Es Miguel Delibes un vallisoletano universal, considerado como uno de los grandes escritores españoles del siglo XX, quien dedicó gran parte de su vida a una obra cimentada en la España de la posguerra para concienciar al mundo de las consecuencias del consumismo y la supresión de ciertos valores éticos universales. Un escritor que tomó contacto con los elementos fundamentales de la Castilla profunda a través de sus excursiones de cazador y pescador.
Un autor que ha sido muy versionado en la gran y pequeña pantalla. En la televisión se adaptó En una noche así (Cayetano Luca de Tena, 1968), La mortaja (Juan Antonio Páramo, 1974) y El camino (Josefina Molina, 1978); además, Delibes redactó el guiOn de dos documentales para Televisión Española: Tierras de Valladolid y Valladolid y Castilla. Pero es en el cine donde sus obras sirven como guiOn de nueve películas, por este orden: El camino (Ana Mariscal, 1963), basado en la obra homónima y que es como la fusión de la serie de televisión previa; Retrato de familia (Antonio Giménez-Rico, 1976), fundamentada en “Mi idolatrado hijo Sisí”; La guerra de papá (Antonio Mercero, 1977), según la obra “El príncipe destronado”; Los santos inocentes (Mario Camus, 1984), de la obra literaria homónima y uno de sus mayores éxitos, con personajes inolvidables como Azarías, Paco, Señorito Iván, Régula La Niña Chica y Milana Bonita; El disputado voto del señor Cayo (Antonio Giménez-Rico, 1986), El tesoro (Antonio Mercero, 1988), La sombra del ciprés es alargada (Luis Alcoriza, 1990) y Las ratas (Antonio Giménez-Rico, 1997), todas ellas derivadas de sus novelas homónimas; y, finalmente, Una pareja perfecta (Rafael Bertriú, 1998), según la obra “Diario de un jubilado”.
Y desde el proyecto “Cine y Pediatría, una oportunidad para la docencia y la humanización en nuestra práctica clínica” nos sumamos a este homenaje con el análisis de dos de sus obras y películas con sabor a infancia y adolescencia.
- El camino (Ana Mariscal, 1963), una película en blanco y negro en la que acompañamos en aquel verano a tres amigos de 11 años (Daniel, el Mochuelo, Germán, el Tiñoso y Roque, el Moñigo) y a un buen número de personajes del pueblo (Lola, la Guindilla, Don José, el cura, Don Moisés, el maestro, Quino, el Manco, el Indiano, la Mica y la Mariuca-uca, entre otros) para hablarnos de la vida, del amor y de la muerte.
- La guerra de papá (Antonio Mercero, 1977), una película aparentemente sencilla e infantil pero con un mensaje profundo y contundente. Bajo la mirada de Quico, un angelical niño de 3 años, pasamos un día en el entorno de su casa de familia numerosa de clase media-alta española de la década de los sesenta, donde sus travesuras son parte del síndrome de príncipe destronado que ocasionó el nacimiento de su hermana; pero donde una escena es clave, esa comida familiar donde los padres manifiestan sus posiciones ante una guerra que ocurrió hace años, pero que sigue demasiado latente. Un alegato a la conciencia de que cualquier guerra es la guerra de todos.
Os dejamos en este enlace el artículo publicado en la revista Arte y Medicina de la Asociación Española de Médicos Escritores y Artistas (ASEMEYA), que se puede revisar en las páginas 40 a 48.
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