En la década de los 60 y 70 en España se produjo una amplia emigración del campo a la ciudad y, como consecuencia, se crearon muchos barrios periféricos que fueron núcleos de pobreza y marginalidad. Junto con el paro juvenil y la llegada de la heroína se creó un caldo de cultivo perfecto para el auge de la delincuencia, incluyendo aquí a niños y adolescentes. Una generación maldita que pasaría a la historia en aquella época de emigración, miseria y posterior transición. Y alrededor de este contexto histórico de nuestro país nació el cine quinqui, ese subgénero cinematográfico que narra las vivencias y las aventuras de jóvenes delincuentes de estrato social muy bajo y que han alcanzado la fama por los delitos cometidos.
El cine quinqui se hizo muy popular en España a finales de los años 70 y tuvo una década de recorrido, cuando alcanzó su máximo esplendor debido a la gran inseguridad ciudadana que vivía el país en aquella época. Se rodaron numerosas películas y sagas al respecto, una gran mayoría a cargo de dos directores: José Antonio de la Loma y Eloy de la Iglesia. Y de ambos hablaremos en este post, así como de un buen número de otras películas de otros directores y también de films etapas posteriores conocido como cine neoquinqui. Películas donde es difícil separar a los actores de sus protagonistas en la vida real, como fueron "El Torete", "El Vaquilla" o "El Jaro", apodo de jóvenes reales cuyo recorrido en la vida no fue mejor que el de sus personajes en la ficción
- El cine quinqui bajo la dirección de José Antonio de la Loma, a quien se le considera el padre del cine quinqui con su película Perros callejeros (1977), al que siguieron otras como Perros callejeros II: Busca y captura (1979), Perros callejeros III: Los últimos golpes de El Torete (1980), Yo, El Vaquilla (1985) y Tres días de libertad (1995).
- El cine quinqui bajo la dirección de Eloy de la Iglesia, quien consolidó el cine quinqui en nuestro país, y quien para algunos ha sido definido como “el Pasolini” español, con películas Navajeros (1980), Colegas (1982), El pico (1983), El pico 2 (1984) y La estanquera de Vallecas (1987).
- El cine quinqui bajo la dirección de otros directores, y que se pueden clasificar en dos momentos:
a) Películas de la época típica del cine quinqui (década de los 70 y 80), como ¿Y ahora qué, señor fiscal? (León Klimovsky, 1977), Juventud drogada (José Truchado, 1977), Los violadores del amanecer (Ignacio F. Iquino, 1978), Chocolate (Gil Carretero, 1980), La patria del Rata (Francisco Lara Polop, 1980), Maravillas (Manuel Gutiérrez Aragón, 1980), Deprisa, deprisa (Carlos Saura, 1981), De tripas corazón (Julio Sánchez Valdés, 1984), La reina del mate (Fermin Cabal, 1985), 27 horas (Montxo Armendáriz, 1986), El Lute: camina o revienta (Vicente Aranda, 1987) y El Lute II: mañana seré libre (Vicente Aranda, 1988), Matar al Nani (Roberto Bodegas, 1988),…
b) Películas de la época neoquinqui (a partir de la década de los 90): Historias del Kronen (Montxo Armendariz, 1995), Barrio (Fernando León de Aranoa, 1998), Báilame el agua (Josecho San Mateo, 2000), 7 vírgenes (Alberto Rodríguez, 2005), Volando voy (Miguel Albaladejo, 2006), El idioma imposible (Rodrigo Rodero, 2010), Ärtico (Gabriel Velázquez, 2014), Barcelona 92 (Ferrán Ureña, 2015), Criando ratas (Carlos Salado, 2016), Las leyes de la frontera (Daniel Monzón, 2021),…
Porque el cine quinqui fue un fenómeno fascinante y complejo dentro del panorama cinematográfico español, y no exento de aristas. Y cabe no olvidar que, a pesar de las críticas que muchas de estas películas recibieron en su momento, el cine quinqui dejó un legado importante en la historia del cine español. Muchas de sus películas son consideradas hoy en día como obras de culto y han influido en directores posteriores.
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