Nos recuerda un proverbio chino que “hay tres cosas que nunca vuelven atrás: la palabra pronunciada, la flecha lanzada y la oportunidad perdida”. Con este pensamiento comienza el libro “El arte de presentar en público en la universidad. La competencia comunicativa oral en la docencia universitaria y su impacto en el alumnado”, una de cuyas autoras, Carme Hernández-Escolano, me regaló el libro hace unas semanas.
Un libro de 190 páginas estructurado en tres bloques:
- Bloque I. Marco teórico en tres aspectos: 1) competencia comunicativa oral como herramienta de intervención para la mejora del aprendizaje en la universidad; 2) competencia didáctica y desarrollo competencial comunicativo oral en la educación superior; 3) competencia comunicativa oral desde la perspectiva de la innovación y calidad educativa.
- Bloque II. Marco práctico con las experiencias desde tres universidades.
- Bloque III. Otros contextos desde la perspectiva de la evaluación: en el grado y el máster, en la innovación social e inclusión universitarias y en los nuevos formatos pedagógicos (como el storytelling).
La Declaración de Bolonia (1999) puso de manifiesto la voluntad común de construir un Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), un sistema universitario europeo comparable, orientado al desarrollo competencial y a la calidad. Y en este EEES se realzan las competencias genérico-transversales, donde la competencia comunicativa se ubica y vuelve a considerarse clave y requerida a cualquier titulado.
El libro profundiza en todos esos aspectos, y donde queremos destacar los nueve criterios de evaluación en tres marcos:
a) Lenguaje verbal:
- Orden y estructura: existencia de introducción, cuerpo y conclusión en la presentación oral.
- Vocabulario: utilización de un léxico adecuado al tema y a la audiencia.
- Claridad y concisión: se entiende perfectamente todo lo que se explica y el mensaje es conciso.
b) Lenguaje no verbal:
- Gestualidad: utilización de gestos que interactúen con la audiencia y faciliten la comprensión del discurso.
- Mirada: adaptación del discurso a las reacciones observadas en la audiencia.
- Volumen y entonación: volumen adecuado, entonación variada y no monótona.
c) Interés y eficacia:
- Conclusión: existencia de unas conclusiones que respondan a los objetivos planteados.
- Dominio del tema: responder con rigor y conocimiento a las preguntas que formule la audiencia.
- Tiempo: ajustarse a lo establecido.
Y concluyo con dos pensamientos de dos clásicos con los que comienzan algunos de los capítulos del libro: “Una cosa es saber y otra saber enseñar” (Cicerón) y “Quien saber pensar pero no sabe expresar lo que piensa está en el mismo nivel que quien no sabe pensar” (Pericles).
La comunicación oral es una de las mejores herramientas en la práctica sanitaria (traducida como una buena entrevista clínica), pero no hay duda de que también lo debe ser en nuestra labor docente universitaria.
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