sábado, 8 de marzo de 2025

Cine y Pediatría (791) “Las cuatro hijas” que puedes perder por el ISIS

 

En Cine y Pediatría son varias las películas que tratan sobre alguna problemática en África, el segundo continente en extensión y el que atesora mayor número de países. Porque en el continente africano, compuesto por 54 estados y más de 1400 millones de habitantes, el 72% de las muertes se deben a enfermedades contagiosas, como el sida, la tuberculosis, la malaria, las infecciones respiratorias y las complicaciones durante el embarazo y el parto. Allí donde la mortalidad infantil está en aumento en su proporcionalidad en el mundo: si en 1960 se registraban en esos países el 14% de todas las muertes de niños menores de 5 años ocurridas en todo el mundo, ese porcentaje se incrementó hasta el 23% en 1980 y el 43% en 2003 y en esas cifras se mantiene. A estas peculiaridades en sanidad, habría que sumar las circunstancias geopolíticas, aún más complejas. Y en este contexto podemos recordar las siguientes películas: las españolas Lejos de África (Cecilia Bartolomé, 1996), El cuaderno de Sara (Norberto López Amado, 2018) y Adú (Salvador Calvo, 2020); las británicas El jardinero fiel (Fernando Meirelles, 2005), Flor del desierto (Sherry Hormann, 2009) y El niño que domó el viento (Chiwetel Ejiofor, 2019); las estadounidenses Mary y Martha (El coraje de dos madres) (Phillip Noyce, 2013) y La buena mentira (Philippe Falardeau, 2014); las francesas Pequeño país (Eric Barbier, 2020) y Ama Gloria (Marie Amachoukeli-Barsacq, 2023); o la belga Blue Bird (Gust Van Den Berghe, 2011).  Sin embargo, son muy pocas las películas que proceden de un país africano, y en estos casi 15 años de recorrido solo hemos podido hablar de la senegalesa Moolaadé (Protección) (Ousmane Sembène, 2004), la etíope Difret (Zeresenay Mehari, 2014) y la mauritana Timbuktu (Abderrahmane Sissako, 2014).    

Y a esa escasa trilogía de películas desde África, hoy se suma la película tunecina Las cuatro hijas (Kaouther Ben Hania, 2023), documental que utiliza el metateatro, donde los actores y los personajes reales interactúan y reflexionan sobre el proceso de creación de la película, técnica que permite al espectador cuestionar la naturaleza de la verdad y la representación. Y es que esta directora y guionista ya consiguió dos años antes que su película El hombre que vendió su piel (2020) se convirtiera en la primera película tunecina de la historia en ser nominada a los premios Óscar a la mejor película internacional. Y Las cuatro hijas ha recibido este mismo año la nominación al Óscar a mejor película documental y a menor película a la Palma de Oro de Cannes. 

Comienza Las cuatro hijas con esta voz en off de la directora: “En esta película intentaré contar la historia de las hijas de Olfa Hamrouni. Olfa tiene cuatro hijas. Las dos más pequeñas, Ella y Tayssir, aún viven con ella. A las dos mayores, Rahma y Ghofrane, se las comió el lobo”. Y es la propia Kaouther Ben Hania quien explica que la madre y sus dos hijas menores formarán parte de la película, pero que las escenas más duras las harán actrices, así como la interpretación de las hermanas mayores, no presentes. Y todas saben que van a reabrirse las heridas… Porque nos van contando su noche de boda de Olfa, la vida con su marido al que intentó enseñarle a decir “te quiero”, el embarazo de sus cuatro hijas en seis años, el abuso del padre con las hijas en lo verbal y en lo físico y la advertencia de la madre: “¿Habéis oído a vuestro padre? Según él no cabe la menor duda de que todas acabaréis siendo putas. No deis la razón…” Y no cabe duda de que Olfa es una madre obsesionada con el pecado del cuerpo de la mujer, que es lo que le enseñaron sus padres y lo que quiso transmitir a sus hijas. Y de ahí la pregunta que le hace la actriz que quiere conocer al personaje y los motivos: “¿Qué te hace pensar que sus cuerpos pertenecen a un hombre al que aún no conocen, su futuro marido?” Y eran muy duras las palabras que las madres dirigía a sus hijas y que fueron dejando herida. 

En la película aparece en la televisión Zine El Abidine Ben Ali, militar y dictador que fuera presidente de Túnez desde 1987 hasta 2011, cuando las protestas multitudinarias de la revolución tunecina (conocida como la Revolución del Jazmín) acabaron con su poder y tuvo que huir, tomando el poder de forma interina Fouad Mebazaa durante 11 meses, hasta la llegada al poder de Moncef Marzouki y la Asamblea Constituyente que democratizó al país. Y fue en aquellos momentos de la revolución tunecina cuando la madre también pensó hacer la revolución en sus vidas y decide separar a sus hijas del marido, al que casi nunca ven ni les pasa dinero. Y cómo luego escondió a un fugitivo de la cárcel, y el primer año todo fue bien, también con las hijas a las que trataba bien, y todas pensaron que sería el padre que nunca tuvieron. Pero luego comenzó a drogarse y también se aprovechó de ellas… y ellas odiaron cualquier figura paterna. 

El tiempo pasó y las cuatro hijas de Olfa se hicieron mujeres poco a poco… Momento en que llegó al país el recrudecimiento religioso tras esa revolución tunecina y regresó el uso del hiyab y el nicab, pues querían imponer el modelo de mujer tunecina, cómo debía comportarse y qué debía hacer. Y ellas dicen: “No nos dejan hacer lo que nos apetece. Como si fuéramos muñecas a las que manipulan a su antojo, a las que visten como les apetece. Sin derecho a opinar”. Y finalmente las cuatro hermanas aceptaron el hiyab y el nicab, eran las hermanas tapadas. Y con el tiempo las dos hijas mayores, Ghofrane y Rahma, se radicalizaron y se unieron al Estado Islámico en Libia. Se convirtieron en yihadistas en las filas del Dáesh siendo adolescentes y quisieron hacerlo con sus hermanas de 10 y 8 años. Por ello, Olfa salió en la tele para intentar recuperar a sus hijas del Dáesh y todo se hizo muy mediático. Y temía que secuestraran a las más pequeñas para la causa. 

Finalmente Rahma y Ghofrane fueron arrestadas en una cárcel por asociación a banda terrorista. “Yo me preocupaba tanto por ellas que no supe protegerlas”, dice la madre, que trató a sus hijas con la misma dureza que a ella le trataron. Ghofrane tuvo una hija, Fátima, en la cárcel. Y llega el colofón final de esta dura historia: “La pequeña Fátima crece en una cárcel en Libia. Ya tiene 8 años. En enero de 2023, Raha y Ghofrane fueron condenadas a 16 años de cárcel. Olfa, Ella y Tayssir siguen esperando que Túnez las reclame”

Las cuatro hijas ha sido aclamada por la crítica internacional por su originalidad y su valentía, elogiada por su capacidad para abordar temas difíciles de una manera sensible y reflexiva. Y donde podemos encontrar varios temas que no nos pueden dejar indiferentes: la radicalización y el extremismo (y cómo cala en la juventud, manifestado en esas dos hijas mayores, Ghofrane y Rahma, quienes se unieron al Estado Islámico en Libia), la dinámica familiar y complejas relaciones entre Olfa y sus hijas (con esos patrones de comportamiento que se transmiten de generación en generación) y el papel de la mujer en la sociedad tunecina, donde persisten fuertes desigualdades de género. Una película que invita a la emoción y reflexión y que desafía al espectador a cuestionar sus propias ideas sobre la verdad, la mujer, la identidad y la familia. 

Dos consejos para ver esta película. La primera debería ser una constante en el séptimo arte: visionarla en su idioma original (en este caso con la potencia del árabe). Y la segunda, profundizar antes en lo que ha significado y significa el ISIS (por sus siglas en inglés: the Islamic State of Iraq and Syria), popularmente referido como Dáesh y activo desde el año 1999, organización terrorista conocido ampliamente por sus videos de decapitaciones y otros tipos de ejecuciones, tanto de soldados como de civiles y hasta periodistas y miembros de ayuda humanitaria, así como por la destrucción de lugares históricos de herencia cultural. Las ONU consideran al Dáesh responsable de abusos contra los derechos humanos y crímenes de guerra, y aunque se originó en Irak, aliándose con Al Qaeda y participando en la insurgencia iraquí tras la invasión de Irak en 2003, el grupo terrorista se autoproclamó como un califato y se autodenominó como ISIS en junio de 2014, intentando proclamar su autoridad sobre todo el mundo musulmán en materia religiosa, política y militar. 

Y es así que en Las cuatro hijas, las dos hijas mayores de Olfa fueron reclutadas por el Dáesh y casi lo consiguen con las dos pequeñas. Una peculiar película documental con una filmación híbrida entre la vida y el teatro, ente la luz y la oscuridad. Y es que desde que culminara la democrática Revolución del Jazmín, el cine tunecino ha sido liderado artísticamente por mujeres de enorme talento, y casi la totalidad de películas que se exportan a circuitos internacionales tienen firma femenina y penetrante mirada social. Sirva esta primera película tunecina en Cine y Pediatría como ejemplo, dolorosa revisión de cómo puede destruir a una familia una cultura instalada en una sociedad patriarcal y el extremismo islámico.

 

miércoles, 5 de marzo de 2025

Comienza el curso de Continuum "Enfermedades exantemáticas víricas 2025"

 

Mañana comienza el curso de Continuum "Enfermedades exantemáticas víricas 2025", un curso coordinado por la Sociedad Española de Infectología Pediátrica (SEIP). Es su segunda edición, tras la realizada en el año 2022. 

Este curso proporcionará al alumno conocimientos y habilidades necesarios para mantener y mejorar su competencia en el diagnóstico y manejo de las principales enfermedades exantemáticas víricas, reconociendo aquellas situaciones que, bien por las características de la propia infección, bien por las características del huésped, requieran un diagnóstico y manejo diferencial, más allá del tratamiento sintomático. 

Los objetivos del curso son: 
- Reconocer las lesiones elementales dermatológicas presentes en las enfermedades exantemáticas víricas de mayor interés, su distribución y características diferenciales. 
- Plantear un adecuado diagnóstico diferencial de la infección, incluyendo infecciones de origen bacteriano u otra etiología que requieran un abordaje distinto. 
- Realizar un tratamiento correcto, más allá del sintomático, cuando esté indicado (como casos graves de algunas etiologías o complicaciones). 
- Actualizar las medidas preventivas según la evidencia científica (prevención primaria-vacunación, evitar contagios en centros educativos, etc.). 

Y estos serán los capítulos que se van a tratar: 
- Lesiones dermatológicas víricas. Generalidades 
- Exantemas maculopapulosos (I) 
- Exantemas máculo-papulosos (II). Exantemas paravirales 
- Exantemas purpúrico-petequiales 
- Exantemas vesiculosos 

El curso comienza el 6 de marzo de 2025 y estará en activo hasta el 24 de abril. Un curso tutorizado en cada una de las cinco unidades didácticas y con 62 horas lectivas. 

Toda la información e inscripciones en la página web de Continuum. Os esperamos...

lunes, 3 de marzo de 2025

Nuevo número de Evidencias en Pediatría: diciembre 2024

 

Un nuevo trimestre y un nuevo número trimestral de la revista Evidencias en Pediatría ha llegado: ciencia con calidad y conciencia. 

El número libre en todos sus contenidos pueden ser consultados en este enlace, pero os dejamos los temas tratados. 

Editorial: 

Nuevos criterios de Phoenix: avanzando hacia el futuro en la mejora del diagnóstico y tratamiento de la sepsis pediátrica 

Artículos Valorados Críticamente: 

El calostro aplicado en la orofaringe de los niños prematuros puede disminuir las infecciones y la mortalidad 

La escala de Phoenix es la mejor herramienta actual para diagnosticar y pronosticar la sepsis y el shock séptico en Pediatría 

El uso de antibióticos se asocia a un mayor riesgo de enfermedad de Kawasaki 

¿Es la irrigación transanal efectiva para mejorar los síntomas en niños con estreñimiento funcional? 

Los recién nacidos de madres inmigrantes tienen un mayor riesgo perinatal, siendo distinto según el motivo de la migración 

El dupilumab también es eficaz para la esofagitis eosinofílica en menores de 12 años 

Displasia de desarrollo de caderas: ¿podemos seguir confiando en las maniobras clínicas? 

Esofagitis eosinofílica pediátrica: ventanas de oportunidad 

La prevención de la caries infantil merece más esfuerzo 

Los síntomas de los sarcomas de partes blandas en Pediatría varían con la edad y la localización 

Paracetamol y neurodesarrollo: nuevos datos sobre la seguridad de su empleo durante el embarazo 

Fundamentos de Medicina Basada en la Evidencia: 

Búsqueda bibliográfica sistematizada. Fuentes de información

sábado, 1 de marzo de 2025

Cine y Pediatría (790) “El último vagón”, oda a la escuela

 

Ángeles Doñate, periodista española de formación y vocación, ha combinado su trabajo en periódicos y revistas con la enseñanza y la comunicación institucional, siempre vinculada al mundo educativo. Además, consta en su biografía que dedica parte de su tiempo a enseñar a leer y a escribir a personas adultas de manera voluntaria. Está claro que la docencia no le es ajena. En su faceta literaria, tras publicar algunos libros de ensayo, dio su salto a la novela con “El invierno en que tomamos cartas en el asunto” (2015), y entre sus obras hay una posterior que ha alcanzado gran popularidad, adaptada al cine, y que rinde homenaje a las escuelas y maestros comprometidos: “El último vagón” (2019), una historia conmovedora ambientada en México y que desde ese país, y distribuía por Netflix, ha visto su adaptación cinematográfica con título homónimo.
 
El último vagón (Ernesto Contreras, 2023) es una película sencilla con mensajes poderosos, buen cine para ver en familia. Allí donde poder revisar temas de tanto interés como la importancia de la educación (especialmente en comunidades marginadas), el valor de los maestros, la amistad y solidaridad desde la más tierna infancia, así como la resiliencia y esperanza desde las familias. Nuestro protagonista es Ikal Machuca (Kaarlo Isaacs), un niño de 11 años, hijo de unos obreros que trabajan en la construcción de las vías del ferrocarril, nómadas por el país. En el nuevo destino acudirá a la escuela vagón Malinalli Teneplat, donde la maestra Georgina (Adriana Barraza), hará todo lo posible para que Ikal aprende a leer y pueda convivir con sus nuevos compañeros (Valentina, Chico, Tuerto,…) y su perro Quetzal. Cabe destacar que en la novela se habla de un maestro, Don Ernesto, que aquí se transforma en maestra, Doña Georgina. Pero no importa el sexo, sino los grandes mensajes que el maestro / la maestra vierten en ese alma en construcción que es todo niño y niña que acude a las aulas. Estos son algunos de las frases inspiradoras que Doña Georgina a Ikal: “Le felicito, joven. Acaba usted de leer su primer libro” o “Mientras usted esté vivo, usted puede convertirse en lo que quiera y puede vivir en donde quiera. Usted que está vivo, escoja bien su vida. Elija bien lo que quiere para que sea feliz”

Pasa el tiempo y vivimos la convivencia de estos compañeros de clase (las aventuras en el río, la llegada del circo, el primer amor,…), tiempo en el que Ikal recibe la gran noticia de que sus padres deciden quedarse ya en este pueblo. Y a la pregunta de la maestra, “¿Alguna vez usted ha pensado lo que quisiera ser de grande?”, su respuesta es contundente, pues quiere ser maestro. Pero cuando el padre fallece, tienen que volver a partir y dejar todo lo que le hacía feliz, incluyendo el apoyo de esa maestra que le despide así: “Es usted un tritón. Alguien que sabe adaptarse a cualquier lugar. Nunca se subestime, Ikal”. Y antes de partir y que Ikal diga “No quiero volver aquí…”, la maestra adelanta la foto de fin de curso con todos los alumnos. 

Y esa foto en blanco y negro es la que nos enlaza con otro personaje que se nos ha presentado entre la historia previa. Es un joven inspector de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Hugo Valenzuela (Guillermo Villegas), quien tiene la misión de comunicar el cierre de muchas escuelas rurales. Y una de estas escuelas es la que hemos conocido, y cuando llega le comunican que ya hace siete años que la directora falleció, y ahora es otra joven maestra la que se hace cargo. No es difícil intuir que esa joven es su compañera Valentina, y que este inspector es Ikal, en realidad Ikal Hugo Machuca Valenzuela, quien enfadado por lo ocurrido rompió con su pasado y decidió utilizar su segundo nombre y apellido. Y con los recuerdos de esa foto de fin de curso, recuerdan el tiempo pasado y sus amigos, pero también llega el compromiso, pues ambos deciden hacerse cargo de esta escuela rural y cumplir el sueño que les inculcó aquella apasionada maestra. 

En un viaje que le llevará a reencontrarse con su pasado, Ikal/Hugo deberá jugarse su futuro, descubriendo que hay huellas que no se pueden borrar, como la familia, los amigos y la escuela. Como las del primer amor o las de un maestro, que a través de la curiosidad y el cariño, nos abre las ventanas al mundo. Y ya lo decía el famoso escritor de radio y televisión estadounidense, Andy Rooney, en un pensamiento que ya es un clásico: “La mayoría de nosotros no tenemos más de cinco o seis personas que nos recuerdan. Los maestros tienen miles de personas que les recuerdan por el resto de sus vidas”

Una novela escrita por una barcelonesa con sabor a México, dirigida por un mexicano, con localizaciones en Tlaxcala, Puebla y Veracruz, y con un contexto histórico real, pues la película hace referencia a las "escuelas Artículo 123", que fueron instituciones educativas creadas en México durante los años 20 y 30 para atender a los hijos de los trabajadores de empresas agrícolas e industriales, especialmente aquellos que se desplazaban por el país. Y que es el contexto de nuestra historia… con esas familias de trabajadores ferroviarios y ese último vagón que cabe no perder. 

Porque El último vagón nos deja al menos estos cuatro mensajes para compartir con los más pequeños de la familia: la educación como motor de cambio (y herramienta fundamental para combatir la desigualdad y construir un futuro más justo), la huella imborrable de un buen maestro o maestra, la importancia de los sueños (y de no rendirnos ante las dificultades) y el poder de la comunidad (con la familia y la escuela en el epicentro). 

La enésima oda a la escuela, a los maestros y a la educación. Y porque la vida nos enseña que es la mejor maestra.