miércoles, 23 de abril de 2025

Vacunación en pacientes pediátricos con enfermedades reumáticas

 

Las enfermedades reumáticas en la edad pediátrica son condiciones crónicas que pueden causar dolor, limitación funcional, fatiga y complicaciones sistémicas, afectando significativamente la calidad de vida de los niños y adolescentes y teniendo implicaciones a largo plazo. Su diagnóstico y tratamiento son complejos y requieren un enfoque multidisciplinar

Dentro de la calidad de vida de estos jóvenes pacientes con enfermedades reumáticas, es importante tener actualizado el calendario vacunal. Se recomienda revisarlo anualmente y, si es necesario y posible, implementar un calendario acelerado de vacunación, así como actualizar el calendario de los convivientes. 

En el reciente tríptico, elaborado por la Sociedad Española de Reumatología Pediátrica (SERPE), con el aval del Comité Asesor de Vacunas (CAV-AEP), se expone que, en general, se deben administrar las vacunas recomendadas según el calendario de vacunación vigente, pero con algunas puntualizaciones: 

- Se recomienda actualizar el calendario de vacunación 2-4 semanas antes de iniciar un tratamiento inmunosupresor con el objetivo de maximizar la eficacia vacunal. Nunca retrasar el inicio de un tratamiento necesario por la vacunación. 

- Es recomendable administrar las vacunas durante la fase estable de la enfermedad. 

- Los pacientes vacunados en las 2 semanas antes del inicio del tratamiento o durante el mismo, pueden necesitar ser revacunados tras suspender la inmunosupresión, se recomienda hacer control serológico. 

- Para administración de vacunas inactivadas no es necesario interrumpir la medicación: a) se podría valorar retrasar 2 semanas el metotrexato y rituximab en pacientes estables tras la vacunación antigripal; b) se recomienda diferirlas si toman dosis de prednisona ≥20 mg/día o equivalente. 

- En caso herida tetanígena en pacientes que han recibido tratamiento que depleciona las células B en los 6 meses previos, se recomienda poner además de una dosis de vacuna, inmunización pasiva (inmunoglobulinas). 

- Se recomienda la vacuna VPH según calendario en todos los pacientes mujeres y hombres a partir de los 9 años, especialmente en aquellos con LES. Se recomiendan 3 dosis (0, 1-2 y 6 m) en pacientes con tratamiento inmunosupresor, preferentemente VPH9. 

- Actualmente existe indicación de administrar a pacientes mayores de 18 años con inmunodepresión grave, la vacuna recombinante contra el herpes zóster. 

Pero en el tríptico, que se puede consultar en este enlace, podemos encontrar información sobre: 
- Vacunas especialmente recomendadas. 
- Vacunas con recomendaciones específicas. 
- Vacunas de actualización periódica: gripe y SARS-CoV-2. 

lunes, 21 de abril de 2025

Comienza el curso de Continuum "Medicina medioambiental: qué hacer para mejorar mi salud y la de todos"

 

En breve comienza un nuevo curso de Continuum: "Medicina medioambiental: qué hacer para mejorar mi salud y la de todos", un curso coordinado por el Comité de Salud Medioambiental de la AEP. 

Este curso proporcionará al alumno una sólida formación para la asistencia comunitaria e individualizada sobre los factores medioambientales que afectan a la salud de los niños. Exponiéndolo a los problemas de la salud medioambiental de la infancia y adolescencia en la práctica clínica. 

Los objetivos del curso son: 
- Conocer las características de vulnerabilidad especial y susceptibilidad de la infancia, embarazo y periodo de lactancia a los contaminantes medioambientales. 
- Desarrollar la historia clínica medioambiental como herramienta de trabajo para abordar un aprendizaje basado en los problemas. 
- Desarrollar un plan para reducir la exposición de un paciente a los contaminantes en la casa y la escuela. 
- Reconocer los aspectos esenciales de un modelo de salud planetaria en el que todo está interconectado. - Promover estilos de vida más saludables para crear ambientes más saludables. 
- Enfrentarse a temas complejos aportando soluciones creativas e innovadoras. 
- Evaluar el impacto de las estrategias implementadas para reducir la exposición a contaminantes en la salud de niños y adolescentes. 
- Diseñar estrategias de educación comunitaria para sensibilizar sobre los riesgos ambientales en la infancia y adolescencia. 
- Conocer los modelos de innovación aplicados a la salud medioambiental. 
- Describir las amenazas, retos y oportunidades de la salud medioambiental. 
- Conocer las principales bases de datos de búsqueda de información en salud medioambiental para aplicar en la práctica clínica. 

Y estos serán los capítulos que se van a tratar: 
- Conceptos básicos 
- Unidades clínicas de salud medioambiental pediátrica y sus herramientas clínicas 
- Salud medioambiental escolar 
- Manejo ambiental de la contaminación atmosférica en la consulta 
- Estudios de casos clínicos (Parte I) 
- Estudios de casos clínicos (Parte II) 

El curso comienza el 8 de mayo de 2025 y estará en activo hasta el 3 de julio. Un curso tutorizado en cada una de las siete unidades didácticas. 

Toda la información e inscripciones en la página web de Continuum. Os esperamos...

sábado, 19 de abril de 2025

Cine y Pediatría (797) Ni distintos, ni diferentes: “Campeones” (con ese o con equis)

 

Javier Fesser funda en 1992, junto con el productor Luis Manso, la productora Películas Pendelton, caracterizada por utilizar la fantasía como recurso, con ese humor absurdo y surrealista, personajes atípicos y marginales, y todo sembrado de optimismo y humanismo a través de original estética visual. Los dos primeros trabajos que escribe y dirige son los cortometrajes Aquel ritmillo (1995) y El secdleto de la tlompeta (1996), que se convierten en los dos cortos más premiados del cine español, incluyendo el Goya el primero de ellos. Su primer largometraje fue el icónico film El milagro de P. Tinto (1998), un comedia del absurdo que se ha convertido ya en película de culto con un Luis Ciges inolvidable rodeado de inolvidables personajes, y al que le seguirían obras de gran versatilidad como La gran aventura de Mortadelo y Filemón (2003) y su secuela Mortadelo y Filemón contra Jimmy el Cachondo (2014), Binta y la gran idea (2004) - una de las cinco partes con cinco directores de la película En el mundo a cada rato, a la postre nuestra primera película comentada en este proyecto de Cine y Pediatría -, Camino (2008), la película menos Pendelton de todas, pues en un drama que aborda el camino de la fe en la enfermedad inspirado en la historia real de Alexia González Barros, la hija menor de una familia perteneciente al Opus Dei, y que conllevó más polémica de la necesaria, aunque fuera la gran triunfadora de los Goya de aquel año.   

Tuvieron que pasar un buen número de cortometrajes hasta que se embarcó en la obra que hoy nos convoca, Campeones (2018), alrededor de las personas con capacidades diferentes, de la que se ha derivado la secuela Campeonex (2023) y el remake estadounidense Champions (Bobby Farrelly, 2023). De la filmografía de Javier Fesser solo restaría comentar el largometraje Historias lamentables (2020), comedia negra de historias cruzadas. Y ahora que ya se conocen los próximo galardonados de la 22ª edición del Festival Internacional de Cine de Alicante que comienza en un mes, recordamos al que fuera Premio Ciudad de la Luz de la pasada 21ª edición, Javier Fesser, con el que pude hablar y al que regalamos el libro de Cine y Pediatría que contenía la película Camino, prometiendo en ese momento buscar el hueco para hablar de estas dos películas de hoy tan particulares e innovadoras. Porque las películas Campeones y Campeonex representan un hito en la comedia dramática española reciente, al abordar la discapacidad intelectual desde una perspectiva innovadora, alejándose de clichés paternalistas y abrazando la humanidad, el humor y la complejidad de sus personajes. 

Campeones (2018) nos introduce a Marco Montes (Javier Gutiérrez), un entrenador de baloncesto profesional frustrado y con problemas personales. Tras un incidente con la ley, es sentenciado a realizar trabajos comunitarios entrenando a un equipo de baloncesto formado por personas con discapacidad intelectual. Inicialmente, Marco ve esta tarea como un castigo humillante, pero su interacción con el equipo "Los Amigos" transformará su perspectiva de la vida. 

La película se centra en la dinámica entre Marco y los miembros del equipo, cada uno con una genuina personalidad ante el reto de entrenar y competir en los partidos de baloncesto, donde su mosaico de personalidades y sus reacciones que son el corazón de la película: Marín (Jesús Vidal), Collantes (Gloria Ramos), Sergio (Sergio Olmos), Benito (Alberto Nieto Fernández), Manuel (Stefan López), Paquito (Fran Fuentes), Roman (Roberto Chinchilla), Jesús (Jesús Lago), Juanma (José de Luna) y Fabian (Julio Fernández). Y el camino transformación de Marco es la clave, al pasar del cinismo y la frustración a la empatía, el respeto y, finalmente, el cariño hacia sus jugadores. 

Una película llena de valores, entre ellos: la superación de los prejuicios sobre la discapacidad intelectual, mostrando la capacidad, el talento y la humanidad de estas personas; la importancia de la inclusión, destacando su derecho a participar en actividades deportivas y a ser valorados por sus capacidades; la transformación personal a través del otro, y esa capacidad de generar un crecimiento personal profundo; el verdadero significado del éxito en el deporte (y en la vida), donde más que mirar el marcador, cabe fijarse en el esfuerzo, la unidad y la alegría de participar. Y todo en busca de normalizar la discapacidad (hoy definida con los términos de capacidades diversas o diversidad funcional) y ello a través de un humor lleno de respeto. 

Ni que decir tiene que Campeones fue el gran impacto cinematográfico español en el año 2018, un rotundo éxito de público y de crítica (decenas de premios, entre ellos las 11 nominaciones a los Goya, con tres galardones: mejor película, canción y actor revelación para Jesús Vidal, un hito significativo en la representación de la discapacidad en nuestro séptimo arte patrio). 

Campeonex (2023) retoma la historia del equipo "Los Amigos", ahora bajo la dirección de una nueva entrenadora, Javi (Elisa Hipólito), tras la marcha de Marco. En esta ocasión, el equipo se enfrenta a un nuevo desafío: el mundo del atletismo adaptado, concretamente la Champion League de Atletismo para Personas con Discapacidad Intelectual. La película explora las dificultades de adaptarse a una nueva disciplina, las nuevas dinámicas dentro del equipo y los desafíos personales de cada uno. La mayoría del elenco original de Campeones regresa (con algún nuevo personaje, como el del youtuber Brianeitor, Brian Albacete, afecto de espina bífida), permitiendo al público reencontrarse con personajes ya queridos, pero ni la calidad ni el éxito de esta segunda parte llegó a la del original. 

Sea como sea, tanto Campeones como Campeonex (con ese o con equis) son películas valiosas y necesarias que contribuyen a una representación más justa y humana de la discapacidad intelectual en el cine. Campeones se centra más en la sorpresa inicial y la transformación de un personaje ajeno al mundo de la discapacidad como es Marco; Campeonex explora la continuidad de la vida del equipo, su capacidad de adaptación y la superación de nuevos retos en un contexto diferente. Javier Fesser y su equipo logra crear personajes entrañables y situaciones divertidas sin trivializar las dificultades que enfrentan estas personas, nos permite reflexionar como sobre nuestros propios prejuicios y nos recuerdan la importancia de la inclusión, el respeto y la celebración de la diversidad humana. En última instancia, dos historias para hacer del mundo un lugar un poco mejor. 

Y todo ello se puede analizar en la película documental Ni distintos ni diferentes: Campeones (Álvaro Longoria, 2018) sobre las vidas de los actores protagonistas de esta película. Y que comienza así “En la primavera de 2017 comienza el rodaje de la nueva película de Javier Fesser, “Campeones”. Para la elección de los personajes principales se toma una decisión sin precedentes en el cine español: nueve actores con discapacidad intelectual serán los protagonistas de su nueva película. Estas son sus historias…” 

Y se nos presenta a cada uno de estos actores con discapacidad intelectual: Gloria Ramos, 24 años, síndrome de Down; Sergio Olmos, “el Risitas”, 28 años, 68% de discapacidad intelectual; Alberto Nieto Fernández, 42 años, síndrome de Sotos; Stefan López, 22 años, trastorno general del desarrollo, trastorno del espectro autista (adoptado desde Bulgaria); Fran Fuentes, 52 años, síndrome de Down; Roberto Chinchilla, 35 años, esclerosis tuberosa (síndrome de Bourneville), y con una hermana afecta de la misma enfermedad; Jesús Lago, 28 años, 65% de discapacidad intelectual (también adoptado, de padres biológicos también discapacitados); José de Luna, 31 años, negligencia médica en el parto (hemorragia cerebral tras no aplicar vitamina K al nacimiento); Julio Fernández, 30 años, síndrome de Noonan. Todos ellos con patologías muy reconocibles para los pediatras, pues todas estas entidades surgen en la infancia, aunque se manifiesten también en edades posteriores, como nuestros protagonistas. Decir que no aparece Jesús Vidal, pues realmente no presenta una discapacidad intelectual, sino una discapacidad visual del 90% debido a una miopía patológica y la pérdida total de visión en su ojo derecho tras varios desprendimientos de retina. 

Y en esta película documental cierra perfectamente el círculo sobre los actores que protagonizan estas dos películas. Y que comienza con el debate sobre qué título darle a la misma, y pensó en “Distintos”, también en “Diferentes”, pero nadie estaba de acuerdo, así que al final “Ni Distintos, ni Diferentes…Campeones”, título del propio documental. Allí donde nos nutrimos de las entrevista a padres y familiares, quienes nos manifiestan su experiencia sobre el diagnóstico de cada hijo o hija, y el día a día para superarlo, aceptarlo y disfrutarlo. Donde también conocemos de cada actor sus aficiones y su ocio, su vida en familia o en pisos tutelados, sus parejas sentimentales y el amor, la sexualidad y afecto en sus vidas. Y que también aborda temas como el bullying en discapacitados, la educación especial y los profesores, la integración laboral y las fundaciones, el qué será de ellos cuando falten los padre,… Entre los entrevistados también aparece el actor Javier Gutiérrez, el director Javier Fesser y el productor Luis Manso. Y esa declaración final de Julio Fernández: “Nos gustaría que nos trataran como gente normal. Que lo somos, pero nos cuesta”. 

Y el colofón a esta película documental: “El 3 de abril de 2018 tuvo lugar el estreno en los cines Kinépolis de Madrid de la película Campeones. Y esa noche, Alberto, Fran, Gloria, Jesús, José, Julio, Roberto, Sergio y Stefan cumplieron un sueño: ser unas estrellas de cine... Campeones se convirtió en la película revelación de 2018 en España y fue seleccionada por la Academia para representar a España en los Óscar”. 

Es el 3 de diciembre, día de San Francisco Javier, mi santo, el día elegido para conmemorar el Día Internacional de las Personas con Discapacidad. Y ahora recodamos el lema de su última edición: “Fomentar el liderazgo de las personas con discapacidad para un futuro más inclusivo y sostenible”. Así que vale la pena recordar el di-capadidad de todos estos campeones.

 

miércoles, 16 de abril de 2025

Lo que vivimos y aprendimos con el Cine Quinqui en España

 

En la década de los 60 y 70 en España se produjo una amplia emigración del campo a la ciudad y, como consecuencia, se crearon muchos barrios periféricos que fueron núcleos de pobreza y marginalidad. Junto con el paro juvenil y la llegada de la heroína se creó un caldo de cultivo perfecto para el auge de la delincuencia, incluyendo aquí a niños y adolescentes. Una generación maldita que pasaría a la historia en aquella época de emigración, miseria y posterior transición. Y alrededor de este contexto histórico de nuestro país nació el cine quinqui, ese subgénero cinematográfico que narra las vivencias y las aventuras de jóvenes delincuentes de estrato social muy bajo y que han alcanzado la fama por los delitos cometidos. 

El cine quinqui se hizo muy popular en España a finales de los años 70 y tuvo una década de recorrido, cuando alcanzó su máximo esplendor debido a la gran inseguridad ciudadana que vivía el país en aquella época. Se rodaron numerosas películas y sagas al respecto, una gran mayoría a cargo de dos directores: José Antonio de la Loma y Eloy de la Iglesia. Y de ambos hablaremos en este post, así como de un buen número de otras películas de otros directores y también de films etapas posteriores conocido como cine neoquinqui. Películas donde es difícil separar a los actores de sus protagonistas en la vida real, como fueron "El Torete", "El Vaquilla" o "El Jaro", apodo de jóvenes reales cuyo recorrido en la vida no fue mejor que el de sus personajes en la ficción 

- El cine quinqui bajo la dirección de José Antonio de la Loma, a quien se le considera el padre del cine quinqui con su película Perros callejeros (1977), al que siguieron otras como Perros callejeros II: Busca y captura (1979), Perros callejeros III: Los últimos golpes de El Torete (1980), Yo, El Vaquilla (1985) y Tres días de libertad (1995). 

- El cine quinqui bajo la dirección de Eloy de la Iglesia, quien consolidó el cine quinqui en nuestro país, y quien para algunos ha sido definido como “el Pasolini” español, con películas Navajeros (1980), Colegas (1982), El pico (1983), El pico 2 (1984) y La estanquera de Vallecas (1987). 


- El cine quinqui bajo la dirección de otros directores, y que se pueden clasificar en dos momentos: 

a) Películas de la época típica del cine quinqui (década de los 70 y 80), como ¿Y ahora qué, señor fiscal? (León Klimovsky, 1977), Juventud drogada (José Truchado, 1977), Los violadores del amanecer (Ignacio F. Iquino, 1978), Chocolate (Gil Carretero, 1980), La patria del Rata (Francisco Lara Polop, 1980), Maravillas (Manuel Gutiérrez Aragón, 1980), Deprisa, deprisa (Carlos Saura, 1981), De tripas corazón (Julio Sánchez Valdés, 1984), La reina del mate (Fermin Cabal, 1985), 27 horas (Montxo Armendáriz, 1986), El Lute: camina o revienta (Vicente Aranda, 1987) y El Lute II: mañana seré libre (Vicente Aranda, 1988), Matar al Nani (Roberto Bodegas, 1988),… 

b) Películas de la época neoquinqui (a partir de la década de los 90): Historias del Kronen (Montxo Armendariz, 1995), Barrio (Fernando León de Aranoa, 1998), Báilame el agua (Josecho San Mateo, 2000), 7 vírgenes (Alberto Rodríguez, 2005), Volando voy (Miguel Albaladejo, 2006), El idioma imposible (Rodrigo Rodero, 2010), Ärtico (Gabriel Velázquez, 2014), Barcelona 92 (Ferrán Ureña, 2015), Criando ratas (Carlos Salado, 2016), Las leyes de la frontera (Daniel Monzón, 2021),… 


Porque el cine quinqui fue un fenómeno fascinante y complejo dentro del panorama cinematográfico español, y no exento de aristas. Y cabe no olvidar que, a pesar de las críticas que muchas de estas películas recibieron en su momento, el cine quinqui dejó un legado importante en la historia del cine español. Muchas de sus películas son consideradas hoy en día como obras de culto y han influido en directores posteriores.

Y el análisis en profundidad de estas películas se puede revisar en un reciente artículo publicado en el último número de la revista Arte y Medicina, que se puede revisar en las páginas 32 a 39.

lunes, 14 de abril de 2025

Plan de acción de salud mental 2025-2027 en España y su aplicación en la salud infanto-juvenil

 

El Comisionado de Salud Mental del Ministerio de Sanidad ha publicado el Plan de acción de salud mental 2025-2027, que se puede revisar en este enlace. Y eso merece un análisis. 

El Plan de Acción de Salud Mental 2025-2027 se genera para contribuir a la mejora de la salud mental de la población en todos los niveles del Sistema Nacional de Salud, de manera que se puedan afrontar y abordar los efectos de diversos factores que actualmente podrían tener un impacto en este ámbito. Y sus objetivos son:   
• Reforzar los recursos humanos en salud mental reforzando la interdisciplinariedad. 
• Orientar el modelo asistencial en salud mental a un modelo más comunitario mediante la implementación de acciones que potencien alternativas a la institucionalización y promuevan la prescripción social, ocupacional y cultural o la recomendación de activos en salud. 
• Proteger los derechos humanos, la autonomía personal y la eliminación del estigma asociado a los problemas de salud mental. 
• Garantizar el uso adecuado racional de psicofármacos, basado en la evidencia, la calidad del tratamiento y la seguridad en la prescripción. 
• Enfocar la atención en los grupos vulnerables y brindarles intervenciones específicas, presentando especial atención a la infancia y la adolescencia y a la salud mental perinatal. 
• Mejorar la identificación de datos de valor e información en salud mental, su registro, análisis y distribución para el desarrollo de sistemas de información de calidad. 
• Integrar y promover la vigilancia epidemiológica en salud mental. 
• Desarrollar un marco teórico y práctico sobre la relación entre el trabajo y la salud mental, así como su identificación y registro desde los sistemas sanitarios 

Obejtivo muy ambciosos (espero que se cumplan y no queden en palabras, pues la situación no está para seguir incumpliendo), y donde cabe tener presente que este Plan no aborda la prevención del suicidio ni incluye acciones al respecto ya que la relevancia e importancia de este tema ha conducido a la aprobación el 14 de febrero de 2025 del Plan de Acción para la Prevención del Suicidio, que contará con financiación propia). 

El Plan de Acción de Salud Mental que aquí se presenta se desarrolla mediante sus 8 Líneas Estratégicas, basadas en las líneas y en los objetivos de la vigente Estrategia de Salud Mental: 
• Línea 1: Refuerzo de los recursos humanos en salud mental 
• Línea 2: Salud mental comunitaria y alternativas a la institucionalización 
• Línea 3: Modelo de atención orientado a los derechos humanos, humanización y lucha contra el estigma 
• Línea 4: Optimización del tratamiento y calidad en la prescripción 
• Línea 5: Abordaje de problemas de salud mental en contextos y colectivos de mayor vulnerabilidad 
• Línea 6: Salud Mental en población perinatal, de la infancia y la adolescencia 
• Línea 7: Sistemas de información en salud mental 
• Línea 8: Salud mental y trabajo 

Nos detenomos como pediatras en la Línea 6, Salud mental perinatal, de la infancia y de la adolescencia, y ello porque los niños, niñas y adolescentes son un grupo poblacional especialmente vulnerable y, dada la relevancia de la prevención durante este momento del desarrollo, se considera la necesidad de un abordaje específico para que puedan crecer en un entorno seguro. Y las acciones que se plantean en esta línea son: 
1. Desarrollar un grupo de trabajo de personas expertas para identificar acciones prioritarias a desarrollar para la promoción, prevención, y mejora del abordaje de la salud mental en la infancia y adolescencia. 
2. Fortalecer la formación continuada y el apoyo a los Equipos de Atención Primaria en materia de salud mental en la infancia y la adolescencia. 
3. Potenciar la coordinación interdisciplinar, interinstitucional e intersectorial para abordar los problemas de salud mental en la infancia y la adolescencia. 
4. Desarrollar actuaciones de sensibilización, preventivas y de promoción de la salud mental perinatal, así como actividades formativas específicas. 
5. Crear programas especializados de salud mental perinatal accesibles. 
6. Potenciar las alternativas a la hospitalización infanto-juvenil en la atención de la salud mental. 

Buenas propuestas, pero que corren el riesgo en volver a ser papel mojado. Porque la atención de la salud mental en la infancia y adolescencia está mal en general en nuestro país, y muy mal en determinadas provincias (y pongo por ejemplo la provincia de Alicante que conozco). En nuestro Servicio de Pediatría del hospital terciario de la cuarta provincia en población de España cada vez que tenemos que enfrentarnos a una situación de ingreso hospitalario por un problema de salud mental en la infancia y adolescencia es un problema, pero no solo un problema para los sanitarios que no vemos una buena cobertura a las necesidad, sino especialmente un problema para los pacientes y las familias. Y no creo que seamos una excepción… 

Y es que la atención a la salud mental de niños y adolescentes en España enfrenta desafíos significativos en la actualidad. Los problemas más destacados incluyen: 
• Aumento de la prevalencia de trastornos: se ha observado un incremento alarmante en problemas como ansiedad, depresión y trastornos alimentarios, especialmente tras la pandemia de COVID-19; el acoso escolar y el ciberacoso contribuyen significativamente a estos problemas. 
• Falta de recursos y acceso limitado: los servicios de salud mental infantil y adolescente suelen estar saturados, lo que genera largas listas de espera; existe una escasez de profesionales especializados en salud mental infantil y adolescente; el acceso a estos servicios puede ser desigual dependiendo de la región y el nivel socioeconómico. 
• Estigma y falta de concienciación: aún existe un estigma en torno a los problemas de salud mental, lo que dificulta que los jóvenes busquen ayuda; la falta de concienciación sobre la importancia de la salud mental en la infancia y la adolescencia puede retrasar la detección y el tratamiento. 
• Impacto de las nuevas tecnologías: el uso excesivo de pantallas y redes sociales puede contribuir a problemas como la ansiedad, la depresión y el aislamiento social; el ciberacoso y la exposición a contenido inapropiado  en línea (violencia, pornografía, etc.) representan riesgos adicionales. 
• Detección temprana y prevención: es crucial fortalecer la detección temprana de problemas de salud mental en entornos escolares y comunitarios; se necesitan programas de prevención que promuevan la resiliencia y el bienestar emocional en niños y adolescentes. 

Está claro que para abordar estos problemas, se requiere un esfuerzo conjunto de las autoridades sanitarias, educativas y sociales, así como un mayor compromiso de la sociedad en general. Así que confiamos que es Plan de Acción de Salud Mental 2025-2027 sea algo más que palabras... Porque las palabras en este campo llevamos décadas viendo que se las lleva el viento. 

sábado, 12 de abril de 2025

Cine y Pediatría (796) “Adolescencia”, una serie para prescribir

 

El proyecto Cine y Pediatría se acerca a su octavo centenar de entradas o posts en el blog Pediatría basada en pruebas, donde probablemente ya hemos superado el millar de películas “prescritas” en relación con la infancia y adolescencia alrededor de problemas de la Pediatría Clínica y, sobre todo, de la Pediatría Social (con la familia y el centro escolar como epicentros habituales). Y siempre hemos hablado de películas, pues consideramos que las series tienen connotaciones diferentes. Pero en esta ocasión vamos a hacer una excepción al tratar de la serie que ha impactado en este año 2025 y del que casi todo el mundo habla por sus cualidades cinematográficas y por sus mensajes: Adolescencia (Philip Barantini, 2025), miniserie británica de cuatro capítulos distribuida por Netflix y una duración total de 228 minutos. Por tanto, un metraje final no muy superior al de algunas películas actuales (con cierta tendencia al largo metraje), que bien vale prescribir en familias y colegios. 

Adolescencia sigue la historia de Jamie Miller, un adolescente de 13 años acusado de asesinar a su compañera de clase, Katie. La serie se desarrolla en cuatro episodios, cada uno desde una perspectiva diferente, abordando la detención (episodio 1), la investigación escolar (episodio 2), la terapia psicológica del acusado (episodio 3) y el impacto en su familia (episodio 4). Una serie que combina una narrativa poderosa, sin filtros ni juicios morales, con una técnica de filmación innovadora, abordando temas cruciales en la sociedad actual. Ha sido aclamada por la crítica y el público por su realismo, sus actuaciones memorables y su capacidad para abordar temas difíciles de manera honesta y conmovedora. 

Y entre lo más conmovedor se encuentran los principales personajes: Jamie Miller (Owen Cooper, en una interpretación soberbia en su primer papel en la pantalla), el adolescente protagonista; Katie (Emilia Holliday), la víctima del crimen, una chica popular y carismática en la escuela, si bien solo sale su foto; Manda, la madre de Jamie (Christine Tremarco), dedicada a cuidar de su familia y que no puede entender lo que ha sucedido; Eddie, el padre de Jamie (Stephen Graham, quien es también coguionista de la serie), un hombre más enfocado en su trabajo de fontanero que en sus hijos y que ahora también intenta asmilar lo ocurrido; Lisa, la hermana mayor de Jamie (Amélie Pease), quien vive con un sentimiento de culpabilidad permanente por lo que está ocurriendo en su familia; el inspector Luke Bascombe (Ashley Walters) y la detective de policía (Rakie Ayola), encargados de navegar por la complejidad de la situación y descubrir la verdad; el amigo de Jamie (Connor Swindells), quien acaba siendo un testigo clave en la investigación; la psicóloga Briony Ariston (Erin Doherty), uno de los papeles más impactantes. Cada uno de estos personajes aporta una perspectiva poliédrica de la historia, en lo que es un drama psicológico con formato de thriller. 

La narrativa juega con la tensión psicológica y el drama social, mostrando cómo el entorno digital y la presión social pueden influir en la conducta de los adolescentes, quienes conocen y viven experiencias insospechadas por sus padres. Y este contundente (y escalofriante) mensaje no solo es válido para esta serie, sino para nuestra la vida cotidiana de toda aquella familia en la que convivan adolescentes. Entre los temas abordados en la serie se encuentran la influencia de las redes sociales, la búsqueda de identidad, la masculinidad tóxica y la cultura incel. Un término que es posible que muchos desconociéramos y que vale la pena destacar. 

La cultura incel (del inglés "involuntary celibate", o célibe involuntario) es un movimiento y subcultura en línea que surgió en la década de 1990 y se ha expandido principalmente a través de internet. Esta cultura se caracteriza por la frustración y el resentimiento de algunos hombres que se sienten incapaces de establecer relaciones sexuales o románticas con mujeres, a menudo atribuyendo esta situación a factores externos, como la sociedad, las mujeres o la injusticia. Algunos aspectos y creencias comunes en la cultura incel incluyen el sentimiento de injusticia y victimización (pues se ven a sí mismos como víctimas de una sociedad que no les permite acceder a las relaciones sexuales o románticas que desean), el odio y misoginia (con ese profundo resentimiento hacia las mujeres, a quienes ven como responsables de su situación), las creencias en la superioridad masculina, el rechazo a la diversidad y la inclusión, la violencia y extremismo (y aunque no todos los incel promueven la violencia, algunos individuos y grupos dentro de esta cultura han sido vinculados a actos violentos, incluyendo tiroteos y ataques contra mujeres y minorías). Ni que decir tiene que muchos expertos y organizaciones consideran que esta subcultura representa un riesgo para la seguridad pública y la salud mental. Y con esta serie es posible que conozcamos algo más… 

Como vemos, reflexiones contundentes, porque, aunque la historia reflejada no está basada en un hecho real concreto, no deja de ser una realidad patente el que los padres no conozcan en muchas ocasiones el entorno, aficiones y jerga en la que se mueven sus hijos (recordar el significado que para ellos tienen los emoticones como nuevo lenguaje codificado de los adolescentes de última generación). Pero además de por su contenido, también la serie Adolescencia ha sido elogiada por su uso (para algunos abuso) de los planos secuencia de cada episodio, que han sido grabados utilizando una combinación de técnicas y tecnologías, como cámaras de alta resolución, lentes de gran angular, movimiento de cámara fluido (a través de grúas, steadicam y cámaras portátiles, incluso también drones). Porque es muy llamativo como cada episodio, de una duración aproximada de una hora, es un puro plano secuencia por lo que todos los movimientos y diálogos de los actores han debido ser milimetrados (por ello, cada episodio tuvo que repetirse entre 12 y 16 veces), y ello con un fin claro: introducir al espectador en la escena de los hechos sin tiempo para respirar. 

Y este recurso técnico y artístico de una sola toma para narrar una escena (o toda una historia) sin corte ni edición nos devuelve a la memoria otras películas con recordados planos secuencia. Sirvan algunos ejemplos: La soga (Alfred Hitchcock, 1948), que en realidad fueron 10 planos secuencia de 10 minutos (pues los rollos de 35 mm de entonces no permitían grabar más tiempo), pero conectados con trucos que daban una aparente continuidad; Sed de mal (Orson Welles, 1958), cuyo plano secuencia inicial es de los más icónicos e influyentes en la historia del cine, aunque dure menos de 4 minutos; El bueno, el feo y el malo (Sergio Leone, 1966), con la secuencia final del duelo a muerte entre los tres personajes; 2001: Una odisea en el espacio (Stanley Kubrick, 1968), con esa secuencia de la puerta estelar donde el astronauta Dave Bowman viaja a través de un túnel de luz y colores; La lista de Schlinder (Steven Spielberg, 1993), con la secuencia de la liquidación del gueto de Cracovia observada a través de los ojos de Oskar Schinder; Pulp Fiction (Quentin Tarantino, 1994), con ese divertido baile en el Jack Rabbit Slim´s entre John Travolta y Uma Thurman; Snake Eyes (Brian de Palma, 1998), con el vibrante plano secuencia inicial de 10 minutos en la que la cámara sigue a Nicolas Cage a través del casino de Atlantic City; El club de la lucha (David Fincher, 1999), en la escena de lucha brutal entre Brad Pitt y Edward Norton; El arca rusa (Aleksandr Sokúrov, 2002), rodada en un solo plano secuencia de 96 minutos en el Museo Hermitage y que se va moviendo por 33 salas para contarnos tres siglos de la historia de Rusia, un prodigio de planificación con 2000 actores y tres orquestas en directo; La vida de los otros (Florian Henckel von Donnersmarck, 2006), con esa vigilancia del capitán Gerd Wiesler a los artistas disidentes; El secreto de sus ojos (Juan José Campanella, 2009), con la brutal escena de persecución en el campo de fútbol, aunque aquí si hubo posproducción y efectos digitales, pero el resultado final estuvo muy conseguido; 127 horas (Danny Boyle, 2010), con esa secuencia de la caída de Aron Ralston en el cañón, donde queda atrapado; La invención de Hugo (Martin Scorese, 2014), con ese inicio de la llegada de Hugo a la estación de tren; Birdman (Alejandro González Iñárritu, 2014), donde la cámara sigue a Riggan Thomson mientras prepara su obra de teatro y lucha con su ego, aunque en realidad son ocho segmentos unidos por transiciones suaves bajo la técnica conocida como “plano secuencia simulado”; y un largo etcétera. Es decir, nada nuevo, pues además el director y actor principal de Adolescencia, Philip Barantini y Stephen Graham, ya tuvieron una experiencia previa común en la película Hierve (Boiling Point) (Philip Barantini, 2021), pues toda la película transcurre en una cocina en una noche durante un plano secuencia de 92 minutos.  

Y por eso, pasado el tiempo, regresa a nuestro pensamiento la serie y algunas de las escenas de cada episodio. En el primer episodio ese inicio violento (con la policía entrando a la fuerza en la casa de Jamie para detenerlo: “¡Cometen un grave error! Si solo es un crío, por favor”) y ese final trágico (con Jamie y su padre enfrentados al dolor de las imágenes vistas en el vídeo). En el segundo episodio esos continuos desplazamientos de los policías por el instituto, hablando con profesores y alumnos (“No estás entendiendo lo que hacen: 80% de las mujeres se sienten atraídas por el 20% de los hombres; hay que engañarlas, porque no pillas por la vía normal”, le dice el propio hijo del inspector) y el original viaje de la cámara por el cielo a través del dron, desde el instituto al lugar del asesinato. En el tercer episodio, para muchos, el más contundente, ese tour de forcé mantenido entre Jamie y la psicóloga, con momentos de tensión: “¡Tú no me dices cuando tengo que sentarme!”. Y en el cuarto episodio, esas vivencias alrededor de la furgoneta de trabajo con ese final emotivo con el muñeco de peluche, y las palabras del padre: “Lo siento hijo, debí hacerlo mejor”. 

La información, debates y análisis de esta serie se han multiplicado en los distintos medios de comunicación, sea prensa, televisión, vídeos o distintas redes sociales. Revisiones de todo tipo, cinematográficas, psicológicas, sociales,… y también todo tipo de detalles y anécdotas. Es posible que quede poco más por decir. Pero no quiero dejar de destacar a Stephen Graham, este actor británico todoterreno, alma de Adolescencia también como coguionista, y quien se ha fajado en el cine y la televisión, en el cine comercial e independiente, en la filmografía británica y estadounidense, con títulos como Snatch. Cerdos y diamantes (Guy Ritchie, 2000), Gangs of New York (Martin Scorsese, 2002), la citada Hierve (Boiling Point) (Philip Barantini, 2011) o El irlandés (Martin Scorsese, 2019), pero donde quiero anotar una anécdota alrededor de una de sus películas más recordadas y ya vista en Cine y Pediatría: This is England (Shane Meadows, 2006), una historia dura y sin concesiones a partir del resurgir del movimiento skinheads y los peligros de las mentes nacionalistas. En esta película, el papel principal del adolescente Shaun lo llevó a cabo Thomas Turgoose, quien se unía a una banda skinhead en donde se encontraba Combo, papel interpretado por Stephen Graham. Ambos actores compartieron una gran cantidad de escenas y eso terminó por forjar una especie de relación de padre-hijo entre ambos, de forma que Stephen estuvo a punto de adoptar a Thomas cuando la madre de este falleció a causa del cáncer. Detalle que habla a todas luces de la implicación social de este actor, por lo que no es de extrañar que se haya implicado hasta la médula en nuestra serie de hoy.  

Se cuenta que la serie Adolescencia puede tener una secuela. Pero, salvo error u omisión, segundas partes nunca fueron buenas… Quizás mejor no tocarlo. Y quedarnos con estas preguntas a responder: ¿qué pasa por la mente de los adolescentes?, ¿el monstruo nace o se hace?, ¿qué pasa ahora, tras digerir esta serie, por la mente de los padres?,...

 

miércoles, 9 de abril de 2025

Terapia cinematográfica (13). Prescribir películas para entender el embarazo en adolescentes

 

El embarazo en adolescentes se define como un embarazo precoz en la etapa de la adolescencia (que la OMS establece entre los 10 y los 19 años), normalmente en mujeres que no han alcanzado la mayoría de edad jurídica (variable según los distintos países del mundo), así como a las mujeres adolescentes embarazadas que están en situación de dependencia de la familia de origen. 

Las adolescentes embarazadas, además de enfrentarse a la misma situación que cualquier otra mujer embarazada, deben enfrentarse a una mayor desprotección, con mayores preocupaciones sobre su salud y su situación socioeconómica (de manera especial las menores de 15 años y las adolescentes de países con escasa atención médica y nula protección social). Este embarazo suele implicar un riesgo en la trayectoria vital de las jóvenes adolescentes y un serio y prevalente problema médico-social. Es por ello que el embarazo en adolescentes es un problema de salud pública mundial con consecuencias significativas para la salud, la educación y el desarrollo social de las jóvenes y sus hijos. 

Las situaciones personales, familiares, sociales, médicas y psicológicas que rodean al embarazo de una adolescente son un filón para el cine. Distintos temas afloran y uno de los más importantes vienen relacionados con el contexto familiar y los sentimientos que provocan una noticia así sobre una hija adolescente (dolor, decepción, amargura, soberbia o amor, en distintas dosis), una hija no emocionalmente preparada para un compromiso vital tan importante como es la maternidad a tan temprana edad. Y desde esta sección de Terapia cinematográfica hoy proponemos un recorrido por 7 películas argumentales sobre el embarazo en adolescentes, aunque veremos que son numerosas las historias al respecto en el séptimo arte, tanto en largometrajes como en telefilmes. Estas películas son, por orden cronológico de estreno: 

- Quinceañera (Richard Glaztzer, Wash Westmoreland, 2006), para recordar que esa edad no siempre es una fiesta. 

- Juno (Jason Reitman, 2007), para debatir sobre el embarazo no deseado en una adolescente. 

- 9 meses (Keeper, Guillaume Senez, 2015), para viajar dentro de las dificultades que implica aceptar ser madre o padre adolescente. 

- La inocencia (Lucía Alemany, 2018), para entender que una prueba de embarazo lo puede cambiar todo. 

- Nunca, casi nunca, a veces, siempre (Never Rarely Sometimes Always, Eliza Hittman, 2020), para interiorizar las claves de las buenas decisiones en el embarazo de una adolescente. 

- El acontecimiento (L´évenement, Audrey Diwan, 2021), para reconocer que el embarazo de una adolescente no siempre es un feliz acontecimiento, ni antes ni ahora. 

- La maternal (Pilar Palomero, 2022), para compartir el día a día de un centro para madres menores de edad. 

Siete películas argumentales para viajar a las vivencias de estas adolescentes durante una inesperada gestación a su edad, con el horizonte del parto, puerperio y maternidad.

Se puede revisar el artículo completo en este enlace o en este otro.

lunes, 7 de abril de 2025

“Crónica de una sociedad intoxicada”, reflexiones necesarias en la sanidad

 

El pasado viernes tuve la fortuna de compartir una actividad con el Departamento de Salud Pública de la Universidad Miguel Hernández alrededor del libro "Crónica de una sociedad intoxicada" del Prof. Joan Ramón Laporte, Catedrático emérito de Farmacología de la Universidad Autónoma de Barcelona y un referente desde hace décadas frente al sobrediagnóstico, sobretratamiento y el "diseases mongering"

El libro "Crónica de una sociedad intoxicada" de Joan-Ramon Laporte es un análisis crítico y profundo sobre el consumo excesivo de medicamentos en la sociedad actual, especialmente en los países desarrollados. Laporte, con su vasta experiencia como farmacólogo clínico, desentraña las complejas dinámicas que han llevado a esta situación, señalando los intereses de la industria farmacéutica, las prácticas de prescripción, la regulación y la propia actitud de la sociedad hacia la salud y la enfermedad. 

Un libro que permite abordar diferentes temas clave, temas no nuevos pero sobre los que conviene recapacitar tantas veces como sea necesario: 

- Sobrediagnóstico y medicalización de la vida: porque en el siglo XXI la frontera entre la salud y la enfermedad se ha difuminado, llevando a la medicalización de problemas cotidianos y malestares inherentes a la vida. Esto impulsa un mayor consumo de fármacos para condiciones que quizás no lo requieren. 

- Influencia de la industria farmacéutica: a través de sus estrategias de marketing agresivas, la financiación de la investigación y la influencia sobre los profesionales sanitarios y los reguladores, juega un papel crucial en el aumento del consumo de medicamentos, a menudo priorizando el beneficio económico por encima de las necesidades reales de los pacientes. 

- Prescripción inadecuada e innecesaria: con prácticas de prescripción no siempre correctas, y ello quizás por varios motivos, como la falta de tiempo para una evaluación exhaustiva del paciente, la presión asistencial y la influencia de la información sesgada. Esto conduce a la prescripción de medicamentos innecesarios o inadecuados, aumentando el riesgo de efectos adversos. 

- Polimedicación y sus riesgos: y ello especialmente en personas mayores, donde el uso de múltiples fármacos simultáneamente incrementa significativamente el riesgo de interacciones medicamentosas y efectos adversos, a menudo con consecuencias graves para la salud. 

- Falta de evaluación independiente y rigurosa de los procesos de aprobación y evaluación de medicamentos, señalando posibles conflictos de interés y la falta de transparencia en los datos de los ensayos clínicos. 

- Cultura de la "píldora mágica": porque la sociedad ha desarrollado una fe ciega en la medicina y una expectativa de soluciones rápidas y farmacológicas para cualquier problema de salud, lo que alimenta la demanda de medicamentos. 

- Consecuencias para la salud pública: porque este consumo excesivo no se traduce en una mejora proporcional de la salud de la población, sino que, por el contrario, los medicamentos se han convertido en una causa importante de enfermedad, incapacidad y muerte. 

Fue un debate con alumnos y profesores muy provechoso y con buenas enseñanzas y reflexiones, sin duda para todos, pero con especial hincapié a las nuevas generaciones de profesionales sanitarios: 

- Pensamiento crítico sobre la medicación: porque el libro invita al lector a adoptar una postura más crítica y reflexiva sobre el uso de medicamentos, cuestionando la necesidad real de cada fármaco y considerando alternativas no farmacológicas cuando sea posible. 

- Empoderamiento del paciente: porque se aboga por un papel más activo e informado del paciente en la toma de decisiones sobre su salud, fomentando la búsqueda de segundas opiniones y la comprensión de los riesgos y beneficios de cada tratamiento. 

- Necesidad de una regulación más estricta e independiente: porque debemos subrayar la importancia de fortalecer los mecanismos de regulación de la industria farmacéutica, garantizando la transparencia, la independencia y la priorización de la salud pública por encima de los intereses económicos. 

- Revisión de las prácticas de prescripción: porque se plantea la necesidad de mejorar la formación de los profesionales sanitarios en farmacología, promover una prescripción más reflexiva y basada en la evidencia, y dedicar más tiempo a la atención del paciente. 

- Importancia de abordar las causas subyacentes: porque se sugiere que muchos problemas de salud tienen raíces sociales, económicas o emocionales, y que la solución no siempre pasa por la medicalización, sino por abordar estas causas subyacentes. 

- Fomentar estilos de vida saludables: porque no debemos olvidar la importancia de la prevención y la promoción de estilos de vida saludables como pilares fundamentales para una buena salud, reduciendo la dependencia de los fármacos. 

- Conciencia sobre la epidemia silenciosa de efectos adversos: porque debemos generar conciencia sobre la magnitud de los efectos adversos de los medicamentos, a menudo subestimados, y la necesidad de sistemas de farmacovigilancia más eficaces. 

Fue un placer reencontrar a Joan Laporta, al que conocía desde hace décadas desde su labor formativa y crítica desde el “Butlletí Groc” y ahora, tras una dilatada profesión y carrera, su libro "Crónica de una sociedad intoxicada" invita a una profunda reflexión sobre nuestra relación con los medicamentos y el sistema de salud. Una lectura valiosa para profesionales de la salud, pacientes y cualquier persona interesada en comprender las complejas dinámicas que influyen en nuestra salud en la sociedad contemporánea.

sábado, 5 de abril de 2025

Cine y Pediatría (795) “Una estrella fugaz” alrededor de la UCI neonatal

 

Son ya varias las películas comentadas en Cine y Pediatría que vinieron precedidas de conocer a sus directores y de asistir a la presentación de sus películas en el Festival Internacional de Cine de Alicante: Novatos (Pablo Aragües, 2015), una película que aboga por la tolerancia cero frente a las novatadas en las universidades españolas; La historia de Jan (José Bernardo Moll, 2016), una bella historia real contada por los padres de un niño con síndrome de Down con el objetivo de normalizar la diversidad de las capacidades de las personas; y Jóvenes invisibles (Isabel Gemio, 2018), película documental que aboga por hacer visible lo invisible alrededor de las enfermedades de baja prevalencia. Y algo similar ocurre con la película que hoy nos atañe, Una estrella fugaz (Ignasi Guerrero, Arturo Méndez, 2024), una película documental alrededor de Pep, el hijo de Ignasi y Ágata, en lo que es un viaje emocional alrededor de las vivencias en una unidad de cuidados intensivos (UCI) neonatal. Una película que no se pudo estrenar en los cines de todas las provincias de España y que busqué con anhelo, y que encontré tras a conocer a Ignasi y Ágata en la entrega de los 30 Premios Zapping, la fiesta de la comunicación audiovisual en Cataluña.    

Es Una estrella fugaz una película conmovedora y necesaria que nos recuerda la importancia de la vida, el amor y la esperanza que brota cada día entre las paredes de una UCI neonatal, con esa comunión entre profesionales sanitarios, padres, familiares y esos recién nacidos enfermos. Una historia que es una catarsis sobre la pérdida, útil para todos, padres y profesionales sanitarios que viven estas experiencias en las UCI neonatales en los hospitales de toda España y todo el mundo, pero también para el público en general que no conozca de primera mano estas vivencias. A los que somos pediatras y, como en mi caso, hemos ejercido la neonatología, nos toca de frente. Un tema poco habitual y por ello, en el año 2011, y en el marco del Día Europeo del Niño Prematuro, creamos el vídeo “Nuestros prematuros, mucho más que estrellas de cine” en donde queríamos compartir ese mundo lleno de vida entre monitores, bombas de infusión, vías, ventiladores y otras máquinas sofisticadas y que es tan poco conocido, allí donde se curan y cuidan a los pacientes más frágiles de un hospital.  

“Pep murió cuando tenía 4 meses de vida, ahora hace 7 años. Ahora Ágata vuelve a estar embarazada y supongo que por eso he vuelto atrás en el tiempo. Y he recordado todos esos meses en los que estuvimos al lado de Pep, cuando estaba rodeado de cables y máquinas que le ayudaban a vivir. Después de todos estos años, creo que por fin estoy preparado para poder contar su historia. Es la tercera vez que lo intento y creo que esta vez lo conseguiré”. Con esta reflexión de Ignasi, el padre y codirector de la película, comienza Una estrella fugaz, un documental de 84 minutos que mezcla, de una manera dinámica e imaginativa, escenas reales con escenas de animación. 

Porque Ignasi y Ágata esperaban entoces a su segundo hijo, Pep, y durante el embarazo descubren que tiene una cardiopatía congénita y síndrome de Down. A pesar de las dificultades, Pep nace y lucha por sobrevivir durante cuatro meses. El documental sigue a la familia a través de este difícil período, mostrando su amor y dedicación por Pep, así como la esperanza y la fortaleza que encuentran en medio de la adversidad. Y es en el blog “Las orejas de Tití” en el que la madre expresaba sus vivencias, y parte de su contenido queda reflejado en su presentación: “Me llamo Ágata, tengo 35 años y vivo cerca de Barcelona. Estoy casada con Ignasi y soy madre de seis hijos preciosos: Ignasi (2013), Alegría (2015), Francesc (2019), Laura (2021), Miquel (2024) y Pep (2014), que ya está en el Cielo. Pep tenía Síndrome de Down y una cardiopatía compleja que no le dejó quedarse con nosotros mucho tiempo. Pero le tenemos siempre presente en nuestra familia y estamos orgullosos de que forme parte de nuestras vidas”. Y el post más leído de este blog precisamente se titula “Una estrella fugaz, un amor de verano”, que es la carta de despedida de Ágata a su hijo Pep, fallecido una semana antes  

El documental regresa a aquellos momentos y aquellas vivencias en el Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona. Allí donde Ignasi busca la historia clínica de su hijo, Pep Guerrero, y se entrevista de nuevo con quien fuera su pediatra referente, nuestro compañero neonatólogo, el Dr. Julio Moreno. Y tras regresar a esa UCI neonatal regresan sus recuerdos del lugar que fue el centro de sus vidas durante cuatro meses. Allí donde contactan con otros padres en situaciones similares de largos ingresos, y uno de ellos le da un buen consejo: “Cuidad de vuestro hijo, pero cuidaos también vosotros. Esto es muy duro y si no estáis bien los dos, tarde o temprano os pasará factura”. Y tampoco olvidan las palabras de otros padres que acabaron perdiendo a su hijo: “Muchas gracias a todos. Ahora os toca luchar a vosotros”. Y no solo retoman el contacto con aquellos padres con los que convivieron en la UCI neonatal, sino también con los profesionales que cuidaron a Pep, como la enfermera Sara, o ese comentario al cirujano cardiaco pediátrico, el Dr. José María Caffarena, quien operaba en jornadas interminables y nadie veía, quien tenía poco contacto con los padres, pero al que le debían muchas vidas. 

En la historia hay muchas declaraciones alrededor de aquella vivencia. Se nos narra que dieron de alta a Pep un 21 de agosto, pero poco después les comunican que hay que adelantar la nueva cirugía cardiaca para un mes después. La nueva cirugía fue bien inicialmente, pero de madrugada les avisaron para otra operación crítica por su coartación de aorta y acaba en ECMO, que esa técnica avanzada de soporte vital que se utiliza para bebés con insuficiencia cardíaca y/o pulmonar grave que no responden al tratamiento médico convencional. Y es cuando Ignasi rememora la torre de bombas de perfusión, el ruido de monitores, toda la instrumentación alrededor de su hijo rodeado de una pléyade de cables,…y sus pensamientos de entonces: “Ágata siempre dice que la fe te ayuda a vivir y te ayuda a morir. Pero yo solo quería que ayudara a Pep a vivir”, “Eran días de mucho cansancio. De dormir poco y llorar mucho. Ágata sufría muchísimo y yo sufría con ella”. Aunque, finalmente, tuvieron que decidir desconectar a su hijo de la máquina que le mantenía con vida, pues la situación clínica no permitía otra salida. Y en el recuerdo, años después, Ágata nos dice: “No solo pierdes a ese hijo y lo que has vivido con él, sino que pierdes todo lo que podría haber sido, toda la vida que ibas a tener con él. Y cada vez que te das cuenta de eso, cuesta”. 

Y en ese post de despedida en el blog “Las orejas de Tití” este mensaje tan esperanzador: “¡Gracias por ser tan agradecido! Cómo vamos a quejarnos por haberte perdido, con la suerte que hemos tenido de conocerte y quererte! Sólo nos queda dar gracias, porque nos has descomplicado la vida, nos has ayudado a ver las cosas con más fe y optimismo, has sido una luz en nuestras vidas. Breve pero intensa. Has sido una estrella fugaz que ha dejado un enorme rastro y nos has dejado a todos embobados en tu camino al Cielo. Nos has demostrado que toda vida puede ser bella a pesar de las complicaciones, sólo hay que tener fe en que las cosas pasan por algo, la vida tiene sentido. Tu corta vida tuvo sentido, nadie me lo puede negar. Fuiste un niño deseado, amado y cuidado y nos hiciste a nosotros un poco (o mejor, mucho) más felices. Ojalá mucha gente se dé cuenta de esto y muchos niños como tú puedan llegar a esta mundo, aunque sea para una estancia corta. Incluso con el dolor de haberte perdido tan pronto, puedo afirmar que soy feliz de haberte conocido y de haber luchado por ti. Y eso me acompañará toda mi vida. ¡Gracias Pep! Cuida de nosotros desde el Cielo”. 

Y los títulos de crédito finales se acompañan de la canción “Tu luz”, al piano Ignasi, el padre de Pep, y con la voz de Ágata, la madre de Pep. Porque esta película deja mucha luz para los momentos de oscuridad a los que se enfrentan los padres, madres y familiares que pierden un hijo en los primeros momentos de su vida. Esta es la esencia de esta pequeña gran película. Y como nos dice en su web promocional: “Queríamos enseñarte el mundo, pero fuiste tú el que nos lo enseñó”.

miércoles, 2 de abril de 2025

Radiografía de las agresiones a profesionales sanitarios en España

 

El Observatorio contra las Agresiones de la Organización Médica Colegial (OMC) es un instrumento creado en 2009 tras el trágico asesinato de una doctora. Su principal objetivo es estudiar, analizar, registrar y realizar un seguimiento de las agresiones (tanto físicas como verbales y amenazas) que sufren los médicos en el ejercicio de su profesión en España. 

En esencia, el Observatorio contra las Agresiones tiene los siguientes comentidos: 
- Cuantificar y visibilizar la magnitud del problema de las agresiones a los profesionales médicos. 
- Conocer las características de las agresiones: dónde ocurren con más frecuencia (Atención Primaria, hospitales, etc.), qué tipo de agresiones son más comunes (amenazas, insultos, agresiones físicas), quiénes son los agresores, etc. 
- Identificar las causas que motivan estas agresiones. 
- Ofrecer apoyo y asesoramiento a los médicos que han sufrido agresiones. 
- Realizar propuestas y recomendaciones a las administraciones públicas y otras organizaciones para prevenir y abordar este problema. 
- Promover la denuncia de las agresiones para que no queden impunes. 
- Concienciar a la sociedad sobre la importancia de respetar y proteger a los profesionales sanitarios. 
-Además de la recopilación de datos, el Observatorio realiza otras acciones como es la modificación del Código Penal (para endurecer las penas por agresión a sanitarios), la creación de la figura del Interlocutor Policial Sanitario, instaurar el 12 de marzo como Día Europeo contra las Agresiones a Médicos y Profesionales Sanitarios, así como el desarrollo de herramientas y guías para ayudar a los médicos a prevenir y afrontar situaciones de agresión. 

En los 15 años que se registran este tipo de agresiones se han contabilizado 8.108 casos, que son solo la punta del iceberg de este grave problema y, peor aún, menos de la mitad son denunciadas. Y algo debe estar fallando porque el porcentaje de agresores reincidentes lleva estable en los últimos años, y es de un 17%. 

Y Diario Médico acaba de publicar una radiografía de estas agresiones, con este análisis: 

- Perfil del agresor: suelen ser principalmente hombres y más de la mitad están entre 40-60 años. En el 47% son pacientes programados (con cita para consulta), 32% son pacientes no programados y un 20% acompañantes. 

- Perfil del profesional sanitario agredido: suelen ser principalmente mujeres (el 62%) y más de la mitad están entre los 35 y 55 años y principalmente ejercen en la sanidad pública (el 83%). El lugar de trabajo principal del sanitario agredido es Atención Primaria (48%), seguido de hospitales (18%), urgencias hospitalarias (10%) y urgencias de Atención Primaria (8%). 

- Tipo de agresiones: 48% son amenazas/acusaciones, 39% insultos/vejaciones, 11% lesiones y 2% acoso. 

- La incidencia media de agresiones a sanitarios es de 2,71 por cada mil médicos colegiados/as, siendo superior a la media en Extremadura (5,8%), Cataluña (5,0%), Castilla y León (2,94%), Comunidad Valenciana (2,83%) y Andalucía (2,8%), y siendo menor en Galicia (1%), Navarra (0,62%) y País Vasco (0,31%). 

Datos que complementan a los presentados en este mismo blog hace 6 años. En la editorial de Diario Médico, su director expresa esta frase: “A los médicos les agreden más que a los funcionarios de prisiones. Es un hecho, saquen ustedes sus propias conclusiones”. 

El 20 de marzo seguiremos celebrando el Día Nacional contra las Agresiones en el Ámbito Sanitario. Pero no es suficiente. Hay que poner solución y, posiblemente, la modificación y endurecimiento de la legislación al respecto es necesario.