lunes, 31 de marzo de 2025

Comienza el curso de Continuum "Bioética en Pediatría 2025"

 

Comienza el curso de Continuum "Bioética en Pediatría 2025", la tercera edición tras las realizadas en 2019 y 2022, un curso liderado por el Comité de Bioética de la AEP y que proporcionará al alumno los conocimientos básicos de Bioética Clínica en Pediatría que le permitan incorporar al saber científico y tecnológico los valores para lograr una práctica asistencial de excelencia. 

Al finalizar la actividad, el alumno habrá conseguido una serie de conocimientos, habilidades y actitudes, que se recogen en estos objetivos: 
- Adquirir conocimientos básicos de Bioética Clínica en Pediatría que permitan a los profesionales una aproximación racional y metodológicamente apropiada a los complejos conflictos éticos de frecuente aparición en la práctica clínica habitual. 
- Entrenar las habilidades que les permitan aplicar de forma adecuada y fluida dichos conocimientos en el contexto de su actividad asistencial pediátrica. 
- Fomentar las actitudes de compromiso en la mejora continua de la Calidad Asistencial y difusión de dicho compromiso hacia otros profesionales y estamentos de su entorno asistencial. 

El curso está dividido en seis módulos, que son: 
- Introducción a la fundamentación y método en Bioética. 
- Ética aplicada. Los 4 principios de la Bioética a través de 4 casos clínicos. 
- Cuestiones durante la adolescencia. 
- Confidencialidad e intimidad en pediatría. 
- Bioética en la práctica cotidiana. 
- Aspectos éticos del final de la vida en Pediatría. 

El curso comienza el 24 de abril de 2025 y finaliza el 19 de junio. Y es un curso para cualquier profesional sanitario interesado en la bioética aplicada a la infancia y adolescencia. 

Toda la información e inscripciones en la página web de Continuum, con el poder del e-learning y web-based learning.

sábado, 29 de marzo de 2025

Cine y Pediatría (794) “Los niños perdidos”, historia de supervivencia

 

Hacía tiempo que nuestra mirada de cine hacia la infancia y adolescencia no se volvía a Colombia, uno de los países más biodiversos del planeta, que uno ama por la calidez de sus gentes aderezada del sabor de su música (del vallenato a la cumbia) y el aroma del café. Pero un país que ha luchado (y sigue luchando) frene a los conflictos armados, el desplazamiento forzado, el narcotráfico, los problemas medioambientales, la corrupción y los problemas socieconómicos. Y de ese duro bagaje se han nutrido películas que nos han mostrado infancias y adolescencia complicadas, con un mensaje social significativo, con ejemplos como Rodrigo D: no futuro (Victor Gabiria, 1990), La vendedora de rosas (Victor Gabiria, 1998), La virgen de los sicarios (Barbet Schoeder, 2000), Los niños invisibles (Lisandro Duque Naranjo, 2001), Las mujeres de verdad tienen curvas (Patricia Cardoso, 2002), María, llena eres de gracia (Joshua Marston, 2004), Rosario Tijeras (Emilio Maillé, 2005), Los colores de la montaña (Carlos César Arbeláez, 2010) y Niña errante (Rubén Mendoza, 2018). 

Y a estas películas se suma hoy Los niños perdidos (Orlando von Einsiedel, Jorge Durán, Lali Houghton, 2024), película documental distribuida por Netflix y que narra un hecho acaecido entre mayo y junio de 2023, lo que tuvo en jaque a todo el país y fue noticia también más allá de sus fronteras: la operación de rescate de cuatro niños indígenas perdidos y solos en la selva amazónica que se denominó como Operación Esperanza. De hecho, fue una historia tan relevante que, además de esta película se produjeron otras dos más en Colombia: la película documental Operación Esperanza: Los niños perdidos en el Amazonas (Tom Cross, 2024) y el thriller 40 días perdidos en la selva (Gustavo Nieto Roa, 2024). 

Centremos nuestra atención en la primera película. Una escena inicial nos sitúa en contexto: Araracuara, Amazonia colombiana, donde una madre con sus cuatro hijos de espalda esperan la llegada de una avioneta en medio de la selva. Y varias advertencias iniciales: “Esta película contiene material de archivo de eventos reales de interés cultural y público, realizados por rescatistas voluntarios, medios de comunicación y por el Comando General de las Fuerzas Militares de Colombia. En algunas escenas se han añadido recreaciones y material de archivo adicional. Algunas identidades han sido ocultadas por motivos de bienestar y seguridad militar”. Y una reflexión de la madre: “Solo deseo que los niños no se hubieran montado en ese avión”. Y tras ello se nos narra la historia, hechos que se desgranan por días.

Bogotá, Colombia, 1 de mayo de 2023. Día 1… Un noticiario avisa del avión desaparecido en medio de la selva amazónica a bordo una madre indígena y sus cuatro hijos (Lesly de 13 años, Soleiny de 9, Tien Noriel de 4 y Cristin, de 11 meses) que se iban a encontrar con su padre en Bogotá. A partir se desgranan los días (4, 7, 8, 15, 16, 17, 18, 20, 22, 24, 26, 29, 31, 32, 33, 34 y 40) y las entrevistas a los familiares (el padre Manuel Ranoque, la abuela y la tía de los niños), a su maestra, así como a militares de la Fuerzas Armadas y rescatistas voluntarios indígenas implicados en esa búsqueda sin cesar durante esos 40 días que duró la operación. Una verdadera cuaresma para contar en tiempo de Cuaresma… 

No fue hasta la segunda semana de búsqueda que logran encontrar la avioneta, allí donde identificaron tres cadáveres de adultos, el de la madre, Magdalena Mucutuy, 33 años, así como el piloto y un líder indígena que viajaba en el avión. Pero no había cuerpos de menores. Y es al día siguiente que encuentran un biberón en la selva.. y empiezan a sospechar que los chicos están vivos. Es entonces cuando comienza a ser noticia también internacional y es bautizada como Operación Esperanza. “Vamos a rescatar a los menores. Porque lo más cercano a crear una vida es salvarla”, dice el comandante a su tropa. Y se unen en la búsqueda militares con conocimientos técnicos e indígenas (un total de 85) con conocimientos de la selva. Una mezcla muy particular en la colaboración del rescate, pues tras más de medio siglo de conflicto armado, muchos indígenas no confían en el ejército, pero ahora es una cuestión de salvar a cuatro menores. 

Llegan las enfermedades y el desaliento a medida que pasan las semanas. Y si ellos están así, se preguntan cómo estarán los menores después de casi un mes, y se preguntan: “¿Por qué no encontramos a los niños?, ¿por qué no los encontramos ni muertos?”. Cuando los familiares confiesan que el padre de los niños sometía a malos tratos a su esposa y a los niños, empiezan a elucubrar que quizás los menores siguen escondidos para que no les encuentre. 

Y un chamán determina que el día 40 sería el último día de búsqueda, y ya algo se sentía diferente ese día, porque la selva estaba en paz. El chamán les asegura que hoy encontrarán a los niños… Y así fue. Oyeron un llanto en la selva y vieron a los niños, famélicos pero con vida. Una escena sorprendente y dura. Y lo primero que dijo Tien Noriel: “Mi mamá se murió en el avión”. Cada uno de los cuatro indígenas carga a la espalda a uno de los niños, exhaustos, a punto de morir si hubieran tardado algún día más. Y la reflexión de uno de los rescatistas: “Dios nunca nos falla cuando uno lo pide con realidad”. Lesly, la mayor, narra su lucha de supervivencia, que cabe no desvelar, pero realmente desgarrador ante su soledad en la selva y en las noches. Y su alegría por ser rescatados, expresada así: “Ya no tenía que mantener vivos a mis hermanitos. Estábamos a salvo”. 

Una historia con los cuatro niños protagonistas, sus familias y los rescatadores (ejército e indígenas unidos), y otro gran protagonista: la selva, con su orografía, su flora y su fauna. Tras el rescate, llegaron las declaraciones (también de Gustavo Petro, presidente de Colombia) y una manifestación multitudinaria del pueblo colombiano en Bogotá a los héroes de este rescate. Una búsqueda que recordó al mundo que los indígenas existen, y así debe ser pues el 82% de la población colombiana es mestiza. Y con este largo colofón: “Desde el rescate de los niños, han surgido nuevas denuncias por abuso en contra de Manuel Ranoque. Aún no ha sido condenado y se encuentra en prisión a la espera de ser juzgado. Lesly, Soleiny, Tien Noriel y Cristin están bajo el cuidado del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar. Ven a su familia regularmente. La Operación Esperanza es uno de los esfuerzos humanitarios más ambiciosos en la historia de las instituciones gubernamentales colombianas. Es un testimonio de la resiliencia, colaboración y determinación de sus participantes”. 

La película Los niños perdidos sigue de cerca la odisea por encontrar a los cuatro niños, quienes tuvieron que enfrentarse a los peligros de la selva, la falta de alimentos y la soledad. Y lo hace a través de testimonios conmovedores de todos sus protagonistas (principalmente rescatistas y familiares), impresionantes imágenes de la selva amazónica, capturada en todo su esplendor y peligro, y varios mensajes: la capacidad humana de superar adversidades y encontrar la fuerza para seguir adelante, incluso a esas edades infantiles, así como la solidaridad por no cejar en la búsqueda. Por ello la película ha sido aclamada como un testimonio de la resiliencia humana y un homenaje a la cultura indígena. 

Porque ellos no fueron los supervivientes de los Andes, fueron los supervivientes del Amazonas. Y así como en la tragedia de los Andes contamos, al menos, con tres películas (la mexicana Supervivientes de los Andes - René Cardona, 1976 -, la estadounidense ¿Viven! - Frank Marshall, 1993 - y la española La sociedad de la nieve -J.A. Bayona, 2023 -), en esta búsqueda de los niños perdidos en el Amazonas contamos con las referidas tres películas colombianas.

    

miércoles, 26 de marzo de 2025

Comienza el curso de Continuum "Cur­so de for­ma­ción en TDAH ¿Qué hay que sa­ber? 2025"

 

En breve comienza la 3ª edición del "Curso de formación en TDAH ¿Qué hay que saber?", tras los cursos realizados en los años 2015 y 2019. Un curso liderado por el Grupo de trabajo en TDAH de la Sociedad Española de Neurología Pediátrica (SENEP). 

El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) constituye la causa más frecuente de consulta en neurología y psicología infantil. La incidencia oscila entre un 5 - 8 %, llegando incluso a porcentajes más elevados de hasta un 12 % en los últimos años, Sin embargo estos datos varían dependiendo de las distintas comunidades lo que hace sospechar que puede estar produciéndose un infra o sobrediagnóstico por falta de formación específica para la evaluación de este trastorno. 

A través del presente Curso de TDAH se va a proporcionar a los profesionales que atienden a estos pacientes las competencias y los conocimientos específicos sobre este trastorno. Este Curso se caracteriza por estar dirigido a la práctica clínica y por permitir actualizar la conceptualización tanto de la definición, etiología, detección, evaluación y diagnóstico, como de los tratamientos más efectivos. 

Al finalizar la actividad, el alumno habrá conseguido una serie de conocimientos, habilidades y actitudes, que se recogen en estos objetivos: 
 a) Objetivos generales 
- Proporcionar al alumno conocimientos y habilidades necesarios para realizar un correcta detección, diagnóstico y manejo del paciente con TDAH . 
b) Objetivos específicos 
- Adquirir os conocimientos y habilidades básicas para el manejo de pacientes con TDAH en su práctica diaria. 
- Actualizar los criterios diagnósticos del TDAH. 
- Valorar el estado actual del TDAH y conocer cuáles son los requerimientos y síntomas en las diferentes etapas del desarrollo. 
- Instaurar un tratamiento adecuado en cada etapa del desarrollo 
- Mejorar la calidad de vida de los pacientes afectados por TDAH. 
- Aplicar las mejores prácticas y divulgar información sobre TDAH. 

El curso está dividido en seis módulos, que son: 
- Etiología del TDAH. 
- Concepto clínico actual del TDAH. Criterios diagnóstico DSM-5 y CIE-10. 
- Estrategias diagnósticas y de evaluación del TDAH. 
- Comorbilidades del TDAH ¿Cuál es la patología prevalente? 
- TDAH sintomático o secundario. 
- Tratamiento farmacológico del TDAH. 

El curso comienza el 10 de abril de 2025 y finaliza el 5 de junio. 

Toda la información e inscripciones en la página web de Continuum.

lunes, 24 de marzo de 2025

Capacitación para prevenir situaciones de riesgo en la infancia y adolescencia

 

El Comité de Soporte Vital de la Asociación Española de Pediatría (AEP) tiene como misión el proponer y apoyar todo tipo de actividades que contribuyan a prevenir eventos de riesgo en los niños, tanto sanos como enfermos, así como divulgar y contribuir a la capacitación de diversos colectivos (profesionales y legos) para actuar de forma precoz y eficaz ante dichos eventos.  Y dentro de sus líneas de trabajo, compartimos tres guías actuales de prevención y recomendaciones de actuación ante atragantamientos, ahogamientos y convulsiones en niños y adolescentes. Tres temas de gran interés. 

- Medidas efectivas para prevención de atragantamiento en niños 
La asfixia es una de las principales causas de mortalidad durante la infancia, especialmente en niños de entre uno y cinco años ya que sus habilidades motoras y de deglución aún no están completamente desarrolladas. El atragantamiento es una de las situaciones más alarmantes que puede ocurrir con los niños pequeños, especialmente porque sucede de forma inesperada, donde un cuerpo extraño se introduce en la vía respiratoria obstruyéndola e impidiendo que el aire entre o salga de los pulmones con normalidad. Si la obstrucción es completa o casi completa existe riesgo de muerte por asfixia. 
Se debe prestar atención a determinados alimentos y a las piezas pequeñas de los juguetes y a los globos. 

- Ahogamientos 
El ahogamiento es el proceso que desencadena una alteración respiratoria primaria como consecuencia de la inmersión o sumersión en un medio líquido. La supervivencia está determinada por el lugar donde se produce y dependerá de la rapidez en que se realicen las maniobras de soporte vital y reanimación. 
El ahogamiento es la segunda causa de muerte no intencional en menores de 19 años en Europa, así como en España, después de los accidentes de tráfico y la incidencia se estima en 1,5 casos por 100.000 habitantes/año. Se cobra alrededor de 422 vidas al año entre las personas de todas las edades (en el último año 27 niños entre 0 y 17 años, de ellos 9 en la franja de 0 a 4 años). La morbilidad se considera que, por cada muerte de ahogamiento, puede haber de 1 a 4 ahogamientos no mortales que requieren hospitalización. 

- Convulsiones en niños. Actuación, recomendaciones y mitos 
Una convulsión es aquella situación en la que, súbitamente, el niño empieza con movimientos musculares repetidos, que suelen acompañarse de pérdida de consciencia. En los niños, la causa más frecuente es la fiebre, es decir, las convulsiones más frecuentes van a ser las llamadas convulsiones febriles, pero existen otras causas como bajada de glucosa (hipoglucemia), traumatismos en la cabeza, infecciones como meningitis, drogas o epilepsia. 

La AEP contribuye a la difusión de guías y recomendaciones actualizadas sobre soporte vital pediátrico, en línea con las directrices internacionales.

sábado, 22 de marzo de 2025

Cine y Pediatría (793) “El tren de los niños”, las madres del sur y las madres del norte

 

La iniciativa “Treni della felicitá” surgió entre 1945 y 1952, una época en la que Italia se recuperaba de toda la destrucción que había dejado la Segunda Guerra Mundial. El sur del país había sido el más golpeado, pues a la pobreza y la falta de empleo se sumaba la escasez de alimentos. Ante esta situación, el Partido Comunista Italiano y la Unión de Mujeres Italianas idearon estos Trenes de la felicidad, cuyo objetivo era trasladar a los menores del sur de Italia al norte, donde serían acogidos por familias que les brindarían educación, alimentación y alojamiento. Toda una experiencia sociológica en Italia que llegó a afectar a unos 70.000 menores que fueron trasladados en estos trenes. Y esta historia tan particular fue reflejada en el libro de Viola Ardone, “Il treno dei bambini”, publicado en 2019 y convertido en un superventas, por lo que la todopoderosa Netflix no ha desaprovechado la oportunidad en convertirlo en película: El tren de los niños (Cristina Comencini, 2024). 

Y es que las guerra y postguerras son siempre un filón para el séptimo arte, y ello es especialmente marcado alrededor de la Segunda Guerra Mundial y su relación con la infancia, tal como ya hemos visto en Cine y Pediatría con películas de diversas nacionalidades: Alemania, año cero (Roberto Rossellini, 1948), Juego prohibidos (René Clément, 1952), El diario de Anna Frank (George Stevens, 1959), La infancia de Iván (Andrei Tarkovsky, 1962), El niño y el muro (Ismael Rodríguez, 1965), El tambor de hojalata (Volker Schöndorff, 1979), Masacre, ven y mira (Elem Klimov, 1985), La vida es bella (Roberto Benigni, 1997), La tumba de las luciérnagas (Isao Takahata, 1998), Hijos de un mismo Dios (Yurek Bogayevicz, 2001), Napola, escuela de élite nazi (Dennis Gansel, 2004), El niño con el pijama de rayas (Mark Herman, 2008), La cinta blanca (Michael Haneke, 2009), La llave de Sarah (Gilles Paquet-Brenner, 2010), Lore (Cate Shortland, 2012), La ladrona de libros (Brian Percival, 2013), La profesora de Historia (Marie-Castille Mention-Schaar, 2014), El viaje de Fanny (Lola Doillon, 2015), La infancia de un líder (Brady Corbet, 2015), Una bolsa de canicas (Christian Duguay, 2017), Sestrenka (mi hermana pequeña) (Aleksandr Galibin, 2019), Jojo Rabbit (Taika Waititi, 2019) o Los niños de Windermere (Michael Samuels, 2020).                      

Y hoy, con El tren de los niños, la película nos muestra el sacrificio que hicieron miles de madres y padres, quienes tuvieron que dejar ir a sus hijos porque apenas podían criarles en un contexto lleno de miseria, así como la solidaridad de las familias que los recibían. Y la historia comienza presentándonos a Amerigo Benvenutti, un solista de violín preparado para un concierto en el año 1994. Una llamada de teléfono le comunica que ha muerto su madre y durante el concierto regresan sus recuerdos al Nápoles de 1946, una ciudad tras los estragos de los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. Ahora conocemos a Amerigo Speranza, de 8 años (Christian Cervone), quien acude con su madre Antonietta (Serena Rossi) a la sede del Partido Comunista, donde explica que está sola porque su marido marchó a trabajar a América, que el hermano menor de 3 años falleció de asma y que es el único hijo que le queda. Allí le dan información para enviarlo en ese tren con otros centenares de menores… y, a partir de ahí, esa madre recibe presiones a favor y en contra de todo el vecindario, también de las monjas: “Los niños no son ni de sus madres ni de sus padres. Son hijos de Dios”. Pero la vida que le espera a Amerigo, en las aventuras con sus amigos Tomassino y Mariuccia, se rodea de pobreza, hambre, suciedad, estraperlo y buscarse la vida entre la miseria. 

Finalmente decide enviarle en ese tren que viaja al norte. Los niños van numerados e identificados, y en la estación del tren algunos vecinos expresan el temor por su futuro (incluso temen que les vayan a meter en hornos crematorios, recordando el holocausto previo), pero también a favor: “¡Los van a alimentar y a cuidar! ¿A cuántos niños se han llevado ya el tracoma, el reumatismo o el cólera? Pensad en ellos. En su futuro. No les robéis esta oportunidad a vuestros hijos. Esta es otra batalla contra el hambre. Si no pensamos nosotras en nuestros hijos, no lo hará nadie”. Y en el tren lleva escrito este mensaje: “Los niños de Nápoles dan las gracias a las mamás de Módena”. Y al llegar a la estación de destino les reciben con todos los honores y banda de música y mensajes esperanzadores: “Ni norte ni sur. Solo existe una Italia”. Allí llegan los padres adoptivos del norte, y al último que eligen es a Amerigo, quien se va con una ex partisana que vive sola, Derna (Barbara Ronchi), quien no se muestra muy entusiasmada, pues ella sabe de política y sindicatos, pero no de niños. Una bella mujer que viste de negro por haber fallecido su amor revolucionario asesinado por los fascistas. Y Amerigo sigue guardando la manzana que su madre le dio al partir, aunque ella le decía que él era un castigo de Dios. 

Las cosas no son fáciles inicialmente para Amerigo, al que, por ser de Nápoles, le dicen en el colegio que huele a pescado. Pero el tiempo juega a su favor, la relación con Derna se hace con el tiempo más maternal y también acaba integrándose en la familia de Derna, donde el hermano de ésta le introduce en la música del violín, instrumento que le regalan con su nombre el día de su cumpleaños. Y es su valor más preciado que lleva de regreso a Nápoles, pasado unos meses, donde su madre le dice que debe empezar a trabajar de ayudante en una zapatería y una vecina le recuerda: “Niño, a tu madre nunca le han dado cariño. Por eso no sabe darlo. Pero ella te ha cuidado siempre. Pues ahora que eres mayor, debes cuidarla tú”. 

Amerigo añora su vida en Módena y la música, pero su madre ha empeñado su violín para conseguir comida. Porque su madre biológica tiene celos de la madre del norte y le oculta que aquella le ha enviado cartas y comida. Y cuando descubre esto, nuestro protagonista regresar a Módena  en busca de su madre del norte (porque para él la madre del sur ha muerto ya). Y su madre verdadera decidió no ir en su busca, pues pensó que era lo mejor para él… y Amerigo cambió su apellido de Speranza a Benvenutti. 

Y cuando Amérigo regresa de adulto a Nápoles al entierro de su madre, allí debajo de la cama encuentra su violín, que la madre desempeñó de nuevo. Un final algo inconcluso que cabe cerrar, con esa dedicatoria final: “A los niños y a las madres de todas las guerras”. Porque ese regreso de Amerigo adulto a su ciudad y su casa simula el de otra película italiana emblemática, cuando el Totó adulto regresa a su pueblo y su cine en Cinema Paradiso. Dos adultos de éxito que recuerdan con añoranza su infancia y lo que les hizo llegar a lo que son. 

La directora italiana Cristina Comencini nos brinda una hermosa película sobre el amor de madre enmarcada en una historia que marco cientos de infancias en plena Segunda Guerra Mundial. Una historia con tres protagonistas, Amerigo (de niño apellidado Speranza, de adulto apellidado Benvenutti), su madre biológica del sur, Antonietta, y su madre adoptiva del norte, Derna, con ese viaje de ida y vuelta, y ese violín que fue la afición y el oficio de nuestro protagonista. Una Italia de posguerra donde prima la pobreza y desigualdad, pero donde la iniciativa de los Trenes de la Felicidad son un ejemplo de solidaridad y empatía entre regiones italianas. Y esta historia nos adentra en el desarraigo de estos niños y niñas al separarse de su entorno familiar, la lucha por adaptarse a una nueva realidad y construir su propia identidad, bien mezclado con la inocencia infantil y el amor maternal, tanto el de las madres del sur como el de la madres del norte.

 

miércoles, 19 de marzo de 2025

El paciente con TEA en Urgencias de Pediatría

 

Desde hace 10 años en nuestro Servicio de Pediatría se lleva a cabo el proyecto TRASTEA, con el objetivo general de reducir el todavía dilatado y complicado recorrido hasta el diagnóstico del trastorno del espectro autista (TEA) , facilitando la detección precoz y la activación de los posibles tratamientos, optimizando así el resultado de estos, y lograr la coordinación interdisciplinaria e interinstitucional de todos los profesionales implicados en el proceso diagnóstico y terapéutico del TEA; así como varios objetivos específicos: mejorar el proceso de detección en Atención Primaria, poner en marcha un Programa de Intervención grupal con familias con niños con diagnóstico de TEA, creación un entorno “Autism Friendly” y desarrollo de programas de formación e investigación en el ámbito del TEA.  

En este sentido, son varias las publicaciones al respecto en este blog, hablando de temas como los programas de Atención Médica Integral en el Trastorno del espectro autista, el decálogo del profesional especializado en autismo o el Hospital amable para niños y niñas con TEA.    

Y como parte de ese hospital amable, queremos compartir la reciente sesión sobre el paciente con TEA en Urgencias de Pediatría, pues son varias los puntos que cabe implementar (y mejorar):  

a) En Admisión: 
- Disponer de paneles de comunicación/fotos o vídeos de simulación del entorno 
- Acompañamiento familiar permanente 
- Sistema de alerta de Historia Clínica 

b) En Triaje y sala de espera: 
- Evitar sala de espera (ofrecer como alternativa un entorno tranquilo) y tiempos de espera prolongados 
- Ofrecer cascos de aislamiento y temporizador 
- Evitar estímulos innecesarios (ruidos, luz, olores fuertes...) 

c) En el Box de atención: 
- Apoyarse en los cuidadores para extraer información relevante y hacerle partícipe del manejo (acercamiento, técnicas de relajación, adaptación de la comunicación...) 
- Emplear apoyos visuales para proceder a la anamnesis/exploración física
- Mantener la consulta con limpieza y orden, evitando estímulos estresantes (bata, guantes....) a ser posible 
- Ofrecer atención médica en el mismo box, evitar sala de espera 
- Evitar exploraciones prescindibles y el contacto físico a ser posible. Simulación de las explicaciones en el cuidador 
- Emplea lenguaje sencillo y escueto, predominando lenguaje visual sobre el verbal
- Modular tono de voz, hablar con calma 
- Mostrar aparataje médico y dejarlo tocar 
- Garantizar personal de referencia durante el proceso de atención médica 

d) Situación especial: crisis de agitación 
- Asegurar un lugar tranquilo (libre de objetos peligrosos) 
- Acompañamiento familiar y apoyarse en el acompañante para el manejo correspondiente 
- Valorar analgesia y/o sedación (habitualmente antipsicóticos como risperidona, olanzapina o haloperidol; BZD (midazolam o lorazepam) 
- Evitar contención mecánica en todo lo posible 

Porque un hosptal “Autism Friendly” debe comenzar en su atención en urgencias.

lunes, 17 de marzo de 2025

Terapia cinematográfica (12). Prescribir películas para entender el embarazo y el parto

 

El embarazo y el parto son procesos profundamente humanos y universales que, aunque son compartidos por mujeres de todas las culturas y regiones, están moldeados por las realidades sociales, económicas, políticas y culturales de cada contexto. En la mayoría de los lugares del planeta Tierra el embarazo no es una elección, sino una obligación. Y, desafortunadamente, la muerte materna se percibe como un hecho natural. Porque cada día nacen en el mundo más de 350.000 niños y niñas al día. Y cada año se producen cerca de 300.000 muertes maternas en todo el mundo en relación con el embarazo y parto-

El embarazo y el parto, como experiencias universales y profundamente transformadoras, han sido desde tiempos inmemoriales una fuente inagotable de inspiración para artistas y cineastas. Estas etapas de la vida, cargadas de simbolismo, emociones y cambios físicos, han sido representadas de diversas maneras a lo largo de la historia del arte (principalmente en la pintura y escultura), ofreciendo una mirada rica y compleja sobre la condición humana y que reflejan las creencias y valores de cada época. Y dentro de las artes, también el séptimo arte ha ofrecido una amplia variedad de representaciones del embarazo y el parto. Desde dramas conmovedores hasta comedias ligeras, pasando por películas documentales, las diferentes historias han explorado tanto los aspectos físicos como emocionales de estas experiencias, donde algunos temas han sido recurrentes: el embarazo y parto como un viaje hacia la maternidad lleno de cambios físicos, psicológicos y emocionales; el cuerpo femenino gestante como un símbolo de fertilidad y creación; el parto como una experiencia dolorosa y transformadora que marca un antes y un después en la vida de una mujer; el vínculo entre la pareja y entre la madre y su hijo; entre otros. 

Y es así que, desde esta sección de Terapia cinematográfica, hoy proponemos un recorrido por 7 películas argumentales sobre distintos enfoques del embarazo y parto en el mundo. Porque también hay películas en que este tema no se trata para entretener, sino para concienciar, y estas son las películas argumentales seleccionadas. Estas películas son, por orden cronológico de estreno: 

- El primer grito (Le premier cri, Gilles de Maistre, 2007), para tener una visión global de la preparación del nacimiento en diferentes culturas del mundo. 

- No llores, mujer (No Woman, No Cry, Christy Turlington, 2010), para acercarnos al problema del embarazo en el mundo. 

- Un feliz acontecimiento (Un heureux événement, Rémi Bezançon, 2011), para aproximarse a la maternidad como experiencia transformadora de la mujer y la familia. 

- Néixer (Nacer) (Néixer, Ana Victoria Pérez, 2012), para concienciarnos del valor del parto respetado, principalmente patente en el primer mundo. 

- Madre (Mabel Lozano, 2013), para reivindicar el hecho diferencial de la maternidad. 

- Fragmentos de una mujer (Pieces of a Woman, Kornél Mundruczó, 2020) , para sufrir la experiencia de la pérdida inesperada de un recién nacido en el parto. 

- Mamífera (Liliana Torres, 2024) , para conocer el sentimiento de una mujer que no desea la maternidad. 

Siete películas argumentales para disponer de una visión poliédrica del embarazo y parto en el mundo a través de diferentes géneros (del documental a la ficción) y desde distintas filmografías.

Se puede revisar el artículo completo en este enlace o en este otro.

sábado, 15 de marzo de 2025

Cine y Pediatría (792) “Monstruo” y el efecto Rashomon de Hirokazu Koreeda

 

Se conoce como efecto Rashomon en el cine a una técnica narrativa en la que un mismo evento se muestra desde múltiples perspectivas, a menudo contradictorias, lo que genera incertidumbre sobre la verdad objetiva. Este efecto toma su nombre de la película japonesa Rashomon (Akira Kurosawa, 1950), allí donde el asesinato de un samurái es relatado de cuatro maneras distintas por los testigos, cada uno con su propia versión de los hechos. Los aspectos clave del efecto Rashomon son cuatro al menos: historia con múltiples perspectivas (a través de los ojos de varios personajes, cada uno con sus propios recuerdos, motivaciones y sesgos), subjetividad de la verdad, narrador fiable solo de manera relativa y generación de ambigüedad. 

Es por ello que el efecto Rashomon deja al espectador con la tarea de interpretar y reconstruir la historia y es una poderosa herramienta narrativa que explora la naturaleza subjetiva de la verdad y la complejidad de la percepción humana. No es nuevo en el cine y otro maestro japonés como Hirokazu Koreeda, el director por antonomasia de Cine y Pediatría, por su extensa y particular visión de la infancia y la familia, lo ha utilizado en su último largometraje: Monstruo (2023). Aquí donde la maestría de Koreeda consigue que con unos hechos banales acaecidos en un colegio teja una trama abigarrada entre dos compañeros de clase de unos 11 años de edad, Minato y Yori, entre la madre de Minato, el profesor Hori, la directora del colegio y el claustro de profesores, y con epicentro recurrente en ese edificio en llamas en donde vemos entrecruzarse las historias y los diversos puntos de vista de los hechos. 

El primer punto de vista es el de la madre de Minato, ya viuda, quien se asoma al balcón en la noche para contemplar el incendio de ese edificio, donde su hijo le pregunta: “Si a un humano le trasplantan un cerebro de cerdo, ¿es un humano o un cerdo?”. Una pregunta extraña que va seguida de un comportamiento extraño, por lo que la madre, Saori, siente que algo va mal, y le pregunta: “¿Qué ha pasado en la escuela?” Y él responde: “Tengo un cerebro de cerdo. Me lo cambiaron por el de un cerdo ¡Eso es lo que me pasa! Soy un monstruo”. Y por ello irrumpe en la escuela exigiendo saber qué está pasando y descubre los malos tratos que recibe del profesor Hori, todo ello en una reunión muy tensa y particular con la directora y otros profesores. 

El segundo punto de vista es el del profesor Hori, recién incorporado a este colegio, cuando su novia le dice: “Deja de intentar ser un buen profesor y sé tú mismo”. Un fortuito encontronazo con Minato le hace sangrar por la nariz, algo aparentemente irrelevante que adquiere mayores dimensiones, y que le hace acabar como oveja expiatoria para no comprometer a la escuela, por lo que es expulsado. Esa duda de malos tratos a los alumnos se cierne sobre él, sale en prensa y todos le abandonan, también su novia, los otros profesores y la directora (más preocupada por la muerte de su nieto). 

El tercer punto de vista es el de Minato y Yori, ambos de familias uniparentales, Minato con su madre vidua y Yori con su padre alcohólico que le maltrata y quien primero aplicó la idea de que su hijo tiene un cerebro de cerdo y él le va a sanar. Entre ambos niños se establece una amistad especial, casi oculta para evitar el acoso del resto de compañeros de clase, y buscan en un túnel y un vagón de tren abandonado su lugar de refugio y juegos, entre ellos ese juego de ¿Quién es el monstruo?, que consiste en adivinar el dibujo con preguntas. 

Al final se van descubriendo algunas capas de la historia, donde casi nada será lo que parece. Koreeda juega con el espectador a través de un hecho trivial y que esconde esa sutil amistad con connotaciones homosexuales entre Minato y Yori que les incomoda ante sí y ante los ojos de los demás. Y las palabras finales de la directora, que sirve para los chicos, para ella y para todos los personajes de esta película: “La felicidad no está hecho solo para unos pocos. No tiene sentido. La felicidad real está al alcance de todos”. Y el regalo que Koreeda nos da con esa escena final de los dos amigos tras el tifón, saliendo del vagón gritando de alegría porque sienten que no han renacido, sino que siendo los mismos pueden ver las cosas de otra manera. Y ello bajo los acordes del piano de Ryūichi Sakamoto. Una película en la que se nos hace cambiar continuamente el rumbo a la hora de entender quién es el monstruo o quizás, simplemente, acabar entendiendo que no había ningún monstruo. Solo el deseo de Minato de reencarnarse en alguien con otros sentimientos, pues nadie parece entender su amistad y atracción homosexual con Yori. 

La película Monstruo de Hirokazu Koreeda es una obra compleja y emotiva que invita a la reflexión sobre diversos temas, entre los que destacan la subjetividad de la verdad (con esas tres partes de la película desde la perspectiva de tres personajes diferentes: la madre furiosa, el profesor acusado y los dos niños), la importancia de la empatía, la complejidad de la infancia (y aquí se abordan temas como el acoso escolar, la identidad de género y la dificultad de expresar las emociones), los prejuicios sociales (y tanto el profesor como esos dos amigos lo viven en sus carnes) y la importancia de la comunicación entre padres e hijos, profesores y alumnos. 

Monstruo es un ejemplo más del cine de Koreeda alrededor de la naturaleza humana, con epicentro en la infancia y familias, tal como hemos visto en Cine y Pediatría ya en otras ochos películas más: Nadie sabe (2004), brutal relato de supervivencia contado a vista de niño; Still Walking/Caminando (2008), sobre la importancia del núcleo familiar, aunque sea una familia desestructurada unida por el cariño, el resentimiento y los secretos; Kiseki/Milagro (2011), ese milagro del reencuentro familiar de dos hermanos que viven separados y que nos acerca a la indisolubilidad espiritual de la familia; De tal padre, tal hijo (2013), donde nos plantea quién es nuestro verdadero hijo, si alguien con el que pasamos todo nuestro tiempo o alguien con el que compartimos la sangre; Nuestra hermana pequeña (2015), profunda reflexión sobre cómo madurar sin la figura de los padres, y hacerlo en un hogar que es un espacio de supervivencia libre de resentimientos; Después de la tormenta (2017), ese infinito y delicado ecosistema producto de relaciones entre abuelos, padres e hijos; Un asunto de familia (2018), donde condensa todos los dilemas acerca de las relaciones humanas y familiares, rompiendo esquemas tradicionales; Broker (2022), donde nos sitúa el contexto familiar bajo el tema nuclear de las adopciones. Y ahora realizamos un viaje por el Japón clásico del séptimo arte de Akira Kurosawa y su Rashomon al nuevo cine japonés de Hirokazu Koreeda y su particular efecto “rashomon” que nos regala con Monstruo.        

 

miércoles, 12 de marzo de 2025

Cribado, enfoque diagnóstico y derivación de los trastornos del sueño en Atención primaria

 

Desde el año 2014 celebramos en nuestro Departamento de Salud Alicante-Hospital General las Reuniones Departamentales de Pediatría entre pediatras Atención Primaria y Atención Hospitalaria, y cuyo objetivo es claro: sumar es la clave. 

Las reuniones se han realizado periódicamente (salvo el periodo de esa pandemia de cuyo nombre no quiero acordarme y de la que ya nadie se acuerda) y en este enlace os dejamos las 63 sesiones departamentales realizadas hasta la fecha, en la que se ha intentado un recorrido por todas las áreas temáticas de la Pediatría, temas que hemos considerado que puedan tener utilidad en la práctica clínica habitual. 

Y hoy, por su interés queremos compartir una de las últimas realizadas, en colaboración con el Servicio de Neurofisiología y que versa sobre los problemas de sueño en la infancia y adolescencia y el valor de las pruebas diagnósticas (incluidos las agendas de sueño, los cuestionarios y los estudios neurofisiológicos). 

Los problemas de sueño en la infancia y la adolescencia son más comunes de lo que se piensa y cabe prestar atención a estos problemas, ya que pueden llevar a consecuencias a corto y largo plazo. La importancia del sueño en la infancia y adolescencia se manifiestan en el desarrollo físico (pues durante el sueño se libera la hormona del crecimiento y fortalece el sistema inmunológico), cognitivo (el sueño es fundamental para la consolidación de la memoria y el aprendizaje), emocional (el sueño reparador favorece la regulación emocional y el bienestar psicológico) y comportamental (el sueño adecuado contribuye a un comportamiento más equilibrado y socialmente adaptado). Y algunas de las consecuencias de la falta de sueño son bajo rendimiento escolar, problemas de conducta, mayor riesgo de accidentes, desarrollo de trastornos de salud mental, o mayor riesgo de obesidad y enfermedades cardiovasculares, entre otras. 

En este enlace os dejamos la presentación de esta sesión, en la que se abordan estos cuatro apartados: 
- Cribado de los trastornos del sueño en las revisiones de salud. 
- Orientación diagnóstica de los trastornos del sueño. 
- Valor de la polisomnografía. 
- Algoritmo de derivación. 

Ya lo dijo Miguel de Cervantes, "El sueño es el mejor remedio", y William Shakespeare, "El sueño es el bálsamo de las mentes heridas". Y muchos otros, incluido ese proverbio irlandés que nos recuerda que "una buena risa y un largo sueño son los mejores remedios en el libro del doctor". Por todo ello, resulta una buena oportunidad incorporar la higiene del sueño en las revisiones de salud en pediatría de Atención Primaria. 

lunes, 10 de marzo de 2025

Emociones. El poder empático del cine

 

Hace algo más de un año hablamos por primera vez en este blog de la Fundación Aprender a Mirar, entidad bajo el protectorado del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, sin ánimo de lucro, que trabaja por la defensa de los usuarios de los medios de comunicación audiovisual, en especial, de los niños y los jóvenes. Esta defensa la lleva a cabo a través de la formación, la información, la acción social de prevención, denuncia y defensa y la promoción de valores.  

Entre los varios proyectos de la Fundación Aprender a Mirar se encuentra el Programa de Educación Audiovisual (PEA), que se pone a trabajar al lado de las instituciones educativas y nos ofrece herramientas útiles y efectivas para trabajar, junto con los menores, contra las adicciones y el uso inadecuado de las tecnologías. El PEA aporta un conjunto de herramientas complementarias, sencillas de usar y aplicar, enriquecedoras y siempre actualizadas, entre ellas: el Boletín educativo mensual, la Revista digital Contraste y web CONTRASTE, así como Webinars trimestrales, con entrevistas a figuras del mundo educativo, sanitario, audiovisual… 



Pues tras un par de años de colaboración con Fundación Aprender a Mirar, en el pasado mes de febrero fui invitado a una de estas webinars, bajo el título “Emociones. El poder empático del cine”. Una entrevista de casi una hora de duración en la que pudimos responder a las siguientes preguntas: 
1. ¿Podemos hablar del cine como una de las herramientas más eficaces a la hora de influir en nuestras emociones y reflexiones? 
2. ¿A través de qué mecanismos se "encienden" o "disparan" las emociones del espectador cuando ve una película? 
3. ¿Qué debe tener en cuenta un espectador cuando va a ver una película? 
4. ¿Qué consejos darías a padres y/o educadores sobre el modo de ver una película? 
5. El cine puede ser una buena herramienta de transmisión de valores ¿lo aconsejas para trabajar temas en el aula o en casa? 
6.- ¿Equiparas el poder del cine al de las series? 
7. ¿Nos dirías algunas películas imprescindibles para visionar con los más jóvenes? 

Y cuyas respuestas partieron de estos tres lustros de experiencias y vivencias junto al proyecto Cine y Pediatría, con ese objetivo de “prescribir” películas argumentales y de aprender a ver el cine con otros ojos a través de la observación narrativa. Y hacer del séptimo arte una oportunidad para la humanización a través de las emociones y reflexiones que nos devuelven sus historias, un lugar de encuentro de la familia y una oportunidad para trasmitir valores a los más jóvenes. Una línea de trabajo la de Cine y Pediatría muy acordee con el planteamiento de Fundación Aprender a Mirar. 

Os dejamos abajo el vídeo de la webinar.

 

sábado, 8 de marzo de 2025

Cine y Pediatría (791) “Las cuatro hijas” que puedes perder por el ISIS

 

En Cine y Pediatría son varias las películas que tratan sobre alguna problemática en África, el segundo continente en extensión y el que atesora mayor número de países. Porque en el continente africano, compuesto por 54 estados y más de 1400 millones de habitantes, el 72% de las muertes se deben a enfermedades contagiosas, como el sida, la tuberculosis, la malaria, las infecciones respiratorias y las complicaciones durante el embarazo y el parto. Allí donde la mortalidad infantil está en aumento en su proporcionalidad en el mundo: si en 1960 se registraban en esos países el 14% de todas las muertes de niños menores de 5 años ocurridas en todo el mundo, ese porcentaje se incrementó hasta el 23% en 1980 y el 43% en 2003 y en esas cifras se mantiene. A estas peculiaridades en sanidad, habría que sumar las circunstancias geopolíticas, aún más complejas. Y en este contexto podemos recordar las siguientes películas: las españolas Lejos de África (Cecilia Bartolomé, 1996), El cuaderno de Sara (Norberto López Amado, 2018) y Adú (Salvador Calvo, 2020); las británicas El jardinero fiel (Fernando Meirelles, 2005), Flor del desierto (Sherry Hormann, 2009) y El niño que domó el viento (Chiwetel Ejiofor, 2019); las estadounidenses Mary y Martha (El coraje de dos madres) (Phillip Noyce, 2013) y La buena mentira (Philippe Falardeau, 2014); las francesas Pequeño país (Eric Barbier, 2020) y Ama Gloria (Marie Amachoukeli-Barsacq, 2023); o la belga Blue Bird (Gust Van Den Berghe, 2011).  Sin embargo, son muy pocas las películas que proceden de un país africano, y en estos casi 15 años de recorrido solo hemos podido hablar de la senegalesa Moolaadé (Protección) (Ousmane Sembène, 2004), la etíope Difret (Zeresenay Mehari, 2014) y la mauritana Timbuktu (Abderrahmane Sissako, 2014).    

Y a esa escasa trilogía de películas desde África, hoy se suma la película tunecina Las cuatro hijas (Kaouther Ben Hania, 2023), documental que utiliza el metateatro, donde los actores y los personajes reales interactúan y reflexionan sobre el proceso de creación de la película, técnica que permite al espectador cuestionar la naturaleza de la verdad y la representación. Y es que esta directora y guionista ya consiguió dos años antes que su película El hombre que vendió su piel (2020) se convirtiera en la primera película tunecina de la historia en ser nominada a los premios Óscar a la mejor película internacional. Y Las cuatro hijas ha recibido este mismo año la nominación al Óscar a mejor película documental y a menor película a la Palma de Oro de Cannes. 

Comienza Las cuatro hijas con esta voz en off de la directora: “En esta película intentaré contar la historia de las hijas de Olfa Hamrouni. Olfa tiene cuatro hijas. Las dos más pequeñas, Ella y Tayssir, aún viven con ella. A las dos mayores, Rahma y Ghofrane, se las comió el lobo”. Y es la propia Kaouther Ben Hania quien explica que la madre y sus dos hijas menores formarán parte de la película, pero que las escenas más duras las harán actrices, así como la interpretación de las hermanas mayores, no presentes. Y todas saben que van a reabrirse las heridas… Porque nos van contando su noche de boda de Olfa, la vida con su marido al que intentó enseñarle a decir “te quiero”, el embarazo de sus cuatro hijas en seis años, el abuso del padre con las hijas en lo verbal y en lo físico y la advertencia de la madre: “¿Habéis oído a vuestro padre? Según él no cabe la menor duda de que todas acabaréis siendo putas. No deis la razón…” Y no cabe duda de que Olfa es una madre obsesionada con el pecado del cuerpo de la mujer, que es lo que le enseñaron sus padres y lo que quiso transmitir a sus hijas. Y de ahí la pregunta que le hace la actriz que quiere conocer al personaje y los motivos: “¿Qué te hace pensar que sus cuerpos pertenecen a un hombre al que aún no conocen, su futuro marido?” Y eran muy duras las palabras que las madres dirigía a sus hijas y que fueron dejando herida. 

En la película aparece en la televisión Zine El Abidine Ben Ali, militar y dictador que fuera presidente de Túnez desde 1987 hasta 2011, cuando las protestas multitudinarias de la revolución tunecina (conocida como la Revolución del Jazmín) acabaron con su poder y tuvo que huir, tomando el poder de forma interina Fouad Mebazaa durante 11 meses, hasta la llegada al poder de Moncef Marzouki y la Asamblea Constituyente que democratizó al país. Y fue en aquellos momentos de la revolución tunecina cuando la madre también pensó hacer la revolución en sus vidas y decide separar a sus hijas del marido, al que casi nunca ven ni les pasa dinero. Y cómo luego escondió a un fugitivo de la cárcel, y el primer año todo fue bien, también con las hijas a las que trataba bien, y todas pensaron que sería el padre que nunca tuvieron. Pero luego comenzó a drogarse y también se aprovechó de ellas… y ellas odiaron cualquier figura paterna. 

El tiempo pasó y las cuatro hijas de Olfa se hicieron mujeres poco a poco… Momento en que llegó al país el recrudecimiento religioso tras esa revolución tunecina y regresó el uso del hiyab y el nicab, pues querían imponer el modelo de mujer tunecina, cómo debía comportarse y qué debía hacer. Y ellas dicen: “No nos dejan hacer lo que nos apetece. Como si fuéramos muñecas a las que manipulan a su antojo, a las que visten como les apetece. Sin derecho a opinar”. Y finalmente las cuatro hermanas aceptaron el hiyab y el nicab, eran las hermanas tapadas. Y con el tiempo las dos hijas mayores, Ghofrane y Rahma, se radicalizaron y se unieron al Estado Islámico en Libia. Se convirtieron en yihadistas en las filas del Dáesh siendo adolescentes y quisieron hacerlo con sus hermanas de 10 y 8 años. Por ello, Olfa salió en la tele para intentar recuperar a sus hijas del Dáesh y todo se hizo muy mediático. Y temía que secuestraran a las más pequeñas para la causa. 

Finalmente Rahma y Ghofrane fueron arrestadas en una cárcel por asociación a banda terrorista. “Yo me preocupaba tanto por ellas que no supe protegerlas”, dice la madre, que trató a sus hijas con la misma dureza que a ella le trataron. Ghofrane tuvo una hija, Fátima, en la cárcel. Y llega el colofón final de esta dura historia: “La pequeña Fátima crece en una cárcel en Libia. Ya tiene 8 años. En enero de 2023, Raha y Ghofrane fueron condenadas a 16 años de cárcel. Olfa, Ella y Tayssir siguen esperando que Túnez las reclame”

Las cuatro hijas ha sido aclamada por la crítica internacional por su originalidad y su valentía, elogiada por su capacidad para abordar temas difíciles de una manera sensible y reflexiva. Y donde podemos encontrar varios temas que no nos pueden dejar indiferentes: la radicalización y el extremismo (y cómo cala en la juventud, manifestado en esas dos hijas mayores, Ghofrane y Rahma, quienes se unieron al Estado Islámico en Libia), la dinámica familiar y complejas relaciones entre Olfa y sus hijas (con esos patrones de comportamiento que se transmiten de generación en generación) y el papel de la mujer en la sociedad tunecina, donde persisten fuertes desigualdades de género. Una película que invita a la emoción y reflexión y que desafía al espectador a cuestionar sus propias ideas sobre la verdad, la mujer, la identidad y la familia. 

Dos consejos para ver esta película. La primera debería ser una constante en el séptimo arte: visionarla en su idioma original (en este caso con la potencia del árabe). Y la segunda, profundizar antes en lo que ha significado y significa el ISIS (por sus siglas en inglés: the Islamic State of Iraq and Syria), popularmente referido como Dáesh y activo desde el año 1999, organización terrorista conocido ampliamente por sus videos de decapitaciones y otros tipos de ejecuciones, tanto de soldados como de civiles y hasta periodistas y miembros de ayuda humanitaria, así como por la destrucción de lugares históricos de herencia cultural. Las ONU consideran al Dáesh responsable de abusos contra los derechos humanos y crímenes de guerra, y aunque se originó en Irak, aliándose con Al Qaeda y participando en la insurgencia iraquí tras la invasión de Irak en 2003, el grupo terrorista se autoproclamó como un califato y se autodenominó como ISIS en junio de 2014, intentando proclamar su autoridad sobre todo el mundo musulmán en materia religiosa, política y militar. 

Y es así que en Las cuatro hijas, las dos hijas mayores de Olfa fueron reclutadas por el Dáesh y casi lo consiguen con las dos pequeñas. Una peculiar película documental con una filmación híbrida entre la vida y el teatro, ente la luz y la oscuridad. Y es que desde que culminara la democrática Revolución del Jazmín, el cine tunecino ha sido liderado artísticamente por mujeres de enorme talento, y casi la totalidad de películas que se exportan a circuitos internacionales tienen firma femenina y penetrante mirada social. Sirva esta primera película tunecina en Cine y Pediatría como ejemplo, dolorosa revisión de cómo puede destruir a una familia una cultura instalada en una sociedad patriarcal y el extremismo islámico.

 

miércoles, 5 de marzo de 2025

Comienza el curso de Continuum "Enfermedades exantemáticas víricas 2025"

 

Mañana comienza el curso de Continuum "Enfermedades exantemáticas víricas 2025", un curso coordinado por la Sociedad Española de Infectología Pediátrica (SEIP). Es su segunda edición, tras la realizada en el año 2022. 

Este curso proporcionará al alumno conocimientos y habilidades necesarios para mantener y mejorar su competencia en el diagnóstico y manejo de las principales enfermedades exantemáticas víricas, reconociendo aquellas situaciones que, bien por las características de la propia infección, bien por las características del huésped, requieran un diagnóstico y manejo diferencial, más allá del tratamiento sintomático. 

Los objetivos del curso son: 
- Reconocer las lesiones elementales dermatológicas presentes en las enfermedades exantemáticas víricas de mayor interés, su distribución y características diferenciales. 
- Plantear un adecuado diagnóstico diferencial de la infección, incluyendo infecciones de origen bacteriano u otra etiología que requieran un abordaje distinto. 
- Realizar un tratamiento correcto, más allá del sintomático, cuando esté indicado (como casos graves de algunas etiologías o complicaciones). 
- Actualizar las medidas preventivas según la evidencia científica (prevención primaria-vacunación, evitar contagios en centros educativos, etc.). 

Y estos serán los capítulos que se van a tratar: 
- Lesiones dermatológicas víricas. Generalidades 
- Exantemas maculopapulosos (I) 
- Exantemas máculo-papulosos (II). Exantemas paravirales 
- Exantemas purpúrico-petequiales 
- Exantemas vesiculosos 

El curso comienza el 6 de marzo de 2025 y estará en activo hasta el 24 de abril. Un curso tutorizado en cada una de las cinco unidades didácticas y con 62 horas lectivas. 

Toda la información e inscripciones en la página web de Continuum. Os esperamos...

lunes, 3 de marzo de 2025

Nuevo número de Evidencias en Pediatría: diciembre 2024

 

Un nuevo trimestre y un nuevo número trimestral de la revista Evidencias en Pediatría ha llegado: ciencia con calidad y conciencia. 

El número libre en todos sus contenidos pueden ser consultados en este enlace, pero os dejamos los temas tratados. 

Editorial: 

Nuevos criterios de Phoenix: avanzando hacia el futuro en la mejora del diagnóstico y tratamiento de la sepsis pediátrica 

Artículos Valorados Críticamente: 

El calostro aplicado en la orofaringe de los niños prematuros puede disminuir las infecciones y la mortalidad 

La escala de Phoenix es la mejor herramienta actual para diagnosticar y pronosticar la sepsis y el shock séptico en Pediatría 

El uso de antibióticos se asocia a un mayor riesgo de enfermedad de Kawasaki 

¿Es la irrigación transanal efectiva para mejorar los síntomas en niños con estreñimiento funcional? 

Los recién nacidos de madres inmigrantes tienen un mayor riesgo perinatal, siendo distinto según el motivo de la migración 

El dupilumab también es eficaz para la esofagitis eosinofílica en menores de 12 años 

Displasia de desarrollo de caderas: ¿podemos seguir confiando en las maniobras clínicas? 

Esofagitis eosinofílica pediátrica: ventanas de oportunidad 

La prevención de la caries infantil merece más esfuerzo 

Los síntomas de los sarcomas de partes blandas en Pediatría varían con la edad y la localización 

Paracetamol y neurodesarrollo: nuevos datos sobre la seguridad de su empleo durante el embarazo 

Fundamentos de Medicina Basada en la Evidencia: 

Búsqueda bibliográfica sistematizada. Fuentes de información

sábado, 1 de marzo de 2025

Cine y Pediatría (790) “El último vagón”, oda a la escuela

 

Ángeles Doñate, periodista española de formación y vocación, ha combinado su trabajo en periódicos y revistas con la enseñanza y la comunicación institucional, siempre vinculada al mundo educativo. Además, consta en su biografía que dedica parte de su tiempo a enseñar a leer y a escribir a personas adultas de manera voluntaria. Está claro que la docencia no le es ajena. En su faceta literaria, tras publicar algunos libros de ensayo, dio su salto a la novela con “El invierno en que tomamos cartas en el asunto” (2015), y entre sus obras hay una posterior que ha alcanzado gran popularidad, adaptada al cine, y que rinde homenaje a las escuelas y maestros comprometidos: “El último vagón” (2019), una historia conmovedora ambientada en México y que desde ese país, y distribuía por Netflix, ha visto su adaptación cinematográfica con título homónimo.
 
El último vagón (Ernesto Contreras, 2023) es una película sencilla con mensajes poderosos, buen cine para ver en familia. Allí donde poder revisar temas de tanto interés como la importancia de la educación (especialmente en comunidades marginadas), el valor de los maestros, la amistad y solidaridad desde la más tierna infancia, así como la resiliencia y esperanza desde las familias. Nuestro protagonista es Ikal Machuca (Kaarlo Isaacs), un niño de 11 años, hijo de unos obreros que trabajan en la construcción de las vías del ferrocarril, nómadas por el país. En el nuevo destino acudirá a la escuela vagón Malinalli Teneplat, donde la maestra Georgina (Adriana Barraza), hará todo lo posible para que Ikal aprende a leer y pueda convivir con sus nuevos compañeros (Valentina, Chico, Tuerto,…) y su perro Quetzal. Cabe destacar que en la novela se habla de un maestro, Don Ernesto, que aquí se transforma en maestra, Doña Georgina. Pero no importa el sexo, sino los grandes mensajes que el maestro / la maestra vierten en ese alma en construcción que es todo niño y niña que acude a las aulas. Estos son algunos de las frases inspiradoras que Doña Georgina a Ikal: “Le felicito, joven. Acaba usted de leer su primer libro” o “Mientras usted esté vivo, usted puede convertirse en lo que quiera y puede vivir en donde quiera. Usted que está vivo, escoja bien su vida. Elija bien lo que quiere para que sea feliz”

Pasa el tiempo y vivimos la convivencia de estos compañeros de clase (las aventuras en el río, la llegada del circo, el primer amor,…), tiempo en el que Ikal recibe la gran noticia de que sus padres deciden quedarse ya en este pueblo. Y a la pregunta de la maestra, “¿Alguna vez usted ha pensado lo que quisiera ser de grande?”, su respuesta es contundente, pues quiere ser maestro. Pero cuando el padre fallece, tienen que volver a partir y dejar todo lo que le hacía feliz, incluyendo el apoyo de esa maestra que le despide así: “Es usted un tritón. Alguien que sabe adaptarse a cualquier lugar. Nunca se subestime, Ikal”. Y antes de partir y que Ikal diga “No quiero volver aquí…”, la maestra adelanta la foto de fin de curso con todos los alumnos. 

Y esa foto en blanco y negro es la que nos enlaza con otro personaje que se nos ha presentado entre la historia previa. Es un joven inspector de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Hugo Valenzuela (Guillermo Villegas), quien tiene la misión de comunicar el cierre de muchas escuelas rurales. Y una de estas escuelas es la que hemos conocido, y cuando llega le comunican que ya hace siete años que la directora falleció, y ahora es otra joven maestra la que se hace cargo. No es difícil intuir que esa joven es su compañera Valentina, y que este inspector es Ikal, en realidad Ikal Hugo Machuca Valenzuela, quien enfadado por lo ocurrido rompió con su pasado y decidió utilizar su segundo nombre y apellido. Y con los recuerdos de esa foto de fin de curso, recuerdan el tiempo pasado y sus amigos, pero también llega el compromiso, pues ambos deciden hacerse cargo de esta escuela rural y cumplir el sueño que les inculcó aquella apasionada maestra. 

En un viaje que le llevará a reencontrarse con su pasado, Ikal/Hugo deberá jugarse su futuro, descubriendo que hay huellas que no se pueden borrar, como la familia, los amigos y la escuela. Como las del primer amor o las de un maestro, que a través de la curiosidad y el cariño, nos abre las ventanas al mundo. Y ya lo decía el famoso escritor de radio y televisión estadounidense, Andy Rooney, en un pensamiento que ya es un clásico: “La mayoría de nosotros no tenemos más de cinco o seis personas que nos recuerdan. Los maestros tienen miles de personas que les recuerdan por el resto de sus vidas”

Una novela escrita por una barcelonesa con sabor a México, dirigida por un mexicano, con localizaciones en Tlaxcala, Puebla y Veracruz, y con un contexto histórico real, pues la película hace referencia a las "escuelas Artículo 123", que fueron instituciones educativas creadas en México durante los años 20 y 30 para atender a los hijos de los trabajadores de empresas agrícolas e industriales, especialmente aquellos que se desplazaban por el país. Y que es el contexto de nuestra historia… con esas familias de trabajadores ferroviarios y ese último vagón que cabe no perder. 

Porque El último vagón nos deja al menos estos cuatro mensajes para compartir con los más pequeños de la familia: la educación como motor de cambio (y herramienta fundamental para combatir la desigualdad y construir un futuro más justo), la huella imborrable de un buen maestro o maestra, la importancia de los sueños (y de no rendirnos ante las dificultades) y el poder de la comunidad (con la familia y la escuela en el epicentro). 

La enésima oda a la escuela, a los maestros y a la educación. Y porque la vida nos enseña que es la mejor maestra.