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miércoles, 5 de febrero de 2025

La infancia y adolescencia que Robert Mulligan nos dejó desde Hollywood

 

Robert Mulligan (1925-2008) fue un director estadounidense de cine y televisión adscrito al movimiento del Nuevo cine estadounidense y, más concretamente, a la llamada “generación de la televisión”, junto con Stanley Kramer y Robert Altman, pero donde se incorporaron otros nombres: Sidney Lumet, Martin Ritt, Arthur Penn o John Frankenheimer. 

Robert Mulligan fue un cineasta bastante controvertido y ecléctico, cuya trayectoria se pasea a lo largo de tres décadas por el Hollywood clásico en todos los géneros: del western a la comedia sentimental, del film fantástico a la comedia musical, del drama al cine policíaco. Pero algo destacamos en Robert Mulligan: en sus películas ha abordado a menudo el tema del paso de la niñez a la adolescencia (para el que se usa frecuentemente el anglicismo coming of age) y también la educación sentimental, habiéndosele comparado como una especie de Francois Truffaut americano (por cierto, Truffaut fue un ferviente admirador de Mulligan). 

Porque Robert Mulligan poseía una especial sensibilidad para retratar el mundo infantil y adolescente, sin caer en los clásicos estereotipos ni vestirlos con esa postiza inocencia que Hollywood suele atribuirles. Y con estas películas creó casi el origen de un subgénero con características propias y valgan para ello cinco ejemplos de su filmografía. 

- Matar a un ruiseñor / To Kill a Mockingbird (1962). Es su obra maestra, basada en la novela homónima de Harper Lee, donde se narra el drama racial contado a través de los ojos de una niña. Atticus Finch (Gregory Peck) es un honesto abogado viudo con dos hijos pequeños (Scout y Jem) que vive en una pequeña ciudad del estado de Alabama en la década de 1930. Destacar que la película está narrada desde el punto de vista de la hija Scout (magnífica Mary Badham), una inquieta niña que despierta a la realidad asistiendo a lo que se experimenta cuando uno se topa con la injusticia y la arbitrariedad. 
Pero Matar a un ruiseñor alcanzó más tarde otra distinción quizá más significativa: en una encuesta desarrollada por el American Film Institute a principios del siglo XX colocó al personaje de Atticus Finch en el primer lugar entre la nómina de héroes favoritos del cine, junto al Dr Hanibal Lecter (El silencio de los corderos / The Silence of the Lambs; Jonathan Demme, 1991) y por delante de Indiana Jones (En busca del arca perdida / The Silence of the Lambs; Steven Spielberg, 1981), y otros. Y por ello Matar a un ruiseñor ya es una película emblemática. 

- Verano del 42 / Summer of '42 (1971). Gran éxito de crítica y de público, siendo su argumento la iniciación a la sexualidad de los adolescentes con un visión de hace medio siglo. Narra los amores platónicos entre Hermie (Gary Grimes), un adolescente de 14 años, y Dorothy (bellísima Jennifer O´Neill), una joven casada cuyo esposo está en el frente de batalla durante la Segunda Guerra Mundial. Y donde, a buen seguro, a todos nos sonará la banda sonora de Michel Legrand ("The summer knows"), quien ganó el Óscar a la mejor música original, único premio de las cinco nominaciones de esta película a los Premios de la Academia. Inolvidable ese primer amor de verano y la pérdida de la inocencia. 

- El otro / The Other (1972). Esta película es la antítesis de la anterior: se pasa de un coming of age romántico a un thriller psicológico. Aquí se nos narra la historia de dos hermanos gemelos de 11 años de aspecto angelical (Niles y Holland), allí donde Holland, quien era un niño cruel, murió dos años atrás en un accidente, y vive Niles, un niño bueno y tranquilo, incapaz de aceptar la muerte de su gemelo. Un filme morboso y difícil, quizás una de las más crueles, malsanas y escalofriantes que ha narrado el cine de terror… y todo sin efectos especiales ni derramar sangre, y en donde continuamente brilla la luz y el sol del verano en la campiña de la década de 1930. 

- El corazón de Clara (El desafío de una mujer) / Clara's Heart (1988). Basada en la exitosa novela homónima de Joseph Olshan, donde un matrimonio acaba de perder a su hija y, tras el doloroso acontecimiento, viajan a Jamaica para pasar una temporada. Allí conocen a Clara (Whoopi Goldberg), una mujer llena de sabiduría que trabaja como asistenta y acaba estableciendo un fuerte lazo de cariño y amistad don David, el otro hijo del matrimonio, 

- Verano en Louisiana / The Man in the Moon (1991). Fue la última película en la filmografía de Robert Mulligan, una icónica película basada en hechos reales sobre el primer amor de juventud en la que nos enamoramos con el conmovedor debut de una joven actriz de 14 años llamada Reese Witherspoon. 

Y el análisis en profundidad de estas películas se puede revisar en reciente artículo publicado en el último número de la revista Arte y Medicina, que se puede revisar en las páginas 22 a 29. Porque es así como este neoyorquino nacido en tiempos de la Gran Depresión, Robert Mulligan, definió un estilo en el que a menudo se remite a los recuerdos de la infancia y adolescencia de sus personajes y una revisión crítica, no exenta de valores éticos y épicos, de la historia de su país. Y todo ello desde el Nuevo cine estadounidense de un Hollywood de hace varias décadas. 

lunes, 3 de febrero de 2025

Comienza el Curso de Continuum "Abordaje integral del asma en la infancia y adolescencia 2025"

 

Continuum anuncia el curso "Abordaje integral del asma en la infancia y adolescencia 2025", organizado y coordinado por tres sociedades científicas de la AEP: Sociedad Española de Neumología Pediátrica, Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria y Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica. Es la cuerta edición del mismo, tras el curso celebrado en nuestra plataforma en los años 2016 ,2020 y 2022. 

Este curso proporciona al alumnado conocimientos y habilidades para mejorar y/o mantener sus competencias en el diagnóstico, el tratamiento y la educación en el asma bronquial, según las evidencias actuales. 

El curso está dividido en seis módulos, que son: 
- Impacto del asma en la infancia y adolescencia. Historia natural del asma. Determinantes del asma 
- Diagnóstico del asma. Diagnóstico funcional. Clasificación de la gravedad 
- Diagnóstico etiopatogénico. Evitación de desencadenantes 
- Tratamiento de la crisis de asma. Tratamiento farmacológico de fondo 
- Inmunoterapia. Otros tratamientos 
- Educación en el asma. Plan de manejo. 

En cada unidad didáctica se ofrece también información complementaria para los alumnos que quieran profundizar en un determinado aspecto. El curso está tutorizado, lo que implica que, a lo largo del curso, estaremos a su disposición para ayudarles a resolver las dudas que se les planteen. 

Al finalizar la actividad, el alumno habrá conseguido una serie de conocimientos, habilidades y actitudes, que se recogen a continuación: 
- Conocer la historia natural del asma y los determinantes del asma 
- Diagnosticar el asma y determinar su gravedad mediante la historia clínica y las pruebas de función pulmonar 
- Realizar un diagnóstico etiopatogénico y orientar al paciente para la evitación de factores desencadenantes 
- Prescribir el tratamiento adecuado según la gravedad de la crisis, e instaurar el tratamiento escalonado de fondo, según la gravedad de la enfermedad 
- Conocer las indicaciones de la inmunoterapia específica y de otros tratamientos inmunomoduladores 
- Realizar el diagnóstico educativo del paciente, y desarrollar un programa de educación adaptado a sus necesidades. 

Todo esto en un curso de 66 hs lectivas y 2 meses de duración (comienzo el 13 de febrero 2025 y finalización el 10 de abril 2025), acreditado con por la Comisión de Formación Médica Continuada. 

Toda la información e inscripciones en la página web de Continuum

sábado, 1 de febrero de 2025

Cine y Pediatría (786) “Mil uno”, esa búsqueda de un espacio seguro para la crianza y la identidad

 

En el año 1978 se inauguró en el poblado de Park City (cerca de Salk Lake City, capital del estado de Utah) el U.S. Film Festival de Utah, utilizando la imagen del icónico actor y director Robert Redford para atraer estudios y distribuidores. Fue en el año 1981 cuando se funda Sundance Institute con el objetivo de reunir a un grupo de amigos y colegas que fomentarían y apoyarían el cine independiente, más allá de las exigencias del mercado. Y Sundance Institute asumió en 1985 el control creativo y administrativo del U.S. Film Festival, que en la edición de 1991 comenzaría a llevar el nombre Sundance Film Festival. Y, desde entonces, Sundance se ha convertido en una plataforma crucial para cineastas emergentes y una vitrina para las películas más innovadoras y originales del año. 

Porque Sundance es sinónimo de cine independiente, aquí donde se estrenan películas que a menudo no encuentran cabida en los grandes estudios de Hollywood, ofreciendo una visión más diversa y personal del mundo. El festival ha sido el trampolín de lanzamiento de numerosas carreras exitosas, tanto en la dirección (Joel y Ethan Coen, Steven Soderbergh, Quentin Tarantino, Richard Linklater, Robert Rodríguez,…) como en la actuación (Ryan Gosling, Frances McDormand, Amy Adams, Jennifer Lawrence, Brie Larson,…). El mayor galardón de este festival es el Gran Premio del Jurado, y algunas de estas películas ya forman parte de la familia de Cine y Pediatría, como Bienvenidos a la casa de muñecas (Todd Solondz, 1995), Quinceañera (Richard Glatzer, Wash Westmoreland, 2006), Precious (Lee Daniels, 2009), Bestias del sur salvaje (Benh Zeitlin, 2012), Yo, él y Raquel (Alfonso Gomez-Rejon, 2015), La (des)educación de Cameron Post (Desiree Akhavan, 2018), Minari. Historia de mi familia (Lee Isaac Chung , 2020) y CODA. Los sonidos del silencio (Siân Heder, 2021). Y a todos eso hoy se suma Mil uno (A.V. Rockwell, 2023), drama social sobre la maternidad, la familia, la identidad y la búsqueda de un futuro mejor ante las condiciones sociales adversas.         

La historia comienza en el Correccional de Rikes Island, Nueva York, en el año 1994, allí donde conocemos a la bella Inez (interpretada por la actriz y cantante Teyana Taylor), una joven de 22 años, peluquera de profesión, pero cuya vida derivó entre la toxicomanía y la prostitución. Regresa a los suburbios de Brooklyn, donde se ha criado con la comunidad de color y donde se reencuentra con su hijo Terry, de 6 años, que está en un centro de acogida y quien le pregunta: “Me abandonaste en una esquina?...¿dónde está mi padre?”. Y ella le contesta: “Pueden intentar lo que quieran, pero esta vez no nos van a separar”, pues decide quedarse de él y separarle de los Servicios Sociales. A partir de ahí, Inez se convierte en esa antiheroína con cariz de madre coraje que lucha a lo largo de los años por sacar adelante a su hijo enfrentándose a la dureza de las calles de Brooklyn y Harlem, y con el objetivo de darle la vida que ella no pudo tener. En este proceso Inez acaba casándose con otro ex convicto, Lucky (William Catlett), quien pese a las dudas (“¿Qué saben los delincuentes de formar una familia?”), acaba asumiendo un rol de padre con Terry, al que le asegura: “Te daremos la vida que nosotros no tuvimos”. 

El filme aborda el contexto sociopolítico de la ciudad de Nueva York y coincide con el paso de Rudy Giuliani y Michael Bloomberg como alcaldes, años marcados por una política persecutoria a los afroamericanos y una gentrificación salvaje de los suburbios. Y curiosamente estos alcaldes aparecen intercalados en esta historia, incluido ese eslogan de Giuliani, que tan alejado parece de la vida de Inez: “Soñar, crecer, planificar y actuar. Estas son las bases de todo procesos de cambio”. Y esta historia da dos saltos temporales: en 2001, con un Terry adolescente de 13 años, un buen chico y estudiante, y en 2005, ya con 17 años y con las dudas de poder acudir a la universidad (incluso piensan en el MIT, Harvard). En ese periodo Lucky enferma de cáncer y en el ocaso de su enfermedad no deja de dejarle reflexiones: “No te sientas atrapado por lo que te rodea… Me llevó un tiempo aprender eso. No quiero que caigas en las mismas trampas que tu madre y yo. Quiero que tomes mejores decisiones que yo con respecto a ella y con respecto a todo”. 

Cuando su orientadora escolar le busca una salida laboral, Terry tiene que presentar su documentación y es cuando denscubre que tiene papeles falsos. Y se le desvela que, en realidad, Inez no es su madre biológica, sino la persona que lo encontró a los dos años en la calle y esperó horas a que alguien lo recogiera…aunque finalmente era ella quien más lo necesitaba. Y ahora, en esta dura despedida, ella está orgullosa porque su Terry será alguien en la vida, aunque este le pregunte: “¿Dónde está mi casa ahora?”. Y esa despedida final: “Te quiero, mamá”. Un final que invita a la reflexión, como toda la película. 

Mil uno es una crítica social incisiva, allí donde, a pesar de la inestabilidad y las dificultades, el hogar es un concepto central en la película, donde nuestra protagonista lucha por construir un espacio seguro para su hijo, un lugar donde pueda crecer y sentirse amado. Y ese hogar, donde viven de alquiler como pueden, tiene marcado en la puerta el número del piso: 10-01. Mil uno.