Según las fechas de nacimiento se definen las distintas generaciones que actualmente convivimos en el mundo. Si bien los periodos de años pueden variar según las fuentes consultadas, estas serían las más significativas:
- Baby boomers: nacidos entre 1945 y 1964, durante el periodo del "baby boom", esto es, la época en la que la tasa de natalidad se vio disparada en varios países, después de que la Segunda Guerra Mundial llegara a su fin. Se describe que es una generación envidiable por lo que han vivido en la historia, habiendo pasado por todo el periodo de evolución tecnológica y el auge y desarrollo de los medios de comunicación, además de gozar de estabilidad tanto laboral como familiar.
- Generación X: nacidos entre 1965 y 1980, durante la reconstrucción de Europa tras el acontecimiento bélico. No han tenido la vida nada fácil, allí donde trabajar y producir era filosofía de vida, con menor hueco para el idealismo; y que han crecido con los valores del individualismo, ambición y adicción al trabajo (“workaholic”).
- Generación Y o millennials (conocidos también como nativos digitales): nacidos entre 1981 y 1994, aquellos en los que la tecnología forma parte de su día a día, y donde casi todas sus actividades pasan por la intermediación de una pantalla. Sin embargo, no nacieron con ella, sino que de la época analógica en la que vivieron migraron al mundo digital. Pero on y off están integrados completamente en su vida. A diferencia de las generaciones anteriores, el mundo, con motivo de la crisis económica, les exige una mayor preparación para optar a un puesto de trabajo, donde cada vez la competencia se hace mayor. Los nativos digitales no se conforman con lo que les ha tocado vivir y son ambiciosos para alcanzar sus metas, aunque viven con la etiqueta de ser perezosa, narcisista y consentida (de hecho, la revista Time los catalogó en 2014 como la generación del “yo-yo-yo”).
- Generación Z, posmillennials o centennials (por haber venido al mundo en pleno cambio de siglo): nacidos entre 1994 y 2010 y llegaron con una “tablet” y un “smartphone” debajo del brazo, por lo que su vida está marcada por internet. Forma parte de su ADN: irrumpe en su casa, en su educación y en su forma de socializar. Su dominio de las tecnologías quizá hace que descuiden más sus relaciones interpersonales, pero son los que dan más voz a las causas sociales por redes sociales. Les gusta obtener todo lo que desean de forma inmediata, hecho propiciado por el mundo digital en el que están inmersos, y su estilo de vida también está marcado por los youtubers. Son multitarea, pero su tiempo de atención es muy breve. Y si la generación Y lo tiene complicado para encontrar trabajo, la situación de la generación Z es todavía peor.
- Generación Alpha: nacidos después de 2010 (y es la última… de momento) y se elige ese año por ser el año en que Apple lanzó por primera vez el iPad. Y se estima que para el año 2025 serán ya 2.000 millones de Alpha en nuestro planeta, la gran mayoría en países emergentes y en desarrollo. Y es posible que su futuro sea algo mejor que el de sus antecesores, que no hay que correr mucho tal como son las cosas para las generaciones Y y Z.
Y sirva esta síntesis, a buen seguro simple e imperfecta, como introducción para presentar la película documental británica I Am Gen Z (Liz Smith, 2021) de 101 minutos de duración, donde se analizan todas las claves para entender la complejidad de la Generación Z. Una película que comienza con esta advertencia: “Esta película incluye contenido delicado, como los trastornos alimentarios, las autolesiones y el suicidio que pueden perturbar a algunos espectadores. Se recomienda cautela en el visionado. Quienes se enfrentan a cualquiera de estos problemas disponen de información y recursos en www.iamgenzfilm.com/support”. Así como con este pensamiento de Aldous Huxley, pronunciado en el año 1961: “En la próxima generación, habrá un método para hacer que la gente adore su servidumbre, por lo que nos quitarán las libertades, pero lo disfrutaremos”. A continuación asistimos a la presentación de iPhone en 2007 por Steve Jobs, quien nos dice “Hoy Apple va a reinventar el teléfono”. Porque el iPhone originó los primeros adolescentes con Smartphone, la Generación Z. Y ellos mismos nos dicen que “Lo peor de ser de la Generación Z es que te confundan con un Millenial”.
Y a lo largo de la película asistimos a las entrevistas y reflexiones con personas muy relevantes para entender que los nativos digitales ya están aquí y nacieron con un móvil bajo el brazo, conexión permanente a internet y una forma completamente inédita de entender el mundo, donde las redes sociales son parte de sus vidas y han crecido admirando a youtubers, instagramers y tiktokers. Ahora han llegado a la veintena y están explorando las consecuencias de una vida plenamente digital, y a estos profesionales se les hace preguntas del tipo ¿cómo les ha afectado la tecnología? o ¿cómo están impactando las redes sociales en su salud mental?
Estos profesionales que aparecen en la película son Tim Kendall (exdirector de monetización de Facebook y antiguo presidente de Pinterest), Jim Barlett (periodista y autor de “People vs Tech”), Joony Tooz (fundador de LAB, agencia digital de neuromarketing), Marc Atherton (psicólogo y experto en comportamiento), Dr. Jack Lewis (neurocientífico), Dra. Tracy Dennis-Tiwarry (profesora de Psicología y Neurociencia en Nueva York), Dra. Leslie Carr (psicóloga), Dr. Paul Masrden (psicólogo), Dr. David Halpern (psicólogo conductual), Kathy Sheehan (vicepresidenta de Cassandra, grupo de investigación sobre jóvenes), Natashan Devon (activista e investigadora de salud mental), Edward Snowden (informante de la Agencia de Seguridad Nacional), Clive Thompson (periodista tecnológicos y autores de “Coders”), Prof. Sir Simon Wesseley (medicina psicológica en el Instituto de Psiquiatría), Bárbara Tsai Navarro (terapeuta ocupacoinal en Sillicon Valley), Paul Barrett (subdirector del Centro de Empresas y Derechos Humanos) y Dr. David Halpern (psicólogo conductual).
Y también, a lo largo del metraje, y como elemento que contextualiza los apartados del documental, aparecen diferentes frases de Aldous Huxley, algunas de obras emblemáticas como Un mundo feliz (Brave New World): “El hecho de que no estemos mucho más enfermos y locos de lo que ya estamos, se debe exclusivamente a la más bendita de todas las gracias naturales: dormir”, “No tuvieron en cuenta el apetito infinito de distracciones que tiene el hombre”, “Están tan condicionados que no pueden evitar comportarse como se tienen que comportar”, “Tengo miedo de perder mi oscuridad. La autenticidad solo prospera en las sombras”, “El peor enemigo de la vida, la libertad y la decencia es la anarquía total. El segundo pero enemigo es la eficiencia total”, “Los hechos no dejan de existir solo por ignorarlos”, “No son nuestros propios amos”, “Quizás este mundo sea el infierno de otro planeta”.
Y entre esos protagonistas citados e imágenes de centennials, aparecen esas redes sociales ya tan vinculadas a nuestras vidas, pero especialmente a las vidas de la Generación Z, aplicaciones que han nacido en su mayoría alrededor de Sillicon Valley: Facebook, Google, TikTok, YouTube, Instagram, Twitter, Linkedin, Snapchat, Messenger, Tinder, Tumbrl, Alexa, Uber, Airbnb, etc. Y con todas estas redes sociales y aplicaciones para teléfonos inteligentes nos vamos sumergiendo en la era de la posverdad, de los “fake news”, de la conspiración en línea. Porque se nos ofrecen estos recursos de forma gratuita, pero a cambio de disponer de todos nuestros datos disponibles, lo que junto con algoritmos tecnológicos les permite realizar el estudio del comportamiento humano. Y los profesionales entrevistados realizan una serie de reflexiones que, aunque conocidas, no pueden pasar desapercibidas, pues se nos describe el marcado incremento de la depresión y ansiedad, especialmente en las mujeres jóvenes ente 16 y 24 años, así como el incremento de autolesiones, ideas suicidas y suicidios, o trastornos de la conducta alimentaria.
Y en la película se nos recuerda que la Generación Z valora mucho tres aspectos por encima de otras generaciones: la honestidad, la bondad y la equidad. Y como ellos nos dicen: “Los Millennials pueden haber inventado las redes sociales, pero la Generación Z es quien las ha convertido en armas”.
A buen seguro que quien vea este documental es posible que entienda un poco mejor a la Generación Z (yo confieso que necesito entenderla). Esperemos que vayan llegando películas sobre la Generación Y y Alpha. De momento, I Am Gen Z es una interesante película para reflexionar en las aulas de los institutos y cuyo objetivo debe ser visibilizar los problemas con las redes sociales, esa ingeniera de manipulación de mentes que implican estas tecnologías y que, en el fondo, solo buscan las mejores implicaciones económicas para aquellos que las crearon. Pero donde el presente y futuro de toda una generación está en juego... y en línea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario