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lunes, 11 de diciembre de 2023

Formación del profesorado en Simulación Clínica

 

En el año 2021 realizamos unas jornadas de formación del profesorado de la Universidad Miguel Hernández en relación con la SIMULACIÓN CLÍNICA como herramienta pedagógica. Y en este año 2023 se han vuelto a repetir unas jornadas de educación médica con el mismo tema, y contando con la experiencia desde varias universidades españolas e internacionales. Y ello porque la simulación clínica nos permite entrenar situaciones reales en un entorno simulado con el objetivo de mejorar la seguridad clínica y la calidad de los cuidados que ofrecemos a nuestros pacientes. 

Porque frente al método de docencia habitual en Medicina, en general, y en Pediatría, en particular, se va imponiendo la simulación clínica de alta fidelidad, y basta con revisar sus características en los métodos de aprendizaje. 

- Características de la docencia habitual en Medicina: observación del experto, ensayo-error sobre el paciente, curva de aprendizaje, muy dependiente de la frecuencia del problema y escasa consideración del trabajo en equipo. 

- Características de la simulación clínica de alta fidelidad: enseñanza práctica basada en escenarios, utilización de maniquís, monitores y programas, sirve para entrenar técnicas y reforzar conocimientos en la práctica médica, y se considera una metodología (no sólo una técnica de aprendizaje). 

Las herramientas necesarias para realizar una Simulación clínica de alta fidelidad son: capacidad del instructor, conocimientos teóricos y prácticos, simulador o maniquí, saber desarrollar un escenario clínico, y clarificar competencias, objetivos y desempeño a evaluar. Y desarrollarlo en sus etapas correspondientes: a) Aprendizaje (introducción, teoría y manejo del simulador); b) Entrenamiento (explicación del caso y escenario); c) Aplicación (debriefing, conclusiones y resumen final). 

Para un buen desarrollo de la Simulación clínica, estas son las características del profesor facilitador y del alumno: 
- El profesor facilitador: dirige, diseña e implementa la simulación; guía la conversación para que el estudiante descubra por sí mismo qué cambios tiene que realizar para mejorar; la actitud del instructor influye en el aprendizaje, debe implicar al alumno en la participación sin que sea embarazoso o se sienta intimidado; el estilo del “debriefing con buen juicio” promueve la interacción continua con y entre los alumnos como estrategia didáctica. 
- El alumno: mide su grado de aprendizaje; asume el control ante un paciente pediátrico grave; siente la responsabilidad; aplica las habilidades prácticas; averigua qué de decisión tiene; afianza el liderazgo; establece una comunicación efectiva con la familia; siente que puede aprender del error sin riesgo, ya que el paciente no sufre las consecuencias. 

Y con ello damos la bienvenida al importante desarrollo del Laboratorio de Simulación Clínica e Innovación Médico-Quirúrgica, tanto de la Universidad Miguel Hernández para alumnos (por nombre Cyborg) como del Hospital General Universitario Dr. Balmis de Alicante para residentes y profesionales sanitarios (por nombre SimIA). Porque como ya hemos comentado en este blog, la Simulación clínica en Pediatría es (o debe ser) ya una realidad para el siglo XXI

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