El Congreso Nacional de Estudiantes de Medicina (CNEM) que cada año se celebra en el Colegio de Médicos de Alicante gracias a la organización de los estudiantes de Medicina de la Universidad Miguel Hernández se ha convertido, por su calidad y pervivencia, en el congreso más sólido y conocido de estas características en España. Y da buena muestra de ello el que este año 2024 se va acaba de celebrar del 23 al 25 de octubre la XLII edición nacional y la XX internacional.
Mi participación en el CNEM se prolonga durante ocho ediciones, en un principio como tutor de las comunicaciones de estudiantes y en las últimas ediciones como ponente:
- En el año 2016 (XXXIV CNEM) con la organización de la Mesa redonda: “Transexualidad, un abordaje entre la ciencia y la conciencia”.
- En el año 2021 (XXXIX CNEM) con la ponencia “Los avances que el siglo XXI nos ha aportado al abordaje de la salud al inicio de la vida”.
- En el 2022 (XL CNEM) con una novedad, porque se inicia la participación de la Asociación Española de Pediatría (AEP) en la entrega del Premio de Investigación Materno-Infantil, y que se complementó con la ponencia “Pediatría, una especialidad de cine en el CNEM”.
- En el 2023 (XLI CNEM) se repite la participación de la AEP en la entrega del Premio de Investigación Materno-Infantil, y que asocié a la ponencia “Prevención cuaternaria: la contención como imperativo ético”.
Y en este 2024 (XLII CNEM) vuelvo a ser invitado a la entrega del Premio de Investigación Infantil (en representación de la AEP) y lo hemos vinculado a la ponencia “Pediatría Social, crucial frente a la vulnerabilidad en la infancia”. Y ello porque cabe difundir ente los estudiantes la importancia de la Pediatría Social en el día a día de la actividad pediátrica, dado que su formación se vincula principalmente a la Pediatría Clínica.
Una Pediatría Social que tiene dos objetivos clave: 1) garantizar el desarrollo óptimo del niño, niña y adolescente, respetando sus derechos y sus intereses; y 2) apoyar a los niños, niñas, adolescentes y a sus familias que están en situación de riesgo bio-psico-social. Y que el estudiantado entienda como el riesgo bio-psico-social se relaciona con el concepto de vulnerabilidad en la infancia y experiencias adversas en la infancia, cuyo riesgo es el padecer problemas significativos de salud, tanto presentes como futuros.
Y transmitir a estos futuros médicos dos ideas clave: 1) que la historia social debe integrarse en la Historia Clínica de un paciente pediátrico y como herramienta fundamental para abordar la salud integral; donde cabe recordar las siglas IHELLP: incomes (ingresos), housing (vivienda), education (educación), legal status (situación legal/inmigración), literacy (alfabetización) y personal safety (violencia doméstica); y 2) que los problemas de la Pediatría Social son, en demasiadas ocasiones, más relevantes y problemáticos que los de la Pediatría Clínica, quizás porque es posible que “la sociedad está más enferma que el individuo”, reflexión personal que solo cimento con el paso del tiempo.
Y finalizamos con un ejemplo de violencia frente a la infancia, como son las consecuencias de las guerras y la continua violación de sus derechos. Una denuncia “de cine” que terminó con la proyección del vídeo Cine y Pediatría 13, relacionado con este tema y que os dejamos en este enlace.
Os dejamos nuestra ponencia, para su reflexión y análisis.
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