Acabamos de celebrar, el pasado 15 de febrero, el Día Intenacional del Cáncer en Pediatría, efeméride que recordamos casi cada año en este blog. Porque este día se celebró por primera vez en el año 2002 y desde entonces ha generado el apoyo de redes globales e instituciones líderes incluyendo: SIOP (Sociedad Internacional de Oncología Pediátrica), SIOPE (Sociedad Europea de Oncología Pediátrica), Sociedad Española de Hematología y Oncología Pediátrica (SEHOP), UICC (Unión por el Control Internacional del Cáncer) e IARC (Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer) entre otras. Y lo hemos recordado con el lazo dorado y lo hemos recordado "prescribiendo" películas sobre el cáncer en la infancia y adolescencia.
Y ahora también es un buen momento para recordar (y compartir) la actual Guía interactiva de diagnóstico precoz del cáncer en niños, niñas y adolescentes que acaban de lanzar la OMS (Organización Mundial de la Salud) y OPS (Organización Panameriacana de Salud). Porque el diagnóstico precoz del cáncer en niños, niñas y adolescentes (NNA) constituye la piedra angular en la atención de estas enfermedades y representa no solo un desafío clínico, sino también una prioridad dentro de las políticas de salud pública a nivel mundial. La detección temprana es crucial para mejorar las tasas de supervivencia, reducir la morbilidad asociada a los tratamientos y mejorar la calidad de
vida de los pacientes y sus familias.
Y, en este marco, la Iniciativa Mundial contra el Cáncer Infantil, liderada en la Región de las Américas por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en colaboración con el St. Jude Children’s Research Hospital y otros actores clave, ha establecido como meta para el año 2030 incrementar la tasa de supervivencia mundial del cáncer infantil por lo menos al 60% (a nivel global, pues las tasas de supervivencia en el primer mundo son muy superiores, pero nada que ver con el resto del planeta), con el ambicioso objetivo de salvar
a un millón de NNA. Este objetivo resalta la importancia de poner en práctica estrategias integrales que abarquen desde la promoción, la prevención y el diagnóstico precoz hasta el tratamiento efectivo, el cuidado paliativo y el seguimiento a largo plazo de los pacientes.
La presente guía, que se puede revisar en este enlace, se inscribe en el marco de esta iniciativa mundial, proporcionando a los profesionales de la salud una herramienta práctica, interactiva y concisa para la detección temprana de signos y síntomas asociados al cáncer en pacientes de 0 a 19 años. Su objetivo es facilitar una intervención oportuna que permita comenzar el tratamiento en las fases iniciales de la enfermedad, cuando las
posibilidades de éxito terapéutico son mucho mayores. Porque abordar el cáncer infantil desde el diagnóstico precoz ofrece una ventaja doble: por un lado, aumenta las probabilidades de curación, y reduce los efectos secundarios y las secuelas a largo plazo derivadas de los tratamientos.
Os animamos a explorar esta guía, muy útil, sencilla e interactiva, con fácil acceso a la información y recursos anexos.
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