el periodo del "baby boom", esto es, la época en la que la tasa de natalidad se vio disparada en varios países, después de que la Segunda Guerra Mundial llegara a su fin. Posiblemente somos (me incluyo) una generación envidiable por lo que hemos ido viviendo en la historia, habiendo pasado por todo el periodo de evolución tecnológica y el auge y desarrollo de los medios de comunicación, además de gozar de estabilidad tanto laboral como familiar.
- Generación X comprende a los nacidos entre 1965 y 1980, durante la reconstrucción de Europa tras el acontecimiento bélico. No han tenido la vida nada fácil, allí donde trabajar y producir era filosofía de vida, con menor hueco para el idealismo. Individualismo, ambición y adicción al trabajo (“workaholic”) son valores en los que han crecido.
- Generación Y o millennials (conocidos también como nativos digitales) son los nacidos entre 1981 y 1994, aquellos en los que la tecnología forma parte de su día a día: todas sus actividades pasan por la intermediación de una pantalla. Sin embargo, no nacieron con ella, sino que de la época analógica en la que vivieron migraron al mundo digital. Pero on y off están integrados completamente en su vida. A diferencia de las generaciones anteriores, el mundo, con motivo de la crisis económica, les exige una mayor preparación para optar a un puesto de trabajo, donde cada vez la competencia se hace mayor. Los nativos digitales no se conforman con lo que les ha tocado vivir y son ambiciosos para alcanzar sus metas, aunque viven con la etiqueta de ser perezosa, narcisista y consentida (de hecho, la revista Time los catalogó en 2014 como la generación del “yo-yo-yo”).
- Generación Z, posmillennials o centennials (por haber venido al mundo en pleno cambio de siglo) son los nacidos entre 1994 y 2010 y llegaron con una “tablet” y un “Smartphone” debajo del brazo, por lo que su vida está marcada por Internet. Forma parte de su ADN: irrumpe en su casa, en su educación y en su forma de socializar. Su dominio de las tecnologías quizá hace que descuiden más sus relaciones interpersonales, pero son los que dan más voz a las causas sociales por Internet. Les gusta obtener todo lo que desean de forma inmediata, hecho propiciado por el mundo digital en el que están inmersos, y su estilo de vida también está marcado por los youtubers. Son multitarea, pero su tiempo de atención es muy breve. Y si la generación Y lo tiene complicado para encontrar trabajo, la situación de la generación Z es todavía peor.
- Generación Alpha son los nacidos después de 2010 y es la última… de momento. Se elige ese año por ser el año en que Apple lanzó por primera vez el iPad (toma ya democracia española…). Y cada semana han nacido más de 2,5 millones de Alpha en el mundo, así que se estima que para el año 2025 serán ya 2.000 millones de Alpha en nuestro planeta, la gran mayoría en países emergentes y en desarrollo. Y es posible que su futuro sea algo mejor que el de sus antecesores, que no hay que correr mucho tal como son las cosas para las generaciones Y y Z.
No descubrimos nada nuevo que los jóvenes no son como los Baby boomers (y más vale no contarles batallitas de la cultura del esfuerzo, del deber antes que los derechos y esas cosas con las que crecimos aquellos cuyos padres superaron dos Guerras Mundiales y una Guerra Civil, aquella Generación Silenciosa). Así que he aquí algunas claves para gestionar a los compañeros de la generación Y y Z… (entre 25 y 40 años a día de hoy, aunque puede valer para todos, tiene esos matices diferenciales), cuyas características son personas que procesan la información mucho más rápido, son multitarea y multidispositivo, les agrada el trabajo y la flexibilidad laboral, y poseen espíritu emprendedor.
1. Gestionar el compromiso y la delegación de tareas. Pensar en formas diferentes y más modernas de liderar (que no “jefear”), fomentando el liderazgo inclusivo. Esperan que se les confíe tareas estimulantes con objetivos específicos, pero también que puedan trabajar de manera independiente y tener más responsabilidad.
2. Gestionar la convivencia. No dejar que se comunique de manera única a través de la tecnología. El contacto humano es vital y lo necesitarán en el futuro. Por lo tanto, cabe organizar eventos sociales, de trabajo en equipo, reuniones o actualizaciones de proyectos, sesiones de estrategia, conversaciones individuales, sesiones de tutoría ... cualquier cosa que pueda pensar para alentarlos a comunicarse fuera de la tecnología.
3. Potenciar el “teambulding”. Porque las personas de la generación Y y Z son muy capaces de resolver problemas y hacer tareas de manera efectiva por sí mismos, pero también es positivo que fomentemos el trabajo en equipo. Ellos suelen ver la relación entre el jefe o gerente y el empleado como una relación maestro-alumno y esperan un interés real en ellos por parte de los de arriba. El efecto Pigmalion vale siempre, es intemporal.
4. Implementar el “mentoring”. Escuchar con atención a los compañeros de la generación Y y Z. Porque sobre todo la Z es muy sensible al ageísmo, es decir, creen que el lugar de trabajo debería ser menos sobre la edad y más sobre ideas y contribuciones. Aunque son conscientes de su condición de novatos en la industria, quieren tener la oportunidad de ser escuchados y tomados en serio; pero también de aprender de personas con más conocimiento.
5. Gestionar la motivación y establecer un ambiente de trabajo agradable. La generación Z ha crecido en la era de Google, donde muchas oficinas modernas tienen áreas de descanso y relajación, un área de descanso al aire libre e incluso masajes y un spa. Por lo tanto, las viejas oficinas no siempre atraen a la generación Z (por lo que no digamos una gran mayoría de hospitales). Sea como sea, el lugar de trabajo también es un condicionante para aumentar significativamente la lealtad y rendimiento.
Porque los cambios son necesarios. Y de todos se aprende. Como de las nuevas generaciones...
Excelente postulado, gracias en verdad por los aportes.
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